No ha sido uno sino tres los mesías que han aparecido en el firmamento político del estado, ante una población repleta de esperanza de cambio.
Ungido por la gracia de Doña Beatriz Paredes aparece el primer redentor, Don Cesar Duarte emocionando a los que esperan que la justicia les haga revolución, o como dicen en mi pueblo que les ponga ”dondiay” .
El club de Tobi elige a dos para que se hagan garras, pongan a hervir a la fanaticada panista deseosa de sangre amiga.
Carlos Borruel, un tipo culto y preparado, un político exitoso que ha mantenido un buen perfil como periodista, regidor, diputado y mas recientemente presidente municipal de Chihuahua, sus grandes defectos no se conocen aún, pero no tardaran los panistas Cuaronistas en encontrarlos y magnificarlos en esta contienda interna.
Pablo Cuarón, un empresario exitoso, reconocido por la sociedad como un hombre íntegro, trabajador, honesto, ocupado de cuestiones sociales desde el empresariado, poseedor de una trayectoria impecable, 35 años trabajando en organizaciones ciudadanas de apoyo a la sociedad, en forma altruísta y sin paga.
Su trabajo le ha merecido el respeto de quienes lo han tratado, pronto los Borruelistas se encargarán de enlodar su prestigio e imagen, así funcionan los bolillos.
Los “Tetistas” han corrido a postrarse a los pies de Cesar para manifestarle que ellos siempre creyeron que el era el bueno y que están dispuestos a lo que el señor quiera y mande, disciplina absoluta i.. i..ñor.
Por su parte los panistas parecen despertar del letargo en que cayeron producto de sus frustraciones y toman bando para dar la pelea en las internas y demostrar lo duro que son en la autocrítica y la autodestrucción.
Y el pueblo en general espera que ahora si el Mesías que ha de venir realice el cambio que tanto han estado esperando y que realizará aquel que en las votaciones reúna mas votos.
El mesianismo no es nada nuevo, los judíos llevan esperando al mesías 5769 años, el que ha de venir para liberarlos y gobernar la tierra.
En México no nos quedamos atrás y el mesianismo nos ha acompañado por mucho tiempo y con brotes intensos como cuando viéramos a López el pillo aparecer como el salvador de México después de los destrozos que hizo
el redentor de pacotilla de apellido Echeverría.
Tendríamos un brote gigantesco de mesianismo con el “rajyito de ejperanza” que sacaría a los pobres de su miseria quitándole a los pirrurris su riqueza y estableciendo en México la nueva Cuba y el proyecto Bolivariano de un talugo Chávez.
Y pasarán décadas, siglos y milenios y seguiremos esperando al mesías que ha de llegar a corregir todos nuestros problemas.
Pero ¿Qué cree? El Mesías no va a llegar porque ya llegó hace mucho tiempo pero no nos conviene reconocerlo.
El Mesías soy Yo y Usted y también su vecino y el que vive distante, el único mesías que puede redimirnos esta en nosotros mismos, nadie vendrá de fuera para remediarnos nuestros problemas, podrá recibir apoyo en momentos difíciles, alguien lo puede usar para hacerse de unos pesos en su nombre pero la redención definitiva esta en Usted mismo.
Adoptar la posición de que alguien nos deba resolver nuestros problemas, es caminar por el sendero de la desesperanza anunciada, es actuar en forma irresponsable.
Ya basta de una ideología perversa donde unos deban de remediar los problemas de otros, donde los que trabajan deban de mantener a los holgazanes.
Hoy tenemos que hacer un llamado a la responsabilidad, que cada quien asuma la culpa de sus penas, que cada quien pague por sus errores, que cada quien resuelva sus problemas porque resolviendo nuestros problemas estaremos resolviendo los problemas de la sociedad.
Ya basta de luchar por los que menos tienen, hoy debemos de preguntarnos que responsabilidad tiene una persona en ser pobre, porque tenemos el ejemplo de miles de personas que han abandonado la pobreza a base de sacrificios, esfuerzos y trabajo y la pregunta sería y los demás ¿Por qué no?
Como podemos entender que un hombre fuerte de 20 años en plenitud de su vida reciba una ayuda económica en forma permanente por el único hecho de ser pobre,
¿Como es posible que nos desgarremos las vestiduras porque alguien tiene mas que otro, sin hablar de trabajo y esfuerzo?
¿Cómo es posible que el motor mas fuerte de nuestra política sea la envidia, y nuestras leyes protejan al holgazán y acosen al trabajador?
¿Cuándo entenderemos que no habrá cambio en la sociedad, si no cambiamos nosotros primero?
¿Cuándo aparecerá el político que exija trabajo, disciplina y respeto a sus seguidores?
¿Cuándo entenderemos que la democracia se hace con demócratas, no con farsantes?
Chihuahua esta copada por la maldad, se extorsiona y secuestra a quienes han construido y mantienen la economía y ponemos nuestra esperanza en que alguien ha de llegar para liberarnos de estos delincuentes pero jamás ponemos en la mesa de discusión el como se generaron estos delincuentes, estos no llegaron de lejos, salieron de nuestra sociedad, tienen una ideología, todo acto es precedido por una idea, conciente o inconciente pero finalmente una idea.
Si seguimos diciendo que el desempleo genera delincuencia de lo por seguro que así será, si seguimos diciendo que tenemos una deuda con los pobres, ellos se cobrarán de la manera que encuentren.
Hoy me comentaban el caso de una mujer que recorre las calles con siete niños tocando las puertas y exigiendo dinero, mi amiga no tenía en ese momento y uno de los niños armado con un picahielo le poncho las llantas de su camioneta, “pinches ricos” decía.
¿Habrá un valiente que le pregunte a esta señora, si necesitaba ayuda cuando se revolcaba con el primero que encontraba?
Porque no podemos dividir el mundo entre pobres y ricos y santificar a unos y satanizar a otros, el tener no es obligación de dar, ni el no tener derecho de arrebatar.
La pobreza no puede dar derechos de propiedad sobre lo que pertenece a otros.
Necesitamos urgentemente clarificar las ideas, nadie vendrá de fuera para resolver nuestros problemas, necesitamos líderes que coordinen nuestros esfuerzos, no mesías que nos resuelvan nuestras carencias, necesitamos unificar nuestras ideas y establecer compromisos para alcanzar nuestras metas como sociedad, no un pastor que nos guíe a la tierra prometida.
Ungido por la gracia de Doña Beatriz Paredes aparece el primer redentor, Don Cesar Duarte emocionando a los que esperan que la justicia les haga revolución, o como dicen en mi pueblo que les ponga ”dondiay” .
El club de Tobi elige a dos para que se hagan garras, pongan a hervir a la fanaticada panista deseosa de sangre amiga.
Carlos Borruel, un tipo culto y preparado, un político exitoso que ha mantenido un buen perfil como periodista, regidor, diputado y mas recientemente presidente municipal de Chihuahua, sus grandes defectos no se conocen aún, pero no tardaran los panistas Cuaronistas en encontrarlos y magnificarlos en esta contienda interna.
Pablo Cuarón, un empresario exitoso, reconocido por la sociedad como un hombre íntegro, trabajador, honesto, ocupado de cuestiones sociales desde el empresariado, poseedor de una trayectoria impecable, 35 años trabajando en organizaciones ciudadanas de apoyo a la sociedad, en forma altruísta y sin paga.
Su trabajo le ha merecido el respeto de quienes lo han tratado, pronto los Borruelistas se encargarán de enlodar su prestigio e imagen, así funcionan los bolillos.
Los “Tetistas” han corrido a postrarse a los pies de Cesar para manifestarle que ellos siempre creyeron que el era el bueno y que están dispuestos a lo que el señor quiera y mande, disciplina absoluta i.. i..ñor.
Por su parte los panistas parecen despertar del letargo en que cayeron producto de sus frustraciones y toman bando para dar la pelea en las internas y demostrar lo duro que son en la autocrítica y la autodestrucción.
Y el pueblo en general espera que ahora si el Mesías que ha de venir realice el cambio que tanto han estado esperando y que realizará aquel que en las votaciones reúna mas votos.
El mesianismo no es nada nuevo, los judíos llevan esperando al mesías 5769 años, el que ha de venir para liberarlos y gobernar la tierra.
En México no nos quedamos atrás y el mesianismo nos ha acompañado por mucho tiempo y con brotes intensos como cuando viéramos a López el pillo aparecer como el salvador de México después de los destrozos que hizo
el redentor de pacotilla de apellido Echeverría.
Tendríamos un brote gigantesco de mesianismo con el “rajyito de ejperanza” que sacaría a los pobres de su miseria quitándole a los pirrurris su riqueza y estableciendo en México la nueva Cuba y el proyecto Bolivariano de un talugo Chávez.
Y pasarán décadas, siglos y milenios y seguiremos esperando al mesías que ha de llegar a corregir todos nuestros problemas.
Pero ¿Qué cree? El Mesías no va a llegar porque ya llegó hace mucho tiempo pero no nos conviene reconocerlo.
El Mesías soy Yo y Usted y también su vecino y el que vive distante, el único mesías que puede redimirnos esta en nosotros mismos, nadie vendrá de fuera para remediarnos nuestros problemas, podrá recibir apoyo en momentos difíciles, alguien lo puede usar para hacerse de unos pesos en su nombre pero la redención definitiva esta en Usted mismo.
Adoptar la posición de que alguien nos deba resolver nuestros problemas, es caminar por el sendero de la desesperanza anunciada, es actuar en forma irresponsable.
Ya basta de una ideología perversa donde unos deban de remediar los problemas de otros, donde los que trabajan deban de mantener a los holgazanes.
Hoy tenemos que hacer un llamado a la responsabilidad, que cada quien asuma la culpa de sus penas, que cada quien pague por sus errores, que cada quien resuelva sus problemas porque resolviendo nuestros problemas estaremos resolviendo los problemas de la sociedad.
Ya basta de luchar por los que menos tienen, hoy debemos de preguntarnos que responsabilidad tiene una persona en ser pobre, porque tenemos el ejemplo de miles de personas que han abandonado la pobreza a base de sacrificios, esfuerzos y trabajo y la pregunta sería y los demás ¿Por qué no?
Como podemos entender que un hombre fuerte de 20 años en plenitud de su vida reciba una ayuda económica en forma permanente por el único hecho de ser pobre,
¿Como es posible que nos desgarremos las vestiduras porque alguien tiene mas que otro, sin hablar de trabajo y esfuerzo?
¿Cómo es posible que el motor mas fuerte de nuestra política sea la envidia, y nuestras leyes protejan al holgazán y acosen al trabajador?
¿Cuándo entenderemos que no habrá cambio en la sociedad, si no cambiamos nosotros primero?
¿Cuándo aparecerá el político que exija trabajo, disciplina y respeto a sus seguidores?
¿Cuándo entenderemos que la democracia se hace con demócratas, no con farsantes?
Chihuahua esta copada por la maldad, se extorsiona y secuestra a quienes han construido y mantienen la economía y ponemos nuestra esperanza en que alguien ha de llegar para liberarnos de estos delincuentes pero jamás ponemos en la mesa de discusión el como se generaron estos delincuentes, estos no llegaron de lejos, salieron de nuestra sociedad, tienen una ideología, todo acto es precedido por una idea, conciente o inconciente pero finalmente una idea.
Si seguimos diciendo que el desempleo genera delincuencia de lo por seguro que así será, si seguimos diciendo que tenemos una deuda con los pobres, ellos se cobrarán de la manera que encuentren.
Hoy me comentaban el caso de una mujer que recorre las calles con siete niños tocando las puertas y exigiendo dinero, mi amiga no tenía en ese momento y uno de los niños armado con un picahielo le poncho las llantas de su camioneta, “pinches ricos” decía.
¿Habrá un valiente que le pregunte a esta señora, si necesitaba ayuda cuando se revolcaba con el primero que encontraba?
Porque no podemos dividir el mundo entre pobres y ricos y santificar a unos y satanizar a otros, el tener no es obligación de dar, ni el no tener derecho de arrebatar.
La pobreza no puede dar derechos de propiedad sobre lo que pertenece a otros.
Necesitamos urgentemente clarificar las ideas, nadie vendrá de fuera para resolver nuestros problemas, necesitamos líderes que coordinen nuestros esfuerzos, no mesías que nos resuelvan nuestras carencias, necesitamos unificar nuestras ideas y establecer compromisos para alcanzar nuestras metas como sociedad, no un pastor que nos guíe a la tierra prometida.
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