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anula tu voto

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  • Re: anula tu voto

    Los críticos del voto nulo

    Sociedad y Poder /
    Raúl Trejo Delarbre.-

    Con pocas excepciones -José Woldenberg, Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Navarrete, entre algunos otros- los críticos de la anulación del voto han replicado con ignorancia y autoritarismo e incluso con posiciones un tanto histéricas. La propuesta, que brincó de Internet a los medios y que se adentra paulatinamente en la sociedad mexicana, agarró desprevenidos a muchos comentaristas y, desde luego, a la llamada clase política.

    La propagación de esa iniciativa, hace algunos días, puso fuera de balance a numerosos dirigentes. Habituados a disputar consensos y votos con interlocutores dentro de la institucionalidad política, líderes de todos los partidos reaccionaron con inseguridad y agresividad. “Demagógicos y peligrosos” consideró Jesús Ortega que son los llamados a cruzar la boleta sin preferir a un solo candidato. Germán Martínez Cazares, por su parte, ha despotricado contra los que llama “pontífices del voto nulo“.

    Lo que no han querido o no han podido hacer esos y otros dirigentes políticos, es preguntarse por qué la anulación del voto ha sido sugerida desde segmentos tan diversos e incluso discordantes del entramado ideológico mexicano. Cualquier vistazo a las trayectorias públicas y a las preferencias políticas de muchos de quienes apuestan por el voto nulo desmentirá la tesis de la conspiración que con tanta desfachatez han esgrimido algunos líderes partidarios.

    La idea de anular el voto no es patrimonio de las derechas ni de las izquierdas. Con ella coinciden críticos de todos los partidos y antagonistas específicos de algunos de ellos, decepcionados de la política realmente existente y descontentos con abusos, privilegios y excesos que han sido perpetrados desde todos los colores partidarios.

    A los dirigentes políticos convencionales -que se encuentran en todos los partidos- les ha resultado imposible entender una protesta que no se escuda en un partido específico, que no se adhiere a uno de ellos para descalificar a otro, que no se encauza por las vías tradicionales del quehacer político.

    Heterogéneo y no carente de contradicciones entre los intereses y afanes de sus variados promotores, el movimiento por la anulación del voto no es adverso a la institucionalidad política. Algunos críticos de esa iniciativa sostienen que se desentiende de la esforzada marcha que hemos debido mantener para construir nuestra imperfecta pero tangible democracia electoral. Pero no han podido advertir que la anulación del voto es antes que nada una reivindicación del sufragio.

    El día de las elecciones miles de ciudadanos irán a las casillas, aguardarán su turno, cumplirán con todos los requisitos legales y en vez de apoyar a un candidato o un partido anularán su voto. Es un desperdicio, dicen algunos cuestionadores de esa medida. Están socavando la democracia, claman los más exasperados.

    Pero no se trata de un despilfarro sino de una utilización crítica del voto. ¿Por qué, para expresar nuestra preferencia, hemos de escoger entre el menú de partidos que se nos presenta? ¿Por qué no vamos a tener derecho a decir que ninguna de esas opciones nos gusta? ¿Por qué debemos limitarnos a votar por el menos peor? Ese es el sentido de la anulación. No se trata de un atentado sino de una reivindicación de la democracia.

    Más allá de las expectativas que cada quien pueda tener con esa acción, los ciudadanos que anulen la boleta estarán votando con la esperanza de que en elecciones próximas haya opciones políticas que sí les satisfagan.

    Eso es lo que, desde su formalismo autodefensivo, no comprenden los políticos tradicionales. El voto nulo no es contra el sistema político sino contra el comportamiento de los partidos que ahora tenemos.

    Por eso, encerrados en los esquemas que habitualmente utilizan para evaluar y enfrentar los asuntos públicos, algunos dirigentes y candidatos juzgan la anulación del voto como un atentado contra sus propios intereses. Así, colocado por encima pero no al margen de los partidos ya que aún maneja dos franquicias (PT y Convergencia) López Obrador dice que el voto nulo “beneficia al PRI y al PAN“. El panista César Nava, candidato a diputado, asegura que la anulación del voto perjudica al PAN y “beneficia al PRI”. El priista Eugenio Hernández Flores, gobernador de Tamaulipas, advierte que el voto nulo “desfavorece a México” y que es nocivo para la democracia.

    La suspicacia que comparten esos y otros personajes para evaluar la misma iniciativa ha sido reveladora de su incapacidad para entenderla. Lo mismo sucede en la autoridad electoral. El presidente del IFE, Leonardo Valdés, dice que los votos anulados “no tienen ninguna consecuencia, ni política ni jurídica”.

    Ya sabemos que se mezclarán con los anulados por equivocación, que no puede haber un inventario de las diversas frases y modalidades de anulación, que aunque fuese con poquitos votos a los próximos diputados los elegirán quienes apuesten por una opción partidaria específica. Pero eso no implica que los votos anulados no tengan validez jurídica. La tienen, de manera tan puntual, que la autoridad electoral está obligada a contarlos y a informar cuántos fueron.

    Consecuencias políticas, aunque traspasen la institucionalidad tradicional, el voto nulo evidentemente las tiene. El presidente del IFE se equivoca al descalificar con tanta ligereza el propósito de algunos ciudadanos (muchos o pocos, quizá no será lo más relevante) interesados en anular su voto. Semanas antes de la elección el voto nulo inquieta, irrita, incomoda e interesa. De algo está sirviendo.

    http://sociedad.wordpress.com
    Siguen sumandose voces.

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    • Re: anula tu voto

      Votar o no votar

      Día con día
      Héctor Aguilar Camín


      2009-06-09 • Al Frente


      Simpatizo con el movimiento abstencionista de estas horas, mediante la anulación del voto, porque siento que expresa la frustración, la molestia y aún el hartazgo de muchos ciudadanos respecto de ciertas regresiones de nuestro sistema de partidos y nuestra legislación electoral.

      En los últimos años, políticos y partidos nos han arrebatado certidumbres que habíamos ganado en décadas de reforma: la confianza en la limpieza de las elecciones y la confianza en la imparcialidad del árbitro.

      Los partidos se han servido con la cuchara grande, cerrando el paso a otros, sometiendo al árbitro, blindándose contra la crítica de sus competidores durante las campañas, y erigiéndose en dueños de la carrera política de todos los aspirantes a tener una.

      La protesta del año 2006 y la reforma electoral que siguió disminuyeron la calidad de nuestra democracia, los niveles de confianza pública en sus resultados.

      La marejada anulacionista expresa de un modo difuso en sus medios, pero absoluto en sus fines, la amarga certidumbre de haber perdido algo fundamental de nuestra vida pública que habíamos ganado: el poder de los votantes sobre los candidatos, el poder de los ciudadanos sobre sus políticos.

      Me preguntan algunos lectores qué haré yo el 5 de julio: votar o abstenerme.

      Respondo que generalmente me abstengo en las elecciones intermedias, o al menos en la mayor parte de sus opciones (diputado federal, diputado local, delegado).

      Desde hace muchos años me pongo como condición para votar en las elecciones intermedias que alguno de los candidatos contendientes establezca alguna conexión específica con los habitantes de mi cuadra o mi manzana, o ponga frente a mí algo preciso que pueda hacer luego de la elección y que me parezca interesante o convincente.

      Suele no suceder ninguna de las dos cosas y suelo no votar en las elecciones intermedias. Estamos a menos de un mes de las elecciones de julio de 2009 y voy por el mismo camino.

      De los candidatos que piden mi voto no he visto sino anuncios en la calle ofreciendo vaguedades. Parece que, siguiendo mi viejo método, voy a abstenerme de todas formas, pero no lo sé de cierto, ni creo que importe.

      Si el movimiento abstencionista logra articular algunas demandas precisas de cambio en torno a su rechazo de las urnas, me sumaré a ellas, vote o no vote en julio.

      Ya me parece bien que su mensaje de hartazgo inquiete a partidos y autoridades, y se haya vuelto un tema de debate más interesante que la misma elección.

      hector.aguilarcamin@milenio.com

      http://impreso.milenio.com/node/8588813
      Otro más. bla bla bla bla 10.

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      • Re: anula tu voto

        Originalmente publicado por n3p Ver post
        Otro más. bla bla bla bla 10.
        ¡No mames! ¡Héctor Aguilar Camín es el más pendejo entre los pendejos! A mí me daría pena ponerlo como apoyo.

        ¿Pero quién más podría apoyar una campaña pendeja? ¡Pues puros pendejos!

        Sin embargo, hoy estuve meditando este asunto del voto nulo y, aunque no lo apoye, ya no lo veo tan mal.

        Veamos: si existe alguien tan pero tan estúpido como para dejarse tomar el pelo de esta manera, es lógico suponer que si votara realmente lo haría completamente a lo bruto, sin razonar. Votantes así mejor que se autoeliminen, no sirven para nada.

        Aquí explico por qué:

        Un votante tan bruto, seguramente se hiría por un partido como el PAN o el PRD. Por el PAN porque seguramente se creería las campañas de éxito de Calderón, creería que este güey en verdad salvó al mundo de la influenza y que está ganándole la guerra a los narcos, todo esto, claro, para proteger a las familias mexicanas de las garras de la drogadicción.

        O tal vez votaría por el PRD, porque la escuincla esa ya le habría enternecido y pensaría que votar por el PRD sería votar por la niñez precoz o algo así.

        No incluyo al PRI porque ni el más imbécil de los imbéciles votaría por el PRI, y en México la mayoría ya tiene ese nivel de imbecilidad, así que no es necesario ocuparse de ellos.

        Silvia
        Forista Rubí
        Last edited by Silvia; 10-junio-2009, 03:18.
        "Miembra" destacada del "Odio Organizado"...

        Comment


        • Re: anula tu voto

          Originalmente publicado por Beaner Ver post
          Coincido...todo aquel que lo anule después no tiene derecho a quejarse de nada por no ejercer su voto.
          Es ejercer el voto, me parece presuntuoso que porque no te gusta digas que no es ejercerlo.

          Quienes vamos a anular el voto no creemos en los partidos. Así de simple. En ninguno.
          Mi blog.
          sigpic

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          • Re: anula tu voto

            Originalmente publicado por jm4847 Ver post
            Es ejercer el voto, me parece presuntuoso que porque no te gusta digas que no es ejercerlo.

            Quienes vamos a anular el voto no creemos en los partidos. Así de simple. En ninguno.

            Tienes toda la razón. EL frijolero ya se parece a la desacreditada iglesia católica y a todos los políticos que padecemos, sin excluir a ninguno. Ellos no están a favor de las demandas populares. Están a favor del statuo quo, de los tres dueños del país, Don Carlo$ $lim, Don Emilio A$carraga Jean y Don Ricardo $alina$ Pliego, los patrones de toooodos los políticos.

            Ellos si que manejan toda la información del país, en su beneficio

            Saludos


            Rafael Norma
            Forista Turquesa
            Last edited by Rafael Norma; 10-junio-2009, 06:58.

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            • Re: anula tu voto

              Nos llevan por mucho la delantera….



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              • Re: anula tu voto

                IGUALITOS QUE LA GEHEIME STAATS POLIZEI (GESTAPO) DE LOS NAZIS,
                NO IMPORTA QUE SEAN BRAGUETAS PERSIGNADAS AZULES



                Rafael Norma
                Forista Turquesa
                Last edited by Rafael Norma; 10-junio-2009, 08:54.

                Comment


                • Re: anula tu voto

                  Voto en blanco: ¿una buena elección?

                  Como producto del desencanto político en México, ha tomado fuerza en el país, a través de los medios electrónicos, una propuesta para anular votos en las elecciones legislativas que tendrán lugar el próximo 5 de julio.

                  Sigue...

                  http://newsforums.bbc.co.uk/ws/es/th...a?forumID=9106
                  Ya se convirtió en noticia mundial

                  Comment


                  • Re: anula tu voto

                    Tus expoliadores de siempre.

                    Vota por ellos y seguro que te expoliarán todavía más.

                    Acuérdate que Cristo Jesús dijo que si te abofetean, pusieras la otra mejilla


                    “ama nesciri” dice la Imitación de Cristo. “ Ama ser Ignorado”. Sólo estamos contentos con nosotros mismos y con el mundo, si nos conformamos a este precepto.

                    Emil Michel Ciorán.


                    Comment


                    • Re: anula tu voto

                      Originalmente publicado por n3p Ver post
                      Ya se convirtió en noticia mundial
                      ¡Chin! ¡Ahora todo el mundo sabe que hay mexicanos extremadamente estúpidos!






                      Fe de erratas: Un votante tan bruto, seguramente se hiría... Quise decir: "iría".
                      Silvia
                      Forista Rubí
                      Last edited by Silvia; 10-junio-2009, 12:12.
                      "Miembra" destacada del "Odio Organizado"...

                      Comment


                      • Re: anula tu voto

                        Originalmente publicado por Silvia Ver post
                        ¡Chin! ¡Ahora todo el mundo sabe que hay mexicanos extremadamente estúpidos!






                        Fe de erratas: Un votante tan bruto, seguramente se hiría... Quise decir: "iría".
                        A qué el mocoso éste del bibis o beagle o como puñeta se le antoje llamarse.... que ahora se hace pasar por vieja

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                        • Re: anula tu voto

                          Muy interesante.

                          -----
                          Mauricio Merino.

                          Estamos enojados con la clase política que nos gobierna. Estamos ofendidos, pues no sólo han sido incapaces de entender y resolver los problemas principales del país, sino que se han repartido dinero a manos llenas y, con una frecuencia vergonzante, han asumido actitudes tan irresponsables como deleznables en el ejercicio de sus atribuciones. A veces dan ganas de arrojarles zapatos en sus conferencias. Dan ganas de echarles a perder su fiesta electoral: de lograr que cada voto se vuelva una mentada y darles la espalda colectiva.

                          Pero me pregunto si, más allá de ese estallido adolescente y furibundo, tiene algún sentido democrático la campaña desplegada a favor del voto nulo. Si vale la pena convocar a no elegir, porque nadie se merece nada: ningún partido, ningún candidato, ningún político, pues según esa campaña todos son exactamente iguales. Y nosotros, sin ninguna duda (añadiría ese movimiento, entre líneas), somos moralmente mejores. Tanto, que hemos decidido defender la democracia convocando al voto, pero sin partidos, sin candidatos, sin políticos. Una democracia ideal, incluso idílica, en la que solamente habría una sociedad civil articulada, sin diferencias, idéntica a sí misma y muy participativa. Lo malo de la democracia es que hay partidos; lo malo de las elecciones es que hay que elegir entre ellos.

                          De otro lado, veo que el alcance y el tono desplegado alrededor de esta campaña complace mucho a quienes se han opuesto, de manera obstinada y sistemática, al régimen de partidos que arrojó la transición y al modelo de competencia política que generó la última reforma electoral. Es cierto que tampoco son un coro griego y que entre ellos también hay diferencias (a despecho de su situación en el terreno de la sociedad civil). Pero las televisoras no le han hecho malos ojos a la idea de poner el pie a los partidos, con la esperanza de que sus tropiezos les devuelvan el dinero y la influencia política que les arrebataron en 2007. Mientras más agravios haya en contra de la democracia partidaria, mientras más fracasos se acumulen en su desempeño, mejores noticias habrá para los poderes fácticos. Es una ecuación muy simple. Y más todavía cuando el movimiento que llama a boicotear las elecciones y vulnerar al sistema de partidos no nació (como de hecho ha sucedido antes) entre las filas del EZLN o del EPR o incluso de López Obrador, sino de las buenas conciencias de nuestra clase media acomodada.

                          Y por lo demás, no sólo hay datos que nos dicen, obstinadamente, que la mayoría de los electores sigue teniendo preferencias claras por algún partido (apenas ayer este diario nos decía que cerca de 75% de los electores ya decidió a quién le otorgará su voto), sino que además el sistema legal electoral no registrará las distintas modalidades de anulación del voto que han previsto los airados promotores de esta convocatoria. Lo mismo dará tachar toda la boleta que escribir una mentada, que votar por doña Esperanza Marchita o poner una leyenda que diga: Así no. Todos esos votos serán nulos por igual y así se consignarán en las actas posteriores.

                          Peor aún: mientras más votos nulos haya, mayor será la votación total emitida. Y es este dato (todos los votos emitidos, sin excepción) el que sirve para calcular el porcentaje que deben obtener los partidos emergentes que quieren quedarse en la contienda. Una vez calculado ese dato, si algún partido no logra el 2% mínimo para conservar su registro, todos sus votos y todos los nulos se restarán, así nomás, para establecer la llamada votación nacional emitida, a partir de la cual se reparten las curules de representación proporcional. Dicho de otro modo: mientras más votos nulos haya, mejor será para los partidos grandes. Aumenta su probabilidad de quitarse competidores y, al mismo tiempo, de obtener un mayor número de asientos en la Cámara de Diputados.

                          Los militantes de la anulación del voto nos han dicho, una y otra vez, que solamente quieren expresar su incomodidad con la situación en la que estamos. Que no quieren contradecir la democracia. Y no sólo han logrado que durante varios días su propuesta haya sido motivo de debate (con lo cual ya ganaron lo fundamental), sino que probablemente las elecciones de 2009 serán recordadas luego por esta campaña, en particular. Haiga sido como haiga sido, su indignación ya tuvo efecto y puede ser que, a la postre, tenga aún más éxito.

                          Por mi parte, me gustaría mucho que fueran menos optimistas y menos complacientes con su posición. Y me encantaría que, después de este movimiento, enarbolaran otro a favor de la rendición de cuentas de los poderosos hacia los ciudadanos y del rescate de los espacios públicos que las oligarquías, los oligopolios y las buenas conciencias que los acompañan nos han arrebatado.
                          -----

                          http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/44463.html

                          Comment


                          • Re: anula tu voto

                            Originalmente publicado por cubo Ver post
                            Muy interesante.

                            -----
                            Mauricio Merino.

                            Estamos enojados con la clase política que nos gobierna. Estamos ofendidos, pues no sólo han sido incapaces de entender y resolver los problemas principales del país, sino que se han repartido dinero a manos llenas y, con una frecuencia vergonzante, han asumido actitudes tan irresponsables como deleznables en el ejercicio de sus atribuciones. A veces dan ganas de arrojarles zapatos en sus conferencias. Dan ganas de echarles a perder su fiesta electoral: de lograr que cada voto se vuelva una mentada y darles la espalda colectiva.

                            Pero me pregunto si, más allá de ese estallido adolescente y furibundo, tiene algún sentido democrático la campaña desplegada a favor del voto nulo. Si vale la pena convocar a no elegir, porque nadie se merece nada: ningún partido, ningún candidato, ningún político, pues según esa campaña todos son exactamente iguales. Y nosotros, sin ninguna duda (añadiría ese movimiento, entre líneas), somos moralmente mejores. Tanto, que hemos decidido defender la democracia convocando al voto, pero sin partidos, sin candidatos, sin políticos. Una democracia ideal, incluso idílica, en la que solamente habría una sociedad civil articulada, sin diferencias, idéntica a sí misma y muy participativa. Lo malo de la democracia es que hay partidos; lo malo de las elecciones es que hay que elegir entre ellos.

                            De otro lado, veo que el alcance y el tono desplegado alrededor de esta campaña complace mucho a quienes se han opuesto, de manera obstinada y sistemática, al régimen de partidos que arrojó la transición y al modelo de competencia política que generó la última reforma electoral. Es cierto que tampoco son un coro griego y que entre ellos también hay diferencias (a despecho de su situación en el terreno de la sociedad civil). Pero las televisoras no le han hecho malos ojos a la idea de poner el pie a los partidos, con la esperanza de que sus tropiezos les devuelvan el dinero y la influencia política que les arrebataron en 2007. Mientras más agravios haya en contra de la democracia partidaria, mientras más fracasos se acumulen en su desempeño, mejores noticias habrá para los poderes fácticos. Es una ecuación muy simple. Y más todavía cuando el movimiento que llama a boicotear las elecciones y vulnerar al sistema de partidos no nació (como de hecho ha sucedido antes) entre las filas del EZLN o del EPR o incluso de López Obrador, sino de las buenas conciencias de nuestra clase media acomodada.

                            Y por lo demás, no sólo hay datos que nos dicen, obstinadamente, que la mayoría de los electores sigue teniendo preferencias claras por algún partido (apenas ayer este diario nos decía que cerca de 75% de los electores ya decidió a quién le otorgará su voto), sino que además el sistema legal electoral no registrará las distintas modalidades de anulación del voto que han previsto los airados promotores de esta convocatoria. Lo mismo dará tachar toda la boleta que escribir una mentada, que votar por doña Esperanza Marchita o poner una leyenda que diga: Así no. Todos esos votos serán nulos por igual y así se consignarán en las actas posteriores.

                            Peor aún: mientras más votos nulos haya, mayor será la votación total emitida. Y es este dato (todos los votos emitidos, sin excepción) el que sirve para calcular el porcentaje que deben obtener los partidos emergentes que quieren quedarse en la contienda. Una vez calculado ese dato, si algún partido no logra el 2% mínimo para conservar su registro, todos sus votos y todos los nulos se restarán, así nomás, para establecer la llamada votación nacional emitida, a partir de la cual se reparten las curules de representación proporcional. Dicho de otro modo: mientras más votos nulos haya, mejor será para los partidos grandes. Aumenta su probabilidad de quitarse competidores y, al mismo tiempo, de obtener un mayor número de asientos en la Cámara de Diputados.

                            Los militantes de la anulación del voto nos han dicho, una y otra vez, que solamente quieren expresar su incomodidad con la situación en la que estamos. Que no quieren contradecir la democracia. Y no sólo han logrado que durante varios días su propuesta haya sido motivo de debate (con lo cual ya ganaron lo fundamental), sino que probablemente las elecciones de 2009 serán recordadas luego por esta campaña, en particular. Haiga sido como haiga sido, su indignación ya tuvo efecto y puede ser que, a la postre, tenga aún más éxito.

                            Por mi parte, me gustaría mucho que fueran menos optimistas y menos complacientes con su posición. Y me encantaría que, después de este movimiento, enarbolaran otro a favor de la rendición de cuentas de los poderosos hacia los ciudadanos y del rescate de los espacios públicos que las oligarquías, los oligopolios y las buenas conciencias que los acompañan nos han arrebatado.
                            -----

                            http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/44463.html
                            ¿Optimistas? ¿Complacientes?

                            ¡Qué no manche el autor! " Ama ser ignorado,"....


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                            • Re: anula tu voto

                              El 10 de junio de 2009 13:37, Demetrio Sosa Pulido escribió:


                              El próximo 5 de julio votaré con un tachón sobre las boletas.

                              México está envuelto hoy en la controversia política de más interés en los últimos tiempos.

                              Una elección en que no se decide la Presidencia de la República, que generalmente atrae poca atención y votantes, se ha colocado en forma súbita como tema de discusiones, polémicas, conversaciones y hasta pleitos familiares. El voto ha cobrado importancia gracias a la presencia abrumadora de ciudadanos que se oponen a depositarlo en las condiciones legales vigentes. Las consideran injustas, contrarias a la esencia de la democracia que es el derecho de elegir a sus gobernantes. El corsé explotó y la voluntad asusta a los dueños del mecanismo. Su impunidad y arrogancia los hizo olvidar que Lucifer no se fue al infierno por malo, sino por soberbio. Ahora son llamados a juicio mediante un procedimiento inesperado: el voto nulo.

                              Se abren posibilidades que es conveniente no confundir a la hora del voto. Cuatro entre las que me envían lectores iracundos son las más abundantes: no ir a votar, ir a escribir una mentada de madre en cada boleta, ir y dejar todo en blanco, ir a tachar cada nombre y logotipo.

                              No ir a votar es una conducta confusa: la abstención es característica de toda votación en México, su porcentaje suele ser altísimo y en la coyuntura próxima puede atribuirse a viejos vicios y no a este fenómeno de protesta popular. Si queremos expresar nuestro desacuerdo no podemos quedarnos en casa. Hay que ir a las casetas, comprobar que en la lista de ciudadanos registrados se anota nuestra presencia con los documentos que nos autorizan a ejercer nuestro derecho. Eso es muy importante porque permitirá que del total de votos depositados en cada caseta puedan restarse los tachados o en blanco y así hacer de ellos votos de repudio. Debemos hoy, más que nunca, ir a votar.

                              Las mentadas de madre carecen de validez legal. Aunque se escriban con buena letra no tienen fundamento jurídico que obligue al destinatario a acatarlas. Podrían ser tomadas por los escrutadores como un insulto y no como petición o consejo. Se sugiere no complicar las cosas. Lo ideal en este caso es hacer llegar el mensaje a quien corresponda y en propia mano, atención elegante que el hijo aludido deberá agradecer.

                              El voto en blanco, que en la última novelita de Saramago da lugar a una crisis más grave que la del ensayo de la ceguera, tiene una rendija peligrosa: nadie garantiza que una mano negra no rellene los huecos. Ya lo sé, representantes de todos los partidos vigilan la limpieza del procedimiento. Sí, pero son los que están contra la protesta, quieren que nada cambie, que el voto sea en favor de sus designados y no contra el sistema creado por ellos mismos. El voto en blanco es la iglesia en manos de Lutero. La ocasión hace al ladrón. De todos modos, los votos en blanco serán anulados. Y por lo tanto, contarán como nulos.

                              Por eso es mejor el tachón. Rayas cruzadas, atravesadas, engarzadas, curvas o rectas, que no dejen lugar a dudas sobre la intención del votante. Obsérvese que no es una abstención. Es un voto, una manera legal, porque no está prohibida, de votar. Es un voto que expresa una voluntad de influir para cambiar. Lo declararán nulo. De eso se trata. La declaración será certificado de nacimiento de una manifestación que, por pequeña que sea, nadie podrá ignorar. Constará en las actas. Votamos. Somos los del voto nulo. No tenemos pastor y no somos corderos. Somos los vecinos del 19 de septiembre de 1985.
                              Los poderes políticos y fácticos sienten pasos en la azotea. Presienten que más que un voto anulado es una especie de inesperado plebiscito. No hay manera de anular el voto nulo.

                              Defender el derecho de elegir libremente a sus gobernantes, es el propósito concreto de una población amorfa, vaga, pero tan real como su unión solidaria en un ágora de chips y .com.

                              Viene una contraofensiva. La gaceta religiosa dijo que la anulación es una actitud antidemocrática. Que debemos votar por candidatos. Representantes de sindicatos afines, líderes charros, gremios empresariales, intelectuales domésticos y artistas exclusivos expresarán su asco al voto nulo. Desde las telenovelas hasta los juegos de futbol se usarán para convencer al público del peligro de la anulación que pone en riesgo a la patria.

                              Pero no se le puede poner puertas al campo. La primavera ha venido, nadie sabe como ha sido. Sí se sabe, don Antonio: ha llegado por internet.

                              Y no se deje equivocar: anular es votar, no para matar a la democracia, sino para fortalecerla. Para anular lo que la agrede.

                              Es una forma de darle contenido a una mentada de madre.

                              Rafael Norma
                              Forista Turquesa
                              Last edited by Rafael Norma; 10-junio-2009, 20:38.

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                              • Re: anula tu voto

                                México: "Yo anularé mi voto"

                                Jossette Rivera

                                BBC Mundo



                                La iniciativa invita a los ciudadanos a poner una X en la boleta para anular el voto.

                                "Yo anularé mi voto" es la frase que se escucha constantemente en México en las últimas semanas. La iniciativa pretende "castigar" la falta de propuestas de los partidos políticos.

                                El movimiento del "voto en blanco" -sin una dirigencia establecida- ha ido tomando fuerza en los medios electrónicos e invita a los ciudadanos a poner una "x" grande en la boleta -de una esquina a la otra- y así, dar por nulo el voto ejercido en las próximas elecciones intermedias del 5 de julio.

                                Blogs, páginas de Flickr, videos en YouTube, debates en Facebook y correos electrónicos en cadena le están dando cabida a la idea de asistir a las casillas y anular la boleta como una manera de protestar ante lo que llaman una "crisis de representación política".

                                Una acción que -en caso de generalizarse- no daría más resultados a nivel electoral que el de incrementar el número de votos nulos. En México, el sistema electoral es de mayoría simple: gana el que tenga más votos. Así sea con uno de diferencia.

                                Sin embargo, nadie minimiza el efecto político que podría podría provocar un crecimiento en el índice de nulidad del tradicional 3% hasta un 10%, según una encuesta de intención electoral revelada por el Diario Reforma.

                                Participe: voto en blanco, ¿una buena elección?

                                La bola de nieve

                                En febrero pasado, el escritor Luís González de Alba escribió en su columna en el diario nacional Milenio:
                                "Para votar el próximo julio, podríamos exigir: o nos permiten participación plena.. O no votamos. Jueguen solos con su pinche pelota".

                                En ese momento, no sabía lo que estaba por suceder. La propuesta se regó como pólvora.

                                "No nos dejaron otra" dijo en entrevista a BBC Mundo González de Alba y agregó: "Lo que espero es que esto los haga reflexionar... es la primera ocasión en que no son los partidos los que llaman a no votar".

                                "Sea como fuere, cuando varios millones de mexicanos consideran la posibilidad de acudir a las urnas para anular el voto, algo está sucediendo. Pero tal vez no muchos estén escuchando. O no todavía", escribió la periodista mexicana Gabriela Warkentin en el diario español El País.

                                Respuesta oficial

                                Llama la atención que aunque tradicionalmente las elecciones intermedias -para legisladores- no registran una alta participación, este año han cobrado particular relevancia, merito de "Yo anularé mi voto". De forma inevitable cada uno de los ocho partidos políticos se ha expresado al respecto. Todos en contra.

                                El Instituto Federal Electoral (IFE) también brindó su versión. Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del IFE, aseguró en conferencia de prensa que aún cuando los votos en blanco fueran mayoría, la elección no se anularía.

                                "Aquel candidato que tenga mayoría, así sea por un voto, gana la elección" dijo Valdés Zurita y advirtió que anular el voto es "marginarse de la conformación del Poder Legislativo y de la vida institucional."

                                También la Iglesia Católica alzó la voz. En el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México consideró que el voto blanco es una "verdadera irresponsabilidad" y exigió suspender esa campaña a quienes la encabezan.

                                Y después del voto en blanco ¿qué?

                                Quienes apoyan la idea del "voto en blanco" no están tan seguros de que vayan a obtener resultados tangibles. Sin embargo, suponen que podría generarse una toma de conciencia sobre la crisis de representación política que podría estar afectando al país.

                                "En 1976 los partidos retiraron a sus candidatos y el ex presidente López Portillo quedó como candidato único. Lejos de servirle a su partido, los dejó desnudos. A partir de eso se hizo la primera reforma electoral. Espero una reacción de ese estilo" aseguró González de Alba.

                                "Espero que los haga reflexionar. No al día siguiente, pero esperaría que recapacitaran en puntos esenciales" concluyó el escritor.

                                Para la organización civil Dejemos de Hacernos Pendejos esto es "propuesta no protesta".

                                Maite Azuela, una de las fundadoras de la organización civil, dijo en entrevista a BBC Mundo que "es importante entender que anular no es abstenerse".

                                "Yo espero que (al ver los resultados) recapaciten. Tendrán que reflexionar sobre el vacío que están dejando a los ciudadanos" agregó.

                                Uno de los últimos en agregarse al movimiento es el historiador José Antonio Crespo.

                                En una mesa de debate radiofónico hace unos días aseguró: "Los votos nulos o independientes sí hablan y hablan fuerte. Si somos muchos, muchísimos, los partidos nos van a tener que oír".

                                El debate entre abstencionistas, nulidad y responsabilidad ciudadana ante el voto continúa en México. Lo cierto es que el desencanto electoral está saliendo a la luz. Para saber si sirve de algo, habrá que esperar al 5 de julio.

                                Última actualización: miércoles, 10 de junio de 2009 - 11:46 GMT


                                http://www.bbc.co.uk/mundo/america_l...xico_jrg.shtml
                                Crece, crece, crece y crece el voto nulo.

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