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La soledad

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  • Re: La soledad

    Parafraseando...
    Paseando por ahi, me di cuenta que la antìtesis de la Soledad, o màs bien una consecuencia de èsta es... la obsesiòn.

    Y he aqui una reflexiones sacadas de la Red, por supuesto...


    Definición de Obsesión

    La obsesión es un padecimiento típicamente humano y que se caracteriza porque la mente se centra en algo o en alguien, quienes terminan por dominarla y dominar todos los pensamientos que pasan por ella.

    Cuando hay algo o alguien que obsesiona nuestra mente no se piensa en otra cosa o es realmente muy difícil que se lo haga ya que esa obsesión domina y maneja todo lo que pasa por nuestra cabeza, incluso, si se piensa en algo diferente, tarde o temprano, la mente lo vinculará al objeto de obsesión.

    Obviamente, la obsesión no es para nada algo bueno ni positivo para la vida de nadie, porque claro, el tema o la persona que nos obsesiona se llevarán toda nuestra atención y esto nos paralizará en la acción y en el desarrollo normal de nuestra vida.
    Jamás una obsesión traerá consigo algo bueno para quien la padece sino muy por el contrario, lo condicionará, lo limitará, entre otras consecuencias negativas.

    Dentro de la psicología, entonces, la obsesión aparece como una de las enfermedades más típicas y comunes que puede sufrir el individuo, sin necesitar la presencia de la misma internación y siendo mucho más frecuente que otras complicaciones psicológicas.

    Podría describirse a la obsesión como la presencia recurrente de pensamientos de tipo negativo que generan diferentes niveles de ansiedad y angustia en la persona.

    Por lo general, la obsesión hace que una persona dedique gran parte de su tiempo a ese tipo de pensamientos y termine (en casos extremos) mostrando conductas socialmente peligrosas para sí mismo y para otros.

    Cabe destacarse que la obsesión tiene variadas maneras de manifestación y aunque normalmente se manifiesta en contra del pensamiento consciente del individuo a éste le costará muchísimo resistirse a ella, siendo ella la que termina triunfando a pesar del esfuerzo que haga la persona por liberarse de ella.
    El término obsesión proviene del latín y significa asedio.
    Esta es justamente la sensación que provoca la obsesión en las personas que la padecen: asedio y persecución que se desencadenan ante la presencia irrefrenable de pensamientos y sensaciones obsesivas hacia determinada persona, situación o elemento.

    La obsesión como una complicación psicológica puede hacerse presente de diversas maneras y cuando esta pasa a ocupar un importante segmento de tiempo en la vida de ese individuo estamos en presencia de un problema psicológico de mayor gravedad y que puede desembocar en un triste final."






    Desde Definicion ABC: http://www.definicionabc.com/salud/o...#ixzz3WPL7sKOb

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    • Re: La soledad

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      "Castelo"
      Gabriel Albiac

      Era un hombre de otro mundo. Ya ido. El mío. Mundo de amistad y libros, de conversación y lectura

      «Así es como acaba el mundo», dice Eliot: «no con un estallido; en un sollozo». José Miguel Santiago Castelo, al morir, se lleva un mundo consigo. Ese del cual él era señorial superviviente: mundo de la escritura con papel y estilográfica, mundo del libro en la penumbra, y del calor personal y del culto a la inteligencia. Un mundo que fue común, aún no hace tanto. Un mundo que hoy parece arqueología. El mundo de la amistad: el mundo de los hombres libres.

      La amistad no se forja en el tiempo. Es un milagro instantáneo. Eterno, pues. Yo llegué al ABC, venido de muy lejos. Castelo me ofreció, desde el primer día, el extraño sosiego del que retorna a casa. A una casa ignota. Que él supo hacerme ver como la mía. Desde antes de ser yo. Desde la infancia en la cual un niño recorre imágenes de viejos Blanco y Negro. Desde la adolescencia en la que un aprendiz, en busca de aún no sabe qué, se abriga frente al helado mundo al calor de aquellas Terceras que, en tiempos hoscos, preservaban la diaria literatura.

      Castelo supo ver que yo no tenía más patria que la escritura. Ni más fidelidad, ni más creencia. Y que esa patria, esa fidelidad, esa creencia eran absolutas. Lo entendió, porque entender eso marcaba la frontera para las gentes de su edad, que era la mía. Sacrificarlo todo a la escritura es monstruoso. No hacerlo es vulgar. En Castelo latía la certeza de que todo cuanto vale la pena está en los libros; que en leer y escribir se resuelve la majestad tan tenue de la condición humana. Y, cuando por primera vez me habló, fue para decirme: «escribe». Nada más que eso: «escribe». Y en las Terceras de ABC, a las cuales él me forzó con paciencia implacable, descubrí que sí, que había retornado a casa, a la única casa que un enfermo de libros como yo conocerá en su vida: la escritura, ese diálogo con quienes sólo viven en la penumbra de nuestras bibliotecas.

      Santiago Castelo era un hombre de otro mundo. Ya ido. El mío. Mundo de amistad y libros, de conversación y lectura. Mundo de claroscuros, de luces tamizadas, de sosiego pues: esa virtud que los griegos supieran la más alta para un hombre sabio.

      «Aquellos que no vivieron antes de la revolución no conocen lo que fue la dulzura de vivir», escribe un Talleyrand ya en el crepúsculo. No, quienes han nacido en este horrible vértigo del estruendo y la rabia, en esta devastación acelerada sin tiempo para libros, sin tiempo para amigos, sin ese intervalo silencioso de la habitación a solas en el cual ponía Pascal la única clave esencial de lo humano..., quienes no conocieron ese tiempo de antes de los relojes de furiosa cuerda rota, ésos nada podrán ya saber de esa dulzura. Por más que la invoquen. Castelo era, quizá, el último de los hombres de aquel tiempo que no va a volver. Nunca. Tiempo de contemplar las cosas sub specie aeternitatis, y percibir en lo efímero un rescoldo de absoluto.

      Ver destellar la amistad. Esa minucia. Antes de que acabe el mundo. Sin estallido. Sólo en un quedo sollozo
      -----

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      • Re: La soledad

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        "La vida para siempre con Castelo"
        Juan Manuel de Prada

        Las aparentes fatalidades con que la vida nos zahiere me han impedido velar el cadáver de Santiago Castelo y acompañarlo hasta Granja de Torrehermosa, donde mientras escribo estas líneas estará siendo enterrado. He escrito «aparentes fatalidades» porque no creo en la fatalidad ni en el azar; y sé que en el hecho aparentemente funesto de hallarme fuera de España en estos días, atendiendo compromisos que no he podido cancelar, se esconde una secreta catequesis sobre el sentido de la vida y de la muerte.

        Me resulta imposible pensar en Santiago Castelo muerto. Vivo ha estado durante los veinte años que ha durado nuestra amistad; vivo seguirá estando, velando por mí, mientras dure mi andadura por este valle de lágrimas; vivo lo encontraré en la vida futura, desde la que espero que ya esté intercediendo por mí ante el Altísimo, para que mi estancia en el purgatorio sea breve; y, con nuestros cuerpos gloriosos (que, por ser ambos rollizos, habrán de ser sin duda doblemente gloriosos), vivos banquetearemos juntos en la Jerusalén celeste, recitando poemas de nuestros poetas predilectos, que además por entonces recitaremos de corrido con la misma naturalidad con que hoy respiramos, porque nuestra memoria será extensa como una enciclopedia. Quiero decir que, siendo para mí Castelo el emblema mayor de la vida, su muerte no ha hecho sino afianzar mi fe en la última parte del Credo: la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro. La vida, la tumultuosa y bendita vida: eso es para mí mi amado Castelo. A su lado estoy y estaré siempre.

        Desde Montpellier, pienso mucho en los consejos siempre sabios y amorosos que Castelo me regaló, durante estos veinte años últimos; pienso en el apoyo que me brindó en los momentos difíciles, en la defensa numantina que en varias ocasiones hizo de mí ante diversos directores de ABC, en el amor exultante que me inculcó a este periódico, en el que apenas dentro de unos días cumpliré veinte años escribiendo, gracias en gran medida a su empeño. Para mí Castelo, con su liberalidad sin tasa y su catolicismo luminoso, su amor abnegado a la belleza y su lealtad acérrima, su magnanimidad y su comprensión de las debilidades ajenas, era ABC hecho carne; y, para su vida futura, ABC no tendrá sino que seguir mirándose en lo que Castelo fue mientras trabajó en ABC. Pues Castelo, desde la otra vida, seguirá velando por ABC.

        Pienso mucho en Castelo, mientras paseo por Montpellier. En el Castelo lozano y atronador que se abanicaba con salero en los días de canícula; en el Castelo que me arrimaba un plato de morcilla morcona (porque sabía que me pirraba por ella) cada vez que iba a comer a su casa los sábados; en el Castelo que (el mismo día en que anunció a los amigos su enfermedad) nos recitó los más hermosos poemas de Pemán; en el Castelo que me escuchaba absorto mientras yo le recordaba aquel poema de Foxá sobre la resurrección de la carne, en el que se nos habla de esa otra vida que disfrutaremos, con nuestras «formas recobradas», nuestras «venas vibradoras» y nuestros «corazones palpitando otra vez». Y también pienso en el Castelo de los últimos meses, velado cada noche por Urbano, acompañado cada tarde por Teodoro, al que mi esposa llevaba una mermelada de naranjas casera que lo hacía relamerse. En la mesilla siempre estaba el breviario; y entre sus manos se desgranaba el rosario.

        Porque Castelo murió como muere un caballero español y católico. Y quien muere así tiene garantizada la vida eterna. Te siento a mi lado, amado maestro, y te sentiré todos los días de mi vida, de aquí a la eternidad.
        -----

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        • Re: La soledad

          Una vez que he leido los 3 anteriores posts, me queda claro que Juan Manuel de Prada y Gabriel Albiac, estan obsesionados con Castelo.

          ¿Es esto lo que quisiste exponer mi estimado Cubo?
          Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
          Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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          • Re: La soledad

            Viviré en los encinares
            cuando sólo sea memoria,
            cuando me borre la historia
            y mis versos sean cantares.

            Santiago Castelo.

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            • Re: La soledad

              .................................................. .........

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              • Re: La soledad

                No conocia a Santiago Castelo.
                Què hermoso poema.
                Voy a buscar de èl para conocerlo
                Gracias y Saludos

                Comment


                • Re: La soledad

                  Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                  No conocia a Santiago Castelo.
                  Què hermoso poema.
                  Voy a buscar de èl para conocerlo
                  Gracias y Saludos
                  De acuerdo contigo, ademàs estos post como el anterior del Cubo son los que hacen maravilloso el foro al aportar nueva informaciòn ocasional, yo tampoco conozco a Castelo, pero gracias al Cubo me entra la curiosidad y voy tras esta persona.

                  PD: Bueno, tambien las desgreñadas entre foristas, generalmente llenas de informaciòn, le dan a este foro un toque buenìsimo.
                  kabrakan
                  Forista Esmeralda
                  Last edited by kabrakan; 15-junio-2015, 11:58.
                  Por la calle voy tirando la envoltura del dolor
                  Por la calle voy volando como vuela el ruiseñor ....

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                  • Re: La soledad

                    Originalmente publicado por kabrakan Ver post
                    De acuerdo contigo, ademàs estos post como el anterior del Cubo son los que hacen maravilloso el foro al aportar nueva informaciòn ocasional, yo tampoco conozco a Castelo, pero gracias al Cubo me entra la curiosidad y voy tras esta persona.

                    PD: Bueno, tambien las desgreñadas entre foristas, generalmente llenas de informaciòn, le dan a este foro un toque buenìsimo.
                    Asi es amigo K, yo recuerdo còmo gracias a una aportaciòn tuya conocì a ese maravilloso poeta: Carlos Pellicer Llergo.

                    Y sì ahora aqui me tienes tratando de saber què es el "neoliberalismo" exactamente y aunque Tù y Pepis me recontrachiflen por estar totalmente extemporanea, conseguì dos libros uno sobre Camacho Solis y el otro sobre Roberto Madrazo.El saber no ocupa sitio...

                    Ya se, ya sè...
                    Pero como bien dices por ahi algo se aprenderà, esto es producto de una desgreñada sin mayor aparato jajaja.

                    Saludos amigo Kabrakan.

                    Comment


                    • Re: La soledad

                      Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                      Asi es amigo K, yo recuerdo còmo gracias a una aportaciòn tuya conocì a ese maravilloso poeta: Carlos Pellicer Llergo.

                      Y sì ahora aqui me tienes tratando de saber què es el "neoliberalismo" exactamente y aunque Tù y Pepis me recontrachiflen por estar totalmente extemporanea, conseguì dos libros uno sobre Camacho Solis y el otro sobre Roberto Madrazo.El saber no ocupa sitio...

                      Ya se, ya sè...
                      Pero como bien dices por ahi algo se aprenderà, esto es producto de una desgreñada sin mayor aparato jajaja.

                      Saludos amigo Kabrakan.
                      ------
                      Na, na, nada de recontrachiflar, sabes tú más que el sabio Salomón, así que nadie te chifla ni rechifla.
                      Y sí yo tampoco conozco a este poeta y como Uds. voy a buscar acerca de él para enriquecer un poco esta vida.. ja, ja, ja, !!.

                      Saludos.

                      Comment


                      • Re: La soledad

                        Originalmente publicado por Pepis Ver post
                        ------
                        Na, na, nada de recontrachiflar, sabes tú más que el sabio Salomón, así que nadie te chifla ni rechifla.
                        Y sí yo tampoco conozco a este poeta y como Uds. voy a buscar acerca de él para enriquecer un poco esta vida.. ja, ja, ja, !!.

                        Saludos.

                        Pepis!!! Còmo estàs?? Yo tampoco he venido como quisiera. Super movidos estos tiempos.
                        Me referìa -recuerdas?- que hablaba de Peña Nieto y sus gustos literarios cuando era candidato!!...Hace unos meses .

                        Y ahora que Madrazo ya desapareciò hace sexenios de la polìtica se me ocurre leer lo que le pasò en un libro que se llama "La Traiciòn"
                        Y ahora que Camacho ya muriò, recien me voy a enterar por què no fue el candidato... Estoy en èso jajaja


                        Saludos

                        P.D. Yo tambien corro a saber de Castelo

                        Comment


                        • Re: La soledad

                          Respecto al tema. y recordando al señor poeta:

                          ¿La soledad es pasajera?

                          Comment


                          • Re: La soledad

                            Originalmente publicado por jose cambar Ver post
                            Respecto al tema. y recordando al señor poeta:

                            ¿La soledad es pasajera?
                            Hola sr. Bandido, yo creo que la soledad, en el sentido que me parece que usted lo dijo, es un estado de ànimo; y como tal serìa pasajero.

                            Pero que podrìa convertirse en adicciòn.

                            Saludos

                            Comment


                            • Re: La soledad

                              Yo con los años he aprendido a vivir conmigo mismo asi cuando busque compañera sera por cuestión de elección, no por necesidad

                              Saludos a todos




                              "Deseo poco y lo poco que deseo lo deseo poco"

                              Comment


                              • Re: La soledad

                                .......................................

                                Comment

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