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Poesias y rimas que aligeran el alma

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  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

    EL TILANGUERO
    Vox Populi
    Blanca flor de amapolita,
    cuánto te he de agradecer:
    si nuevos amores tienes,
    los debes aborrecer.

    Dices que ya no me quieres
    por consejos que te han dado;
    anda, busca quien te quiera,
    ya no quiero amor forzado.

    Dices que ya no me quieres
    porque no traigo huaraches;
    tú tampoco traes naguas,
    más que dos puritos parches.

    Dices que ya no me quieres
    porque no traigo sombrero;
    tú tampoco traes fondo,
    más que el puro tilanguero.

    Dices que ya no me quieres
    porque no traigo camisa;
    tú tampoco echas gordas,
    todo está eso de mestiza.

    Dices que ya no me quieres
    porque ya estoy muy tordillo;
    yo tampoco no te quiero
    porque hueles a zorrillo.

    Ya con ésta me despido,
    ésa es la misma cosita:
    si nuevos amores tienes,
    dame un beso en tu boquita.
    kabrakan
    Forista Esmeralda
    Last edited by kabrakan; 16-marzo-2010, 13:42.
    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

      Si pudiera hacer poesía te lo diría haciéndo rima.
      Lei tu post acerca de la nacionalidad.
      Me encantó ,quise mandarte un privado pero no nos das la opción.
      Eso es lo que necesitamos, temas como ese, respuestas como la tuya y las que están dando hoy.
      Tienes mucha razón en todo lo que dices.
      Como dijo Mercedes Pinto (la mamá de los Rojo) Patria es el hueco en la roca donde uno hace su nido) ella era española pero no le impidió amar a México y sentirse parte de él.
      Yo creo que si nos esforzamos en ver lo que nos une y tambien lo que nos separa y verlo de frente y convivir con ello, pero a pesar de todo sabemos que pertenecemos a lo mismo y queremos lo mismo en principio; vamos a poder salir adelante mucho más facilmente.
      Post como el tuyo son los que aligeran el alma porque le dan alas a la esperanza.
      Un abrazo

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      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

        Mi querida Tatiana:
        Aprecio mucho, mucho tus palabras, pero se que tienes la sensibilidad y capaciades suficientes para transcribirlas en un verso. Por vafor hazlo, que nada te detenga. Todos podemos aprender algo de ti.
        Te mando un abrazotote.
        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

          PATRIA
          Miguel Antonio Caro

          ¡Patria! te adoro en mi silencio mudo
          y temo profanar tu nombre santo;
          por ti he gozado y padecido tanto
          como lengua mortal decir no pudo.

          No te pido el amparo de tu escudo
          sino la dulce sombra de tu manto;
          quiero en tu seno derramar mi llanto,
          vivir, morir en ti, pobre y desnudo.

          Ni poder, ni esplendor ni lozanía,
          son razones de amar. Otro es el lazo
          que nadie nunca desatar podría.

          Amo yo por instinto tu regazo,
          madre eres tú de la familia mia.
          ¡Patria! de tus entrañas soy pedazo.

          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

            LOS CABALLOS DE LOS CONQUISTADORES
            José Santos Chocano

            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los caballos eran ágiles!
            Sus pescuezos eran finos y sus ancas
            relucientes y sus cascos musicales ...

            ¡No! No han sido los guerreros solamente.
            de corazas y penachos y tizonas y estandartes,
            los que hicieron la conquista
            de las selvas y los Andes:
            los caballos andaluces, cuyos nervios
            tienen chispa de la raza voladora de los árabes,
            estamparon sus gloriosas herraduras
            en los secos pedregales,
            en los húmedos pantanos,
            en los ríos resonantes,
            en las nieves silenciosas,
            en las pampas, en las sierras, en los bosques y en los valles.
            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los caballos eran ágiles!

            Un caballo fué el primero,
            en los tórrido manglares,
            cuando el grupo de Balboa caminaba
            despertando las dormidas soledades,
            que, de pronto, dió aviso
            del Pacífico Océano, porque ráfagas de aire
            al olfato le trajeron
            las salinas humedades;
            y el caballo de Quezada, que en la cumbre
            se detuvo, viendo, al fondo de los valles,
            el fuetazo de un torrente
            como el gesto de una cólera salvaje,
            saludó con un relincho
            la sabana interminable...
            y bajó con facil trote,
            los peldaños de los Andes,
            cual por unas milenarias escaleras
            que crujían bajo el golpe de los cascos musicales ...
            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los caballos eran ágiles!

            ¿Y aquel otro de ancho torax
            que la testa pone en alto, cual queriendo ser mas grande,
            en que Hernán Cortés un día,
            caballero sobre estribos rutilantes,
            desde México hasta Honduras,
            mide leguas y semanas, entre rocas y boscajes?
            ¡Es mas digno que los lauros,
            que los potros que galopan en los cánticos triunfales
            con que Píndaro celebra las olímpicas disputas
            entre el vuelo de los carros y la fuga de los aires!
            Y es mas digno todavía
            de las Odas inmortales,
            el caballo con que Soto diestramente
            y tejiendo sus cabriolas como él sabe,
            causa asombro, pone espanto, roba fuerza
            y, entre el coro de los indios, sin que nadie
            haga un gesto de reproche, llega al trono de Atahualpa
            y salpica con espuma las insignias imperiales...
            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los cabllos esra ágiles!

            El caballo del beduíno
            que se traga soledades;
            el caballo milagroso de San Jorge,
            que tritura con sus cascos los dragones infernales;
            el de César en las Galias;
            el de Aníbal en los Alpes;
            el centauro de las clásicas leyendas,
            mitad potro, mitad hombre, que galopa sin cansarse
            y que sueña sin dormirse
            y que flecha los luceros, y que corre mas que el aire;
            todos tienen menos alma,
            menos fuerza, menos sangre,
            que los épicos caballos andaluces
            en las tierras de la Atlántida salvaje,
            soportando las fatigas,
            las espuelas y las hambres,
            bajo el peso de las férreas armaduras
            y entre el fleco de los anchos estandartes,
            cual desfile de heroísmos coronados
            con la gloria de Babieca y el dolor de Rocinante...
            En mitad de los fragores
            decisivos del combate,
            los caballos con sus pechos
            arrollaban a los indios y seguían adelante;
            y, así, a veces, a los gritos de ¡Santiago!
            entre el humo y el fulgor de los metales,
            se veía que pasaba, como un sueño,
            el caballo del Apóstol a galope por los aires...
            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los caballos eran ágiles!

            Se diría una epopeya
            de caballos singulares,
            que a manera de hipogrifos desalados
            o cual río que se cuelga de los Andes,
            llegan todos,
            empolvados, jadeantes,
            de una tierras nunca vistas
            a otras tierras conquistables;
            y, de súbito, espantados por un cuerno
            que se hincha de huracanes,
            dan nerviosos un relincho tan profundo
            que parece que quisiera perpetuarse...
            y, en las pampas sin confines,
            ven las tristes lejanías, y remontan las edades,
            y se sienten atraidos por los nuevos horizontes,
            se aglomeran, piafan, soplan ... y se pierden al escape;
            detrás de ellos una nube,
            que es la nube de la gloria, se levanta por los aires ...
            ¡Los caballos eran fuertes!
            ¡Los caballos eran ágiles!




            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

              TRÍPTICO HERÓICO
              José Santos Chocano.

              I
              CAUPOLICÁN

              Ya todos los caciques probaron el madero.
              -¿Quien falta?- Y la respuesta fué un arrogante: ¡Yo!
              - ¡Yo!- dijo, y, en la forma de una visión de Homero,
              del fondo de los bosques Caupolicán aurgió.

              Echóse el tronco encima, con ademán ligero;
              y estremecerse pudo, pero doblarse no.
              Bajo sus piés, tres días crujir hizo el sendero;
              y estuvo andando.... andando.... y andando se durmió.

              Andando, así, dormido, vió en sueños al verdugo:
              él, muerto sobre un tronco, su raza con el yugo,
              inútil todo esfuerzo y el mundo siempre igual.

              Por eso, al tercer día de andar por valle y sierra,
              el tronco alzó en los aires y lo clavó en la tierra
              ¡como si el tronco fuera su mismo pedestal¡


              II
              CUAUHTÉMOC

              Solemnemente triste fué Cuauhtémoc. Un día
              un grupo de hombres blancos se abalanzó hasta él;
              y mientras que el Imperio de tal se sorprendía,
              el arcabuz llenaba de huecos el boquel.

              Preso quedó; y el Indio, que nunca sonreía,
              una sonrisa tuvo que se deshizo en hiel.
              -¿En dónde está el tesoro?- clamó la vocería;
              y respondió un silencio mas grande que el tropel....

              Llegó el tormento.... Y alguien de la imperial nobleza
              quejóse. El Héroe díjole, irguiendo la cabeza:
              -¡Mi lecho no es de rosas!- y se volvió a callar.

              En tanto, al retostarle los pies, chirriaba el fuego,
              que se agitaba a modo de balbuceante ruego,
              ¡porque se hacía lenguas como queriendo hablar!

              III
              OLLANTA

              Contra el Imperio un día su espíritu levanta;
              afila en los peñascos su espada y su rencor;
              el nudo de un sollozo retuerce en la garganta,
              y jura, en un gran charco de sangre, hundir su amor.

              Huye, de risco en risco, con trepadora planta;
              impone en una nube su nido de condor;
              y entre una fortaleza diez años lucha Ollanta,
              que son para su ñusta diez siglos de dolor....

              Amó a la sacra hija del Inca, en el misterio;
              cuando el Señor lo supo, se estremeció el Imperio;
              cayó la ñusta en tierra e irguióse el paladín.

              Después vino otro Inca que le llamó hermano;
              ¡y tras de tanta sangre, no derramada en vano,
              sólo quedó la nieve teñida de carmín!



              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                MARCHA TRIUNFAL
                Rubén Darío

                ¡Ya viene el cortejo!
                ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
                La espada se anuncia con vivo reflejo;
                ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.
                Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes;
                los arcos triunfales, en donde las Famas erigen sus largas trompetas;
                la glorias solemne de los estandartes,
                llevados por manos robustas de heróicos atletas.
                Se escucha el ruido que forman las armas de los caballeros;
                los frenos que mascan los fuertes caballos de guerra;
                los cascos que hieren la tierra,
                y los timbaleros
                que el paso acompasan con ritmos marciales:
                ¡Tal pasan los fieros guerreros
                debajo los arcos triunfales!

                Los claros clarines de pronto levantan sus sones,
                su canto sonoro,
                su cálido coro,
                que envuelve en un trueno de oro
                la augusta soberbia de los pabellones.
                Él, dice la lucha, la herida venganza,
                las ásperas crines,
                los rudos penachos, la pica, la lanza;
                la sangre que riega de heróicos carmines
                la tierra;
                los negros mastines
                que azuza la muerte, que rige la guerra.
                Los áureos sonidos
                anuncian el advenimiento
                triunfal de la gloria;
                dejando el picacho que guarda sus nidos,
                tendiendo sus alas enormes al viento,
                los cóndores llegan. ¡Llegó la victoria!

                ¡Ya pasa el cortejo!
                Señala el abuelo los héroes al niño.
                Ved como la barba del viejo
                los bucles de oro circunda de armiño.
                Las bellas mujeres aprestan coronas de flores,
                y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa,
                y la mas hermosa
                sonríe al mas fiero de los vencedores.
                ¡Honor al que trae cautiva la extaña bandera!
                ¡Honor al herido y honor a los fieles
                soldados que muerte encontraron por mano extranjera!
                ¡Clarines! ¡Laureles!

                Las nobles espadas de tiempos gloriosos,
                desde sus panoplias saludan a las nuevas coronas y lauros;
                las viejas espadas de los granaderos, más fuertes que osos,
                hermanos de aquellos lanceros que fueron centauros.
                Las trompas guerreras resuenan;
                de voces los aires se llenan....
                Aquellas antiguas espadas,
                aquellos ilustres aceros
                que encarnan las glorias pasadas....
                Y al sol, que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas;
                al héroe, que guía su grupo de jóvenes fieros;
                al que ama la insignia del suelo materno;
                al que ha desafiado, ceñido el arreo y el arma en la mano,
                los soles del rojo verano,
                las nieves y vientos del gélido invierno,
                la noche, la escarcha,
                y el odio y la muerte, por ser la Patria inmortal,
                ¡saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha triunfal!





                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                  A LOS MUERTOS POR LA PATRIA
                  Victor Hugo

                  Los que piadosamente por la Patria murieron
                  reclaman que a sus tumbas vengamos a rezar.
                  Sus nombres, entre todos, los más hermosos son:
                  gloria como la suya no ha de morir jamás.

                  Cual una madre al hijo, la voz de todo un pueblo
                  aquí, junto a sus tumbas, a brizarlos vendrá.
                  ¡Gloria eterna a la Patria y gloria a todos
                  los que un día supieron sus vidas inmolar!

                  ¡Gloria eterna a los mártires, los fuertes, los heroicos....!
                  ¡Gloria a cuantos su ejemplo consigan imitar,
                  a los que solicitan junto a ellos yacer
                  y a los que igual que ellos un día morirán!
                  Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                  Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                  • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                    A PEDRO DE VALDIVIA
                    Luis Felipe Contardo

                    I
                    Paladín de la raza, pensativo y severo,
                    hidalgo como un príncipe, fiero como un león,
                    que el mar atravesaste, revestido de acero,
                    para traer la gloria de España a este rincón,
                    extremo de la tierra; soldado caballero
                    del yelmo más erguido y el mas puro blasón:
                    ¡de todos los laureles del heroismo ibero
                    los de tu ruda gesta, los más gallardos son!
                    Porque tú los segaste en la floresta brava
                    en cuyo seno el cóndor, junto al puma anidaba:
                    la raza ebria de vida, de libertad y sol....
                    ¡Y al chocar, centelleante, tu espada con su lanza,
                    se vió que, si invencible de Arauco es la pujanza,
                    también es invencible el empuje español!

                    II
                    Al frente del cortejo de recios castellanos,
                    resonante de hierro, sobre el bridón sin par;
                    al través de los hoscos reductos Araucanos;
                    del desierto a las islas, de la montaña al mar,
                    en cada áspero monte, fueron tus duras manos
                    junto al fortín de piedra levantando un hogar,
                    mientras -rojos trofeos- hacían por los llanos,
                    ensangrentadas testas de caciques rodar....
                    Así, entre los rugidos de la indomable indiada,
                    abrió en el suelo heroico ancha herida tu espada,
                    y tallaste en granito, fuerte Conquistador,
                    de Chile los sillares.... ¡Sobre él tu inmensa sombra
                    cuatro siglos proyectan, y hoy un pueblo te nombra
                    abuelo de la Estirpe, de la Patria hacedor!



                    Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                    Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                    • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                      DIÁLOGO ENTRE UN CABALLERO Y SU HIJO
                      Juan Ruiz de Alarcón

                      Don Beltrán:- ¿Sois caballero, García?
                      Don García:- Téngome por hijo vuestro.
                      Don Beltrán:- ¿Y basta ser hijo mío
                      para ser vos caballero?
                      Don García:- Yo pienso, señor, que si.
                      Don Beltrán:- ¡Que engañado pensamiento!
                      Sólo consiste en obrar
                      como caballero el serlo.
                      ¿Quién dió principio a las casas
                      nobles? Los ilustres hechos
                      de sus primeros autores.
                      Sin mirar sus nacimientos,
                      hazañas de hombres humildes
                      honraron sus herederos.
                      Luego en obrar mal o bien
                      está el ser malo o ser bueno
                      ¿Es así?
                      Don García:- Que las hazañas
                      den nobleza, no lo niego;
                      mas no neguéis que sin ellas
                      también la da el nacimiento.
                      Don Beltrán:- Pues si honor puede ganar
                      quien nació sin el, ¿no es cierto
                      que, por el contrario puede
                      quien con él nació, perderlo?
                      Don García:- Es verdad.
                      Don Beltrán:- Luego si vos
                      obráis afrentosos hechos,
                      aunque seáis hijo mío,
                      dejáis de ser caballero;
                      luego si vuestras costumbres
                      os infaman en el pueblo,
                      no importan paternas armas,
                      ni sirven altos abuelos.



                      Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                      Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                      • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                        MI MARIDO SE FUE A VIAJE
                        Vox Populi

                        Mi marido se fue de viaje
                        y me trajo un molcajete;
                        y de gusto que lo trajo,
                        ya lo saca, ya lo mete.

                        Oriandorarora,
                        zamba, rumbero, mi alma;
                        y que le da.

                        Mi marido se fue de viaje
                        y me trajo una batea;
                        y del gusto que la trajo,
                        ya se sube, ya se apea.

                        Oriandorarora,
                        zamba, rumbero, mi alma;
                        y que le da.


                        Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                        Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                        • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                          MI COMADRE
                          Vox Populi

                          Mi comadre está bailando,
                          ¡qué bonito las dispara!;
                          si no fuera mi comadre,
                          otro gallo nos cantara.

                          Mi comadre está enojada,
                          no sé cual será su intento;
                          ¿será porque mi compadre
                          no pasaba para adentro?

                          Mi comadre está enojada,
                          yo no sé por qué sería;
                          la jallaron con mi compadre
                          haciéndole una avería.

                          Mi comadre está enojada,
                          yo no sé por qué será;
                          la jallaron con mi compadre
                          haciéndole una maldá.

                          Mi comadre esta muy gorda,
                          yo no sé por qué sera;
                          ¿será por los alimentos
                          que mi compadre le dá?

                          Mi compadre se murió,
                          el diablo se lo llevó;
                          y allá estará pagando
                          las patadas que le dió.

                          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                          • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                            LA GUACAMAYA
                            Vox Populi

                            Una guacamaya pinta
                            le dijo a una verde,verde:
                            "¡Ay!, que ojitos de señora,
                            parece que ya se duerme"

                            Una guacamaya pinta
                            le dijo a una colorada:
                            "Vámonos para la costa,
                            a pasar la temporada."

                            Una guacamaya pinta
                            le dijo a una azul turquí:
                            "Si al cabo me has de querer,
                            ¿por qué no dices que si'"



                            Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                            Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                            • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                              EL CUAMECATE
                              Vox Populi

                              Este cuamecate, mi alma,
                              que tiendo en la mañanita
                              para que tienda sus trapos,
                              ¡alma mía de mi Juanita!

                              Este cuamecate, mi alma,
                              que tiendo de todo el día,
                              para que tienda sus trapos
                              la dueña del alma mia.

                              Este cuamecate, mi alma,
                              que pongo yo a la oración,
                              para que tienda sus trapos
                              l'alma mía de Cocepción.

                              Este cuamecate, mi alma,
                              que tiendo toda la tarde,
                              ¡que bonito se enredaba
                              con mi querida comadre!

                              Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                              Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                              • Re: Poesias y rimas que aligeran el alma

                                EL CUPIDO
                                Vox Populi

                                Cupido me dijo a mi
                                que no me malbaratara,
                                que primero andara el mundo
                                y después que me casara.

                                ¡Ay!, Cupido, Cupido, Cupido,
                                ¡ay!, Cupido, Cupido traidor;
                                ¡ay, me muero, me muero, Cupido!
                                ¡ay!, me muero por darte mi amor.

                                Dicen que Cupido es muerto,
                                que lo mató una mujer;
                                si Cupido fuera muerto
                                ya me mandarían prender.

                                ¡Ay!, Cupido, Cupido, Cupido,
                                ¡ay!, Cupido, Cupido tirano;
                                ¡ay, me muero, me muero, Cupido!
                                ¡ay!, me muero por darte la mano.

                                ¡Ay!, Cupido, Cupido, Cupido,
                                ¡ay!, Cupido, Cupido chiquito;
                                ¡ay, me muero, me muero, Cupido!
                                ¡ay!, me muero por darte un besito.

                                Cupido me dió su espada
                                para entrar en su aposento,
                                y me dijo el camarada:
                                "No procure usté el intento,
                                no se puede, que es casada"

                                ¡Ay!, Cupido, Cupido, Cupido,
                                ¡ay!, Cupido, Cupido grandote;
                                ¡ay, me muero, me muero, Cupido!
                                ¡ay!, me muero por darte un besote.

                                Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                                Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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