Una Rola Urbana para la banda....
REMEDIO A LA EROSION LABIAL
Aviento una mirada por la ventana
e igual que siempre
me encuentro con una áspera y gris mañana.
Son los gases tóxicos
que desde aquí abajo forman una capa hasta bien alto
sobre esta selva de hierro, concreto y asfalto.
Pero quién iba a pensarlo,
yo venir a nacer en esta ciudad.
Y quién iba a soñarlo,
venir a encontrarte en este lugar.
Entre tantos autos,
semáforos, colores;
policías y ladrones,
edificios, monumentos,
entre historias y cuentos, oh no,
de la gran ciudad.
Entonces me deslizo por las calles
entre atmósferas hirvientes;
son miles de caras de gentes,
que se rozan, que se avientan,
que se gritan, que se mientan;
que tampoco respetan el color rojo del alto
y cruzan cual saetas por el asfalto.
Pero quién iba a pensarlo,
venir a encontrarte en esta ciudad.
Y quién iba a soñarlo,
venir a enamorame de ti en este lugar.
Entre tantas prisas,
camiones y sonidos,
ancianos y niños perdidos,
lluvias y temblores,
entre tantos sinsabores que deja, oh no,
esta ciudad.
Pero por fin mis ojos,
algo rojos y llorosos,
pueden divisarte, verte deslizarte
en el hervidero ardiente
de este mar de gente
de nuestra ciudad.
Y todo se me olvida,
que hasta aquí nacimos, que aquí nos conocimos,
que aquí luchamos cada día por la libertad.
¡Bésame!
Antes que mis labios se caigan en cachitos,
mira que este viento espeso y gris ya los carcomen.
¡No, no, no, no dejes que mis labios se erosiones!
El médico me dijo que no era grave
pero que me cuidara pues es un mal crónico
que si no me trataba o encontraba un remedio
están mis labios de por medio.
¡No, no, no, no, no quiero ni pensarlo,
quién lo hubiera imaginado!
Erosión labial me han diagnosticado.
Pero quién iba a pensarlo,
venir a enamorarme de ti en esta ciudad.
Y quién iba a creerlo,
una nueva enfermedad se expande en este lugar.
Y si en verdad me quieres,
¡Bésame, bésame, bésame!
¡Bésame mucho!
Que al fin y al cabo es por mi humanidad;
necesito tus besos, remedio infalible
contra mi erosión labial, oh si,
necesito tus besos, remedio infalible
contra la erosión labial.
(R.L., mayo 1988).
REMEDIO A LA EROSION LABIAL
Aviento una mirada por la ventana
e igual que siempre
me encuentro con una áspera y gris mañana.
Son los gases tóxicos
que desde aquí abajo forman una capa hasta bien alto
sobre esta selva de hierro, concreto y asfalto.
Pero quién iba a pensarlo,
yo venir a nacer en esta ciudad.
Y quién iba a soñarlo,
venir a encontrarte en este lugar.
Entre tantos autos,
semáforos, colores;
policías y ladrones,
edificios, monumentos,
entre historias y cuentos, oh no,
de la gran ciudad.
Entonces me deslizo por las calles
entre atmósferas hirvientes;
son miles de caras de gentes,
que se rozan, que se avientan,
que se gritan, que se mientan;
que tampoco respetan el color rojo del alto
y cruzan cual saetas por el asfalto.
Pero quién iba a pensarlo,
venir a encontrarte en esta ciudad.
Y quién iba a soñarlo,
venir a enamorame de ti en este lugar.
Entre tantas prisas,
camiones y sonidos,
ancianos y niños perdidos,
lluvias y temblores,
entre tantos sinsabores que deja, oh no,
esta ciudad.
Pero por fin mis ojos,
algo rojos y llorosos,
pueden divisarte, verte deslizarte
en el hervidero ardiente
de este mar de gente
de nuestra ciudad.
Y todo se me olvida,
que hasta aquí nacimos, que aquí nos conocimos,
que aquí luchamos cada día por la libertad.
¡Bésame!
Antes que mis labios se caigan en cachitos,
mira que este viento espeso y gris ya los carcomen.
¡No, no, no, no dejes que mis labios se erosiones!
El médico me dijo que no era grave
pero que me cuidara pues es un mal crónico
que si no me trataba o encontraba un remedio
están mis labios de por medio.
¡No, no, no, no, no quiero ni pensarlo,
quién lo hubiera imaginado!
Erosión labial me han diagnosticado.
Pero quién iba a pensarlo,
venir a enamorarme de ti en esta ciudad.
Y quién iba a creerlo,
una nueva enfermedad se expande en este lugar.
Y si en verdad me quieres,
¡Bésame, bésame, bésame!
¡Bésame mucho!
Que al fin y al cabo es por mi humanidad;
necesito tus besos, remedio infalible
contra mi erosión labial, oh si,
necesito tus besos, remedio infalible
contra la erosión labial.
(R.L., mayo 1988).
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