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Taller del Alquimista...

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  • Re: Taller del Alquimista...

    Jajajaja qué curioso a mi se me hace que viste la película de Los Simpson y sólo te hace falta la epifanía.... jajajaja
    Fuera de broma, esta genial pero no te tardes tanto en subir los capítulos, ya quiero leerme ese desenlace fabuloso.
    Besos Alqui
    Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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    • Re: Taller del Alquimista...

      Alquiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (espero escuche el grito hasta allá donde anda...) cuándo traerás el próximo capítulo eh?????????????
      Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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      • Re: Taller del Alquimista...

        El final Alquimi...
        A través del tiempo y espacio,apareces cuando ha sido necesario,no importa la exactitud,ni las palabras innecesarias,sólo importa el hecho de ser y estar ahí...frente a frenteKlar

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        • Re: Taller del Alquimista...

          Onde andas Klar.... ?????
          NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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          • Re: Taller del Alquimista...

            Nostalgias neón.

            Es raro. Veo mi ipod y no hace más que recordarme a ti. Desde el protector de pantalla hasta la última canción. Los álbumes, son tierra proscrita. Se encuentran clausurados y cada que mis dedos pasan por encima del ícono de las fotos, mi cuerpo completo se estremece y dudo un instante tratando de decidir no flagelarme con tus ojos con efecto rojo y generalmente photoshopeadas.

            Tus últimos mensajitos de texto los guardo con devoción. Pero no con tanta como los primeros que se registraron en la memoria de este aparato. En esos me decías que me conectara para chatear y no sin querer esos mensajitos me remiten a la primera vez que me enseñaste tus bubis por web cam.

            Eres más parecida a ti en tu twitter que en tu facebook. Nunca te lo dije, pero así es. En el facebook eres muy infantil y bobalicona. A todo le das "me gusta" y entras a esos jueguitos tontos que se que no te gustan, pero a los que te metes sólo para ser aceptada por los demás. Pensé que nunca iba a entrar a tu perfil para buscarte, pero luego se me hizo obsesión entrar con un "alias" y sentía nervios. Como si la pantalla de mi computadora sólamente fuera el otro lado de una ventada que diera a un cuarto contiguo donde estuvieras tu. Sentía que me veías através de esa ventana y que intuías que era yo aunque me llamara Bertha Escandón y hubiera bajado una foto falsa para perfil de Google. Y yo creo que si me veías, porque un día me borraste de tu facebook, así como me diste unfollow.

            Yo lo preveía, pero jamás me imaginé que te atrevieras a hacerlo. Ahora sólo te leo de ves en cuando en un foro. Y me duele ver que posteas con esos que decías que te caían gordos.

            Si, te traté de olvidar. Veía porno en Red Tube y me Inscribí a Vadoo y a Adult Finder y aunque tuve varias ~~~~friends, nunca te quité de mi protector de pantalla. Nunca quité nuestra rola del tono de mi iphone y me sigue saltando el corazón todavía, cada que escucho la campanita del tono de mensaje. Después veo que no eres tu, que es una promoción de Telcel y me dan ganas de romper el mundo, para trasmitirle lo roto que estoy por dentro.

            Lo que ya no pude soportar, fue verte en Second Life. Te camiaste el nombre y el Avatar, pero sabía que eras tu, sentada en ese "parque" en donde siempre nos encontrábamos, haciendo cibersexo con ese minotauro con traje de Capitán América.

            ¿Por qué un minotauro? ¿Por qué de Capitán América? No pude entender esta vida. Y ya no voy a tratar. Te mando este mensaje para que cuando lo leas, puedas buscarme en Youtube y buscas la etiqueta de mi nombre, para que veas mi último adiós y mi último aliento.

            Adios.
            NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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            • Re: Taller del Alquimista...NECESIDADES:Caracter de lo que es NECESARIO!

              NECESIDAD:Nexo interno imprescindible,que surge de las propiedades fundamentales de los procesos...

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              • Re: Taller del Alquimista...

                Qué bonito Alqui! Me encantó.
                Aunque el término no es exactamente lo que merecería, ese despliegue de sentimiento.

                Cuantas veces las vivencias de alguien que escribe y describe de esa manera sus emociones, pueden ser confundidas con un despliegue más de imaginación creadora.

                Como decía Wilde, "a veces la verdad desnuda se confunde con la mentira adornada".
                Como sea es muy hermoso lo que dejaste aqui.

                Saludos

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                • Re: Taller del Alquimista...

                  El Gato que toma Café

                  Como en otras ocasiones, esa semana me sentía extraño. No es la primera vez que me pasaba. Como si me conectara al subconsciente colectivo y previera los acontecimientos. En esos días me sentía muy chingón. Sentado en piel térmica, oyendo un Bosé de 12 bocinas y pisándole al gas para liberar casi 400 caballos. Bajé la ventana y con una voz autosuficiente pedí “lleno de Premium”. Los brillos de sol se multiplicaban en el cofre con terminación acerada de mi juguete nuevo.

                  En mi muñeca, un reloj que costaba lo que una pequeña Casa Geo y sin contar éste, en total vestiría unos 200 mil pesos contando juego de plumas, armazón de los lentes, anillos, corbata, zapatos y cinturón. En el asiento de atrás una pequeña mochila con un contrato por millón y medio de pesos y una Apple Air. Era el chingado King of the World. Sin duda alguna, el King of the World.

                  Sin embargo ese habitar carísimo me provocaba cierto repele. Una especie de aislamiento artificial de todo lo demás. Y no sabía si esa sensación era producida por tanto artificio o era algo más. Algo más… La última vez que me sentí así, parece una pendejada sin importancia, fue cuando impusieron el Horario de Verano. Unas semanas antes, manejando por el Viaducto, había pensando insistentemente para mis adentros, el porqué no se manipulaba el horario para trabajar con más luz. Sin tener ningún antecédete del caso, el Horario de Verano fue impuesto en esos días. Subconsciente colectivo- pensé.

                  Esta vez era distinto. Sentía una especie de peligro colectivo artificial desde hacía algunos días y no podía identificar el sentimiento.

                  Sonó el teléfono y al contestar un amigo me dijo que encendiera el radio. El Presidente de la República había decretado o declarado o lo que sea que haya hecho, un cerco sanitario, una especie de contención de un Virus Mortal. Acababa de valer madres la semana. Acababan de valer madres dos semanas. Y acababa de valer madres, sin que yo lo supiera todavía, mi familia.

                  Ese día ya no iría a trabajar en nada. Cancelé citas y llamé a mi esposa para que recogiera al bebé de donde fuera que estuvieran y se regresara a la casa. Como de costumbre, ella no se entera de nada más que de las dietas, divorcios, uñas y tintes de sus amigas. Así que no me sorprendió que no estuviera enterada de que había una alerta apocalíptica en todos los medios.

                  La alcancé en la casa y prendimos la televisión para tratar de enterarnos un poco más de lo que estaba pasando. Pues si, en efecto, habían detectado un virus potencialmente mortal y todo mundo debía recluirse en su casa para contener los posibles contagios durante un tiempo indeterminado. Era noche, pero más con un entusiasmo de película gringa de destrucción total que de verdadera alarma, fuimos al supermercado más cercano en donde se despachara durante 24 horas.

                  Inocentemente pensé que era el único alarmista, pero no. Mi imagen acompañado de mi esposa y me bebé se replicaban en una centena de trinomios. Nunca antes me había sentido tan poco original. Just another brick in the wall. Muchos como yo con muchas como ella y con muchos como el pequeño él. Todos con ese aire autosuficiente que da saber que se trae la cartera llena de billetes. Que no existe situación alguna que no se pueda resolver con un poco de negociación, amenaza o extorción. Y los muchos yos caminamos por la tienda echando toda clase de pendejadas inútiles a los carritos. Inútiles por la poca experiencia que teníamos en hecatombes apocalípticas y porque a la hora que fuimos básicamente sólo quedaban sobras. De vez en vez, unos individuos con unos enormes patines sacaban montañas de mercancía y sin mucho cuidado la descargaban en medio de los pasillos, de donde todos tomábamos algo, lo que fuera, sin saber si nos iba a servir o no.

                  Básicamente tomé muchos congelados. Ejotes. Supongo que a nadie le gustan los ejotes. Así que yo me los quedé todos. El agua sería de lo primero que se agotaría, porque no había nada por ningún lado. Las frutas, la carne, pollo y pescado frescos, se esfumaron. Ese día se volvieron millonarios los enlatadores de atún y de sopas instantáneas. Mi generalmente impertérrita presencia de ánimo se comenzaba a esfumar. Me quité el saco, me arremangué la camisa y me dispuse a matar o a morir por unos víveres. Ja… Por supuesto que eso no pasaría, sólo lo hice para estar más cómodo a la hora de arrebatarme el próximo patín con llantitas que apareciese.

                  Y apareció. Un enorme patín anaranjado acarreando una enorme montaña de carne congelada para hamburguesas. Cada paquete contenía 36 hamburguesas y yo tomé 5 paquetes. Después salió otro patín, trasladando un talud de cartones de unas botellitas de Café preparado. Cada cartón traía 24 cafés de distintos sabores: mocca, vainilla, cappuccino, caffelate y no se que madre.

                  Tomé también cuantos pude antes de que la turbamulta se aprestara a pelear por tan peculiares brebajes. En fin. Después de un par de horas de piscar entre los escombros, me sentí satisfecho de mi hazaña y pasé al departamento de juguetes por una buena cantidad de juegos de mesa. En es momento me sentía un triunfador, aunque sólo llevara pura pendejada, toneladas de ejotes, hamburguesas como para una fiesta y café, un chingo de café de saborcitos mamones. Mis carretadas de dinero no pudieron comprar nada más.

                  Ya en la reclusión, los días se sucedieron unos a otros, calcado el posterior al anterior y así sucesivamente. Amanecía temprano, anochecía tarde y de 300 canales de televisión no había nada que ver. El Dr. House y el insufrible Horatio me repiqueteaban ya las pelotas. Saqué mi computadora y empecé a leer uno por uno los 4000 mensajes atrasados que no había abierto en años. Jugué al recién casado con mi esposa e hicimos el amor una y otra y otra y otra y otra vez. Tantas veces que pensé en jamás volverlo a hacer con ella y seguramente ella también pensó lo mismo. Así que todo una y otra vez, hasta el hartazgo.

                  Uno de esos días de insabora pesadilla, en las entrañas de la noche, escuché un pequeño maullido. Un repiqueteo constante y sonante. Un tic tac de juguete en tonalidades agudísimas que nacía de entre los arbustos del jardín. En principio, no le tomé atención, pero pasadas las horas, el constante pitido monótono se hizo intenso. Sentía que se había incorporado a mis neuronas. Lo escuchaba como el palpitar de una gotera interminable, como el cascabeleo de un motor descompuesto a punto de reventar. Así que me aventuré entre los arbustos y encontré un pequeño gato.
                  Como hacen las gatas, cuando piensan que su cachorros ya son viables, ejercitan un recorrido con cada uno de sus gatos en el hocico y simplemente lo dejan caer. Después, dan vuelta en redondo y caminan para no volver jamás la vista atrás. Tanto confían en su instinto y en el equipamiento que traen estos leoncitos miniatura.

                  Extrañamente, cuando me vio, no hizo por escapar. Se quedó quieto, quieto. Y claro que no sabía cómo agarrar un gato, pero como era mínimo, me temor era más el lastimarlo que al revés. Así que hice como le hacen ellos mismos y lo pellizqué del morro y lo alcé en vilo. Pensé alguna otra reacción, pero no. El gato dócil se dejó cargar y al parecer no sintió dolor, sino una especie de situación natural que lo hizo dejar el monótono chillido.
                  Era un pequeño gato pardo. Una especie de rallas negras y cafés sobre una consistente base gris. Las patas un poco desteñidas casi llegando al blanco, igual que las orejas y un patrón atigrado en la cara que daba la impresión de una máscara dibujada por un experto japonés de ochenta años. La verdad es que era una chingada facha.

                  Despeinado, de muchos colores y de ninguno y todo el conjunto esponjado. Haciendo a un lado unos enormes ojos verdes y su carita maravillosa, parecía un limosnero de esos que andan en la calle miados y cagados con un saco grisáceo y barbas embarradas de mierda.

                  Conduje al gatititito al interior de la casa y le armé un casita con una de las cartones de café y un frazada del bebé. Me metí a internet a investigar como se criaba un chingado gato infantil. Pues que la mamila, pues que la temperatura y pues que no se que chingados de estimularle el ano con un trapo húmedo para ayudarlo a orinar. Pues yo creo que el pinche gato se va a morir, porque aquí no hay mamilas mas que las de mi hijo que de hecho eran mucho más grandes que el hocico de la bestezuela y eso de estimularle el ano, a chingar a su madre.

                  Pero el puto gatito no dejaba de llorar y ni modo de matarlo, así que a improvisar biberón con una bolsa de basura con un hoyito y a darle leche. Pero ¿Cuál leche? Lo único que había podido rescatar era media tonelada de cafecitos de sabores mamones. Así que pinche gato, si quieres sobrevivir cabrón, te vas a tener que chutar el mocalatte sin chistar pendejo. Y así fue.

                  No voy a platicar el evento de las pulgas. El puto gatito pesaría 100 gramos de los cuales, me di cuenta con terror, 75 serían de puras pulgas. Al meterlo a bañar, me di cuenta que esos pinches animales nacen con todas sus garras y todas dispuestas a arañar a cualquier pendejo que trate de bañarlos. Así que fue el gran desmadre. Y ya mojada la alfombra variopinta que lo cobijaba, reducía su dimensión a un tercio y se le notaba una piel rosa como de puerco sobre la que caminaban millón y medio de acorazadas pulgas tipo camarón sin pelar. Me dio la imagen de un hormiguero. Así que la empresa de la bañada fue soberbia y me sentí satisfecho cuando le fui quitando una por una de aquellas alimañas punzocortantes

                  Después de algunos días el gatito era parte de la familia. Los reclamos de mi esposa fueron infructuosos. No íbamos a dejar a una criaturita así a su suerte, además que después de la bañada quedó lindo lindo el cabrón animalejo. Una mascota gratis en este mundo en el que todo cuesta una fortuna.
                  NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                  • Re: Taller del Alquimista...

                    El Gato que toma Café.... Parte II

                    Ahhh, se me olvidó decir que si, en esos tiempos, el cliché del King of the World le había despertado cierta “curiosidad” a media decena de mujeres de esas a las que les gusta el billete. Y el niño es travieso y le prestan juguete. Así que si. Tenía dos o tres “incondicionales” fukfriends” muy dispuestas a abrir las piernas nomás veían mi “carcacha” y veían mis atavíos suntuarios y olían mis humores hormonados artificiosamente. Mi secretaria era una, una antigua amiga a la que le ayudé a divorciarse otra y una muy comprensiva amiga de mi hermana eran las habituales. Aunque todas tenían entendido que éramos fukfriends o al menos así decían que decían, de vez en cuando me insinuaban que lo nuestro debía “crecer” en alguna dirección, esperando yo que no fueran sus panzas.

                    Y todas en alguna ocasión habían entrado en falsa o sincera melancolía y/o desesperación, para mandarme correos electrónicos en los que manifestaban toda su rabia, desesperación, enojo, envidia, pasión y todo tipo de emociones fuertes, por no estar conmigo. Todas en alguna borrachera se armaron de valor y me confesaron su profundo amor, devoción y determinación por permanecer conmigo por los siglos de los siglos. Almas gemelas, amores imposibles, promesas postergadas, bla, bla, bla.

                    Y esta es el último factor de la ecuación. No le voy a contar la chinga que fue eso de estar enclaustrado. A los dos pinches minutos del aislamiento, los putos ejotes ya nos tenían hasta la madre. De las 500 hamburguesas que compramos se quedaron 498 en la nevera y durante interminables días comimos pizza, pizza, pizza y pizza. Algunos tacos de vez en cuando, pero casi pura pizza. Ahhh, y el gatito casi se chingó los 1200 litros de cafecitos gourmet que hábilmente rescaté de la multitud enardecida.

                    Es pues, que entre el pinche gatito, los ejotes, las hamburguesas, el tedio, el Dr. House, Horatio y demás mamadas, esos días fueron, sin dudarlo, los peores de mi vida. A eso le atribuí que unos días antes de que acabara la chingada contingencia sanitaria, mi vieja se pusiera mamona. Sus silencios se prolongaban, se acostaba a dormir por horas y sólo se movía para cambiar al niño, bañarlo o jugar un poco con él. Hablaba mucho por teléfono en voz baja y se arrancaba llorando de vez en vez, sin que me dijera por qué. Pensé en lo normal de la situación enferma, involuntaria. Pensé que temía por el fin del mundo. Que la pizza le había alterado el metabolismo, que ya le iba a bajar o que el pinche gato la aterrorizaba subconscientemente y ella misma no lo sabía. Pensé mil cosas.

                    Terminando la mentada chingadera esa, corrí a mi oficina, corrí a cerrar contratos, corría a los brazos de mis fukfriends y ese día, al llegar a la casa, encontré una nota. La casa vacía. Hasta el colchón se había llevado, incluso el refrigerador. En el lavabo y en el antecomedor sólo quedaron montones de hamburguesas congeladas chorreando agua y despidiendo un humor nauseabundo. Una nube de moscas había aparecido de la nada. Las bolsas de ejotes también ahí liberadas de su invierno artificial y en una esquina el gato y unas 20 botellas de café sabor vainilla.

                    La nota decía: Mira pendejo. No fue mi intención, pero tan pendejo que eres, que dejaste abierto tu correo. Lo leí. Leí tus correos, pendejo. Ya sé todo. Sé todo de todo. Lo de la gata de tu secretaria, pinche escoba con faldas. Así eres de gato. Lo de tu pinche “prima” tan puta como tu hermana que te solapó todas tus chingaderas y lo de la pendeja de tu amiguita, que según tu, era como tu hermana. Me reenvié todos esos correos y ya los tiene el abogado de mi papá. En estos días pensé todo. Pensé en cuestionarte y perdonarte. Pensé en hacerme pendeja. Pensé en atravesarte el maldito corazón con un cuchillo mientras dormías. Y luego volví a pensar todo otra vez. Todo otra vez. Creo que no te voy a poder perdonar. Te va a llegar la demanda de divorcio pendejo. Y quiero que la firmes como venga. No me voy a pelear contigo, pero si insistes, te va a ir mal. No me busques por un tiempo. No te voy a contestar.

                    Así que, para mi así fue la contingencia sanitaria. Mis putitas se emocionaron mucho cuando supieron que me divorcié, pero solo eso eran antes y sólo eso son: unas putitas. Unas putitas que nunca fueron de la talla de mi exesposa. Por eso ella era mi esposa y ellas eran las putitas. Las sigo viendo a veces, pero me llenan la entrepierna pero no el corazón. Extraño a mi hijo.

                    El único consuelo que me quedó, es que todos los días llego y sentado en su cojín, hay un gato multicolor que se llena de pulgas de cuando en cuando, que me atiende con majestuosa indiferencia y toma café de saborcitos mamones. Nunca aprendió a tomar otra cosa…
                    NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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                    • Re: Taller del Alquimista...

                      Me encantó esta historia del gato, será porque me siento reflejada, recién adopté una gatita a quien he nombrado Diva y ya entiende por su nombre. No mi Diva no toma cáfe porque no se lo dejo al alcance sino... sólo comida para gato, pero ella quiere probar de todo y se enoja porque no le doy. Ya conozco el tono de sus maullidos: enojo, frío, chiqueo, jejeje...
                      Ah pero nos debes el final del cuento de Klar no te hagas que la Virgen te habla... (y no no habrá votos eh... jajajaja)
                      Te extrañaría aunque no nos hubiéramos conocido...

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                      • Re: Taller del Alquimista...

                        Excelente historia Doctor Alquimista! Amor, comedia, drama... Y un gatito. Me gustó eh. Un abrazo. J Lazcano.

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                        • Re: Taller del Alquimista...

                          Originalmente publicado por El Alquimista Ver post
                          Onde andas Klar.... ?????
                          Alquimi... cuando entro a este foro es porque justamente me acuerdo de ti. Te seguiré leyendo. ss
                          A través del tiempo y espacio,apareces cuando ha sido necesario,no importa la exactitud,ni las palabras innecesarias,sólo importa el hecho de ser y estar ahí...frente a frenteKlar

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                          • Re: Taller del Alquimista...

                            Hola Alqui.

                            Empece el año leyendo en estos temas que son los que me atraen y donde me quedo.Y volví a visitar tu taller.Y leer todo, desde el comienzo...

                            Aunque yo no tengo la imaginación e inventiva para poder crear algo, simplemente comento lo que vivo siento o pienso, me encanta leer a quien sí tiene esa capacidad.

                            Ojala este año tu taller esté más activo, es un recodo refrescante, estimulante y prometedor.

                            Tus últimas entradas de ese año que se fue me encantaron.
                            Ojala nos des la oportunidad de leerte no un poco más;muchísimo más.

                            Saludos

                            Comment


                            • Re: Taller del Alquimista...

                              Hola....

                              Leiste todas mis entradas desde el comienzo???? La verdad, eso me alaga mucho. Me podrías decir nomás por curiosidad si algo te gustó? o si algo te gustó más de lo demás? O si de plano algo no te gusta también dímelo.... En aras de mejorar...

                              Muchas gracias y un abrazo.
                              NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

                              Comment


                              • Re: Taller del Alquimista...

                                Hola....

                                Leiste todas mis entradas desde el comienzo???? La verdad, eso me alaga mucho. Me podrías decir nomás por curiosidad si algo te gustó? o si algo te gustó más de lo demás? O si de plano algo no te gusta también dímelo.... En aras de mejorar...

                                Muchas gracias y un abrazo.
                                NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO, SOLO ME HAGO MEDIO PENDEJO EN VECES PA DESPISTAR A LOS OJETES

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