Re: VALIENDO MADRE LLAMANDO al SANTO
Se resiste a robo; es la víctima 1000
26 Septiembre 2008
Actualizado: 01:13 AM hora de Cd. Juárez
Armando Rodríguez
El Diario
Con el propósito de asaltarlo, un hombre de entre 65 y 70 años fue asesinado ayer de un balazo en el tórax en el estacionamiento de un centro comercial, hecho que vino a registrarse como el homicidio doloso número mil en lo que va del 2008 en Ciudad Juárez y el Valle, según un seguimiento periodístico realizado por El Diario.
José Carlos Marrero Borges evitó que le quitaran su dinero, pero no pudo impedir que se llevaran su vida.
Recibió un balazo en el pecho y se mantuvo con vida por lo menos 10 minutos. Murió cuando los paramédicos de la Cruz Roja le daban los primeros auxilios.
No era la primera vez que José Carlos acudía a la casa de cambio de la Plaza del Trigal, ubicada en la avenida Gómez Morín y Del Trigal.
Este jueves a las 2 de la tarde fue al negocio como en otras ocasiones, pero antes de bajarse de su auto ya era esperado por un hombre que pretendía despojarlo de su dinero.
Los primeros informes de la Policía señalan que la víctima llegó a bordo de su auto Oldsmobile de modelo antiguo, con placas fronterizas 825 SCV5, para cambiar ocho mil pesos por dólares en una casa de cambio denominada Súper Cambios.
Cuando Marrero Borges estacionó su vehículo y apagó el motor para alistarse a descender de su unidad, fue abordado por un individuo de complexión obesa, con barba de candado y cachucha.
El delincuente le mostró una pistola al conductor y no le permitió que bajara de su auto, luego pretendió quitarle el dinero.
José Carlos optó por oponer resistencia y empezó a forcejear con el ladrón.
“Empezó a gritar y a pedir auxilio, pero de pronto se escuchó un solo balazo”, dijo una persona que trabaja en uno de los locales del centro comercial.
Frente al lugar donde sucedió el ataque, había por lo menos ocho personas trabajando en la remodelación de un local comercial.
Según los obreros, ellos sólo escucharon la detonación, por lo que al voltear la vista hacia el auto de la víctima, vieron cuando el asesino emprendió la huida a pie y después se subió a un auto Mazda, dos puertas, de color rojo pero con algunas partes de su carrocería despintadas.
El dinero que pretendía llevarse el asaltante quedó esparcido en el asiento delantero del auto donde Marrero Borges quedó herido de muerte.
Los comerciantes del sector se comunicaron al servicio de emergencia, por lo que una ambulancia de la Cruz Roja acudió al sitio.
Los paramédicos, después de 10 minutos de tratar de reanimar a la víctima, establecieron que ya no presentaba signos vitales.
El centro comercial fue cercado por decenas de policías y curiosos, quienes en tono de ironía llegaron a preguntar a los reporteros si se trataba del homicidio número mil.
La casa de cambio, a donde se dirigía el hombre asesinado, cerró sus puertas inmediatamente después del asesinato y permaneció bloqueada durante la mayor parte de la tarde.
Hasta el momento no se han registrado detenciones ni se ha identificado al hombre que asesinó a Marrero Borges.
Se resiste a robo; es la víctima 1000
26 Septiembre 2008
Actualizado: 01:13 AM hora de Cd. Juárez
Armando Rodríguez
El Diario
Con el propósito de asaltarlo, un hombre de entre 65 y 70 años fue asesinado ayer de un balazo en el tórax en el estacionamiento de un centro comercial, hecho que vino a registrarse como el homicidio doloso número mil en lo que va del 2008 en Ciudad Juárez y el Valle, según un seguimiento periodístico realizado por El Diario.
José Carlos Marrero Borges evitó que le quitaran su dinero, pero no pudo impedir que se llevaran su vida.
Recibió un balazo en el pecho y se mantuvo con vida por lo menos 10 minutos. Murió cuando los paramédicos de la Cruz Roja le daban los primeros auxilios.
No era la primera vez que José Carlos acudía a la casa de cambio de la Plaza del Trigal, ubicada en la avenida Gómez Morín y Del Trigal.
Este jueves a las 2 de la tarde fue al negocio como en otras ocasiones, pero antes de bajarse de su auto ya era esperado por un hombre que pretendía despojarlo de su dinero.
Los primeros informes de la Policía señalan que la víctima llegó a bordo de su auto Oldsmobile de modelo antiguo, con placas fronterizas 825 SCV5, para cambiar ocho mil pesos por dólares en una casa de cambio denominada Súper Cambios.
Cuando Marrero Borges estacionó su vehículo y apagó el motor para alistarse a descender de su unidad, fue abordado por un individuo de complexión obesa, con barba de candado y cachucha.
El delincuente le mostró una pistola al conductor y no le permitió que bajara de su auto, luego pretendió quitarle el dinero.
José Carlos optó por oponer resistencia y empezó a forcejear con el ladrón.
“Empezó a gritar y a pedir auxilio, pero de pronto se escuchó un solo balazo”, dijo una persona que trabaja en uno de los locales del centro comercial.
Frente al lugar donde sucedió el ataque, había por lo menos ocho personas trabajando en la remodelación de un local comercial.
Según los obreros, ellos sólo escucharon la detonación, por lo que al voltear la vista hacia el auto de la víctima, vieron cuando el asesino emprendió la huida a pie y después se subió a un auto Mazda, dos puertas, de color rojo pero con algunas partes de su carrocería despintadas.
El dinero que pretendía llevarse el asaltante quedó esparcido en el asiento delantero del auto donde Marrero Borges quedó herido de muerte.
Los comerciantes del sector se comunicaron al servicio de emergencia, por lo que una ambulancia de la Cruz Roja acudió al sitio.
Los paramédicos, después de 10 minutos de tratar de reanimar a la víctima, establecieron que ya no presentaba signos vitales.
El centro comercial fue cercado por decenas de policías y curiosos, quienes en tono de ironía llegaron a preguntar a los reporteros si se trataba del homicidio número mil.
La casa de cambio, a donde se dirigía el hombre asesinado, cerró sus puertas inmediatamente después del asesinato y permaneció bloqueada durante la mayor parte de la tarde.
Hasta el momento no se han registrado detenciones ni se ha identificado al hombre que asesinó a Marrero Borges.
Comment