Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista
se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El
chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros
muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la
puerta trasera del taxi.
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer.
Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar
a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y
económica posible brindándole un ambiente amigable”
Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior
del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un
café?
Tengo unos termos con café regular y descafeinado”. Rodrigo bromeando le
dijo:
“No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo una
hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”.
Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”
Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el
Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”
Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado,
“Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que
tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire
acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él.
Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día.
También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él, o si
prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus
clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho
solamente los últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste
la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un
día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo
personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando
creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando
tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. Él
decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Sé
un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, Las águilas se elevan por
encima del grupo”.
“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba
realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y
quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire
alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los
chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces
decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron
bien, hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis
ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo
cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada
de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan
mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo
taxista águila confiable para que haga el servicio”.
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi
normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y
solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades,
los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me
cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les
sugería.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima
del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un
servidor publico, "político", ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te
comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por
encima de los otros?
Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA
Atentamente,
Un pato dispuesto a ser águila...
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Saludos a todos
se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El
chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros
muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la
puerta trasera del taxi.
Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer.
Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar
a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y
económica posible brindándole un ambiente amigable”
Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior
del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!
Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un
café?
Tengo unos termos con café regular y descafeinado”. Rodrigo bromeando le
dijo:
“No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo una
hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”.
Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”
Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el
Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”
Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado,
“Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que
tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire
acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él.
Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día.
También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él, o si
prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. ...
“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus
clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho
solamente los últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste
la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un
día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo
personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando
creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando
tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. Él
decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Sé
un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, Las águilas se elevan por
encima del grupo”.
“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba
realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y
quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire
alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los
chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces
decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron
bien, hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis
ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo
cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada
de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan
mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo
taxista águila confiable para que haga el servicio”.
Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi
normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y
solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades,
los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me
cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les
sugería.
Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima
del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un
servidor publico, "político", ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te
comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por
encima de los otros?
Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA
Atentamente,
Un pato dispuesto a ser águila...
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Saludos a todos
Comment