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Opíname de libros y de autores

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  • Re: Opíname de libros y de autores

    ISABEL LA CATÓLICA Manuel Fernández Álvarez


    Si ha habido un historiador español estos últimos años que se haya convertido en un Boom Editorial, éste es sin duda, Manuel Fernández Álvarez. El autor es catedrático emérito de Historia Moderna y miembro de La Real Academia de La Historia; una buena carta de presentación para cualquier historiador que se precie serlo.

    Su biografía de Isabel La Católica publicada en el 2003, viene a coronar un nuevo éxito tras sus exitosas biografías recientes de Juana La Loca, Carlos I y Felipe II.

    El autor se acerca a una figura clave en La Historia de España: Isabel La Católica;personaje histórico que marcaría durante muchas generaciones a los futuros monarcas hispanos como un precedente lleno de éxitos.
    Está reciente todavía, el 500 Aniversario de la muerte de la reina Isabel, fallecida en 1504 en Medina del Campo, y tal vez esta obra quiera ser un nuevo intento a la hora de acercarnos a esta figura tan alabada por unos y criticada por otros.

    No puedo dejar de confesar que siento verdadera admiración por el autor, admiración que no es gratuita, sus biografías sobre los Austrias mayores supusieron para mí una de las lecturas más agradables e interesantes y, un acicate para retomar esta gran afición que es el estudio de nuestra historia pasada.

    El libro tiene claramente el sello del autor, su estructura siempre sigue unos parámetros bien definidos para sus habituales lectores: amplio estudio de las costumbres, estructuras sociales, cultura, condicionantes económicos, (etc…), para una vez conseguido el propósito de situar al lector en la mentalidad de la época, abarcar con profundidad y de una manera amena, la figura y obra del biografiado.

    Esta no es una obra paternalista con la figura de Isabel La Católica, un personaje al que Fernández Álvarez saca a la luz sus luces y sus sombras. Presenta a Isabel La Católica como una mujer del Renacimiento que mostró signos de una marcada personalidad desde su más tierna infancia.
    Como ha sucedido siempre, la diosa fortuna trae y ha traído siempre grandes sorpresas en el desarrollo de hechos históricos, el caso de Isabel fué uno de tantos.
    Un hermanastro, Enrique IV coronado rey, manejado por la alta nobleza como una marioneta; una hija de éste a la que se juró princesa de Asturias para más tarde ser defenestrada por ilegítima, Juana La Beltraneja; la muerte de su hermano de padre y madre, Alfonso, con tan sólo 15 años y una guerra civil castellana contra su sobrina, la mencionada Juana La Beltraneja, llevaron por fin al Trono de Castilla a una heredera que siempre tuvo claro que merecía ceñir sobre su cabeza la más alta Corona de todos los reinos peninsulares.

    Si hay una fecha que marcaría para la historia la figura de la Reina Católica, ésa es sin duda la de 1492.

    ¿ANNUS MIRABILIS AUT TERRIBLIS? esa es la pregunta que se hace el autor a la hora de abarcar el año más importante dentro de la vida y obra de Isabel La Católica.
    Se termina la Reconquista con la toma de Granada, se accede al nuevo mundo de la mano de Cristóbal Colón, pero también se decreta la prohibición del Judaísmo y con ello el exilio forzoso de miles de sefardíes españoles que tristemente dejaron tierras españolas para partir a un destino incierto, y se potencia como Institución veladora de los valores cristianos a la santa Inquisición.

    La respuesta debe de ser analizada en profundidad por el lector del libro; ¿sómos nosotros como lectores, o debe ser la Historia la que juzgue los hechos en base a la mentalidad de la época? Difícil cuestión.

    Yo os recomiendo que leáis esta gran obra y que seáis vosotros mismos los que juzgueis de primera mano.


    (HISLIBRIS David L)
    Tatiana
    Forista Opalo
    Last edited by Tatiana; 02-noviembre-2013, 11:51.

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    • Re: Opíname de libros y de autores

      PALINURO EN MEXICO Fernando Del Paso

      Ésta no es una obra de ficción.
      La razón por la cual algunos
      de sus personajes prodrían parecerse
      a personas de la vida real,
      es la misma por la cual algunas
      personas de la vida real parecen
      personajes de novela.
      Nadie, por lo tanto, tiene derecho
      a sentirse incluido en este libro.
      Nadie, tampoco, a sentirse excluido.

      Fernando del Paso


      Hará cosa de dos años me encontraba en la biblioteca ávida de algo nuevo; un título, un autor desconocido, un lomo que me saltara a los ojos con un guiño. Iba yo recorriendo estanterías y completamente entregada al “destino” que me llevaría hasta el descubrimiento de páginas memorables, cuando caí en éste. Supongo que lo que llamó mi atención fue el nombre de “Palinuro” que, además, iba completado con “México”. Tomo viejo, algo desvencijado, de edición incómoda y mamotrética. Supongo que lo abrí al azar y leí algunas líneas y, entonces -hubiera sido incomprensible no hacerlo- me dirigí al mostrador para hacer efectivo mi préstamo. Digo que hubiera sido imposible no llevármelo porque se caiga en la página que se caiga supone, directamente, desplomarse de golpe en el mundo-Palinuro. Cómo no iban a atraparme todas esas palabras unidas por la rareza, la imaginación, la poesía, la risa, la hermosura, el ritmo…, definitivamente el ritmo.

      Se fue a casa conmigo y allí se quedó algunos meses, con renovaciones y devoluciones por horas de por medio. Lo leí con lentitud, a veces abandonándolo durante días y poniéndole candado; otras veces lo leí marcando las páginas con carcajadas que las desordenaban; lo leí confundida por una vigilia mal llevada, ¿estaba yo soñando o era el libro el que soñaba?; lo leí odiándolo un poquito; lo leí dando las gracias a esa biblioteca, a esa estantería, a ese juego de “encontrar por sorpresa”; lo leí mientras me comía la belleza por adentro; lo leí comprendiendo, de nuevo, que la palabra es un regalo; lo leí ofendida de no haberlo conocido antes, de que otros no lo conocieran; lo leí, casi todo el tiempo, aturdida por la perfecta consonancia de destreza y juego.

      Cuando llegué al final que no es final y me obligué a devolverlo, me rompí un poco creyendo que sería muy difícil tenerlo en mi biblioteca. Pero como cuando algo me aturde y maravilla se lo cuento a medio mundo, hubo un cachito de ese mundo que lo encontró por casualidad en una librería de viejo. Procedió a esconderlo en lugar no visible y a avisarme del encuentro. Felicísima esa tarde lluviosa que corrí a hacerlo mío sin carnet de préstamo. (Según nota manuscrita con pluma, su propietario anterior, que empezaba por R, lo hizo suyo -temporalmente- un 13 de noviembre de 1994.)

      ¿Por qué cuento tanto del cómo lo leí y nada del qué leí? Ah, amigos, porque no se puede explicar lo que es Palinuro. No puedo decir quién es, ni siquiera cuántos son, ni lo que le pasa a lo largo de la historia que no es historia, sino vida. Es decir, pasa todo y pasa nada. Pasa que ríe, llora, se enamora, se enfurece, no entiende y comprende, está en el suelo, en la calle y en la pared, duerme, sueña, ama y desama… Y en todas esas situaciones, están las palabras, que son muchas y bailan juntas, y juegan, juegan, juegan… Y mienten. Porque a Palinuro le encanta mentir. Pero son mentiras del lenguaje que inundan los ojos.

      Leer a Palinuro es como caerse por el agujero de Alicia: saltan los relojes, las teteras, el conejo blanco y los gatos invisibles. Es posible que no entendamos, pero es seguro que eso no importa. Basta con desear soñar que imaginamos.
      Y… voilà! Cerramos el libro y, qué cosas, nos damos cuenta de que nos hemos quedado dentro.


      (Blog-La rayuela Cosmicómica)

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      • Re: Opíname de libros y de autores

        LA FIESTA DEL CHIVO Mario Vargas LLosa


        "La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa, es una novela ambientada en la República Dominicana, que recoge el momento en que se está tramando dentro del propio régimen, la conjura que terminará con la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, apodado el Chivo.

        El autor, preocupado por lo que ha llamado "la colonización del espíritu", ha dicho que la paralización política que sintieron los que tuvieron que lidiar con el cadáver de Trujillo una vez lo mataron, fue lo que le inspiró a revolver verdades con mentiras en torno al control íntegro que cala hasta los sueños de los que viven una dictadura.

        La narración se extiende por tres décadas, desde el ascenso al poder en 1931 hasta el año de muerte de Trujillo, en 1961.

        Una voz femenina, bajo el nombre de Urania, abre y cierra la novela.
        Urania Cabral había salido de la isla y en la novela regresa a la patria en busca de explicaciones y continuidades con la realidad.

        Trujillo, amante que fue de halagos publicados en periódicos, sobre todo los que hablaban de su madre como la matrona del país, regresa a vivir en el mundo de la ficción.
        El poder de seducción que muestra el carisma del dictador, ofrece una tenebrosa oportunidad de cuestionar su poder.

        El Trujillo de Vargas Llosa es un monstruo sin legitimación ni justificación posibles.
        Es el resultado de la incapacidad de un pueblo.
        Además, el trujillismo es aún un fenómeno histórico actual.
        Vargas Llosa fue a República Dominicana a documentarse, pensando que Trujillo estaba muerto y enterrado, pero no.
        De hecho, el trujillismo ha permeado y copado durante 39 años importantes instancias del poder.
        Personajes de la caverna trujillista ostentan posiciones altas en la dirección de los tres mayores partidos que se disputan el poder en el país.
        Nombres de barrios y calles honran los nombres de trujillistas.
        Un hijo de Trujillo, propietario de una línea aérea, se declaraba recientemente orgulloso de su apellido.

        La reacción contra la novela no se ha hecho esperar.
        Mientras que en algunas latitudes es halagada, en otras (las filas del trujillismo) ha sido descalificada por sus inexactitudes, por sus infundios, por sus calumnias contra personajes tan lánguidos, tan leves, tan sublimes como el doctor Joaquín Balaguer, quien ha hecho del cinismo un arte.

        Los familiares de los héroes del 30 de mayo han reaccionado, por igual, con acritud: acusan al autor de incurrir en falsedades y, en general, se sienten injuriados, desconsiderados por ciertos hechos descritos en el libro.
        Esto, desde luego, es lamentable, pero era, también inevitable.
        Imposible no herir susceptibilidades, tratándose de un tema tan espinoso.

        Una parte considerable de la crítica se ha expresado en el mismo sentido: falta de rigor, falta de apego a la verdad, mezcla de ficción y realidad, deformación de la Historia.

        Ahora bien, en todos los casos se olvida lo que es esencial a la naturaleza del texto: FCH es novela, no es Historia, y no se puede descalificar a una novela por su falta de apego a la realidad.
        Quienes proceden de esta manera, se sitúan en una perspectiva falsa: analizan o juzgan la obra de arte por lo que debería ser y no por lo que es.

        Toda obra de arte es una respuesta organizada a los problemas y conflictos históricos de la época.
        Por eso, el análisis literario exige que se establezca una relación entre el ámbito socio-cultural y la estructura global de la obra, mas no en sus particulares.

        Si un historiador falsea la historia, producirá un libro poco digno de consideración.
        Si lo hace un novelista, no significa nada en términos literarios y artísticos, pues el gran problema del arte no es la verdad, es lo verosímil: las cosas deben parecer ciertas en el contexto de la narración, no en el contexto histórico.

        La novela de Vargas Llosa es un tributo de rencor y desprecio a torturadores, matones, delatores y cortesanos.
        Hay, entre otros, dos tipos de personajes en la obra: unos que tienen redención y se redimen, y otros para los que no hay redención posible.

        Los conjurados no aparecen como santos: provienen de las filas del trujillato y eso es un dato histórico.
        Pero eso sí, ellos purgaron sus pecados, lavaron y redimieron en sangre sus pecados.
        Lavaron y redimieron por completo los hechos, con la sangre de Trujillo, con la sangre propia, con la sangre inocente de familiares ajenos.

        Ninguno de los conjurados cometió quizás una falta superior a su sacrificio. Siete hombres, al anochecer, en el Malecón del 30 de mayo, se jugaron su destino, se jugaron el destino de sus familiares, se jugaron el destino del país. Ganaron la apuesta pero también la perdieron.
        La patria momentáneamente ganó la apuesta y se libró del monstruo.
        Pero otros monstruos subsisten e influyen perversamente en los países latinoamericanos.

        La novela, sin embargo, no sólo produce repulsión, sino también un sentimiento contradictorio y vergonzoso.
        Si algo caracteriza FCH, es el extraordinario fenómeno de empatía que allí se produce.
        Es decir, el proceso de participación afectiva del narrador en las vicisitudes de estos personajes, su plena disponibilidad.
        Todo el entramado de la novela vibra de admiración por el destino de esos héroes.

        No es hagiografía, como dijo Vargas Llosa, no es historia de santos.
        Es historia de gente que actúa sin vacilación, en un clima de terror inaudito, y se realiza en la acción.

        El golpe bajo en la novela de Vargas Llosa va dirigido precisamente contra estos aduladores palaciegos, los cortesanos.
        Es un golpe bajo por la propia naturaleza del objetivo.
        El autor condena, sin duda, a los esbirros, castiga y mortifica la falta de escrúpulos de los delatores, denuncia la crueldad de los torturadores y presenta a Trujillo como asesino vesánico, pero son los cortesanos los que reciben la peor parte, a ellos está reservado el fallo más adverso, la pena máxima en el último círculo del infierno dantesco.

        Los cortesanos son la oveja más negra de la novela y han acusado el golpe: han pegado el grito, o han disimulado el escozor con palabras sinuosas, pero más les valiera permanecer callados.
        La especie abominable de los cortesanos inspira repugnancia.
        Son advenedizos a los que “les gustaba ensuciarse”, a los que parecería que “Trujillo les sacó del fondo del alma una vocación masoquista, de seres que necesitaban ser escupidos, maltratados, que sintiéndose abyectos se realizaban [4]” (Vargas Llosa: 2000).

        A la bellaquería el cortesano suma la ausencia de valores morales, incluso la ausencia de valor personal, la ausencia de ideales.
        De hecho, el cortesano no aspira ni tiene voluntad para aspirar a un ideal.
        El cortesano carece de heroísmo, para el cortesano no hay redención posible.
        Es un prostituto. Si ofrece la mujer o la hija, es porque ya se ha ofrecido a sí mismo.

        Sólo Balaguer es único, inequívoco, apabullantemente igual a sí mismo.
        El misterio no radica en su identidad, sino en su personalidad.
        Balaguer se lleva en parte la atención, el morbo, la curiosidad; se lleva un poco la admiración del narrador, y de seguro, la mayoría de adjetivos no laudatorios de la novela.
        A costa de Balaguer, el autor ensaya todas las alusiones despectivas que puedan imaginarse, y Balaguer, por supuesto, se las merece, califica, sin duda, como objeto de tan cruel y justiciero ejercicio de la inteligencia.
        Curtido en el ejercicio demoníaco del poder, Balaguer es, sin duda, la figura más nefasta de la historia dominicana.
        Otros gobernantes fueron producto de circunstancias. Balaguer eligió las circunstancias, él creó las condiciones para el establecimiento de un régimen basado en la corrupción, él llevó a la moral pública a un estado de putrefacción del que no ha podido recuperarse hasta ahora.
        Pudo haber consagrado por lo menos una parte de su existencia a una causa decente, medianamente justa, y la consagró entera a la corrupción.

        Julio Cortazar, en un artículo titulado “La situación de la novela”, establece una sutil diferencia entre dos tipos de novelistas: los que “cuentan explicando, o (los mejores de ellos) los que explican contando”.
        Los primeros detienen la marcha de la narración para explicar —incurren en explicaciones—, y los segundos explican sobre la marcha, es decir, en la medida en que narran
        . Es claro que hay mayor finura, mayor conciencia de oficio en la técnica de los segundos que en la de los primeros, mayor fluidez narrativa, y quizás en esto radique un poco la diferencia entre novela y crónica, actualmente.
        El cronista narra y explica, mientras que el novelista explica en la misma medida en que narra.
        Vargas Llosa se ubica como cronista en FCH, no así en La casa verde, por ejemplo, ni en La ciudad y los perros, que son obras de una técnica muy depurada.
        Aunque FCH sucumba un poco ante el exceso de crónica, ha provocado al menos una llamarada de indignación y reflexión en la conciencia de los latinoamericanos.
        La obra, con todos sus defectos, es una obra viva.
        Vargas Llosa, entre otras cosas, ha suscitado entre nosotros el resurgimiento de la lectura de novelas como fenómeno de masas (el que se dio, sobre todo, en los años sesenta con los autores del boom latinoamericano).

        Vargas Llosa, en fin, expone a los trujillistas a su propio asco, a su propia vergüenza, rememora y actualiza sus crímenes y cobardías.


        (Mar Estela Ortega González-Rubio
        Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá
        marortegagr@htomail.com)

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        • Re: Opíname de libros y de autores

          LOS ENAMORAMIENTOS Javier Marias


          La nueva novela de Javier Marías, Los enamoramientos, es una profundización de las líneas temáticas y el trabajo formal que el autor ha venido explorando en los últimos años................................
          Con cada nuevo libro, Marías ha ido adelgazando la extensión de la trama, pero no su importancia.
          El argumento de la novela puede ser resumido así: una mujer que atisba a una pareja se entera poco después de la muerte del hombre (Miguel Desvern o Deverne) a manos de un desconocido; de manera accidental, entrará en posesión de un dato que podría resolver el porqué de esa muerte enigmática.

          Los escasos incidentes dan lugar a una hipertrofia narrativa, en la que las reflexiones de la narradora y otros personajes aledaños, siempre sugerentes, asumen un lugar central. Otros novelistas pueden contentarse con dejar que los hechos hablen por sí solos; Marías, en cambio, entiende que lo importante del género novelístico es la reflexión, las conjeturas, la especulación que nace a partir de ciertos hechos.

          Todo eso es parte de un “pensar literario” que se asume como una forma específica de tratar de entender la realidad.
          Un elemento fundamental de ese pensamiento consiste en agotar un tema desde perspectivas múltiples e incluso contradictorias.
          La novela, como un género crítico y reflexivo, no deriva su poder de la posibilidad de llegar a conclusiones definitivas sobre las cosas sino de su capacidad de explorarlas buscando no dejar ningún hilo sin remover.

          Una de las curiosas contradicciones que se pueden encontrar en la obra de Marías es la manera en que sus novelas, si bien parecen ceñirse al código realista, desafían constantemente el principio de verosimilitud en el que se funda este código, la “suspensión de la incredulidad”.
          Los enamoramientos está narrada por una mujer, pero suena tal como suenan todos los narradores hombres de las anteriores novelas de Marías. Marías sabe que la principal elección de un novelista consiste en decidir quién va a narrar y desde dónde: sus narradores son siempre fundamentales y tienen una voz fuerte, hipnótica, que se impone a toda la narración incluso a pesar de sus dudas (o a partir de ellas).
          Sin embargo, hay cada vez menos un intento de crear una psicología, el perfil de un personaje a partir de esa voz.

          De la narradora de Los enamoramientos sabemos que trabaja en una editorial, que es muy observadora, que es capaz de obsesionarse por las personas y hechos en torno suyo y que, a pesar de que le da mucha importancia a sus sentimientos, su principal aventura es mental.

          Casi todo eso podría aplicarse a otros narradores de Marías.
          En cuanto a los otros personajes, Díaz-Varela (de quien se enamora la narradora) o Luisa, la esposa del hombre asesinado, todos suenan como la narradora, a todos les gustan las frases largas, la reflexión constante, el caracoleo constante del pensamiento.

          Estamos ante un objeto muy extraño: una novela cuya gran fuerza consiste en las reflexiones que arroja sobre la subjetividad del ser humano, sobre nuestra compleja psicología, pero que para hacerlo debe exhibir constantemente su artificio literario.
          Todos los códigos literarios, hasta los más naturalistas, son artificios, solo que algunos eligen esconder este artificio y otros se fundan a partir de su explicitación
          . Lo fascinante de Marías es cómo juega a dos puntas, cómo usa el artificio literario no para abroquelarse del mundo sino para enfrentarse mejor a él.
          Se trata de un ensimismamiento muy pendiente de las palabras y de las cosas.

          En Los enamoramientos puede encontrarse una nueva versión de la teoría de la novela en Marías.
          Los escritores convocados son Shakespeare, Sterne, Dumas y Balzac. Marías explicita que en una novela los hechos de la trama son lo de menos: “lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios”.
          La ficción es un laboratorio de exploración de la conducta humana, “tiene la facultad de enseñarnos lo que no conocemos y lo que no se da... y en este caso [El Coronel Chabert, de Balzac] nos permite imaginarnos los sentimientos de un muerto que se viera obligado a volver, y nos muestra por qué no deben volver”.
          A ese laboratorio no se llega de manera directa: para exponer su teoría sobre el lugar de los muertos (y el peso de la ficción) en nuestras vidas, Díez-Varela le contará a la narradora sobre El Coronel Chabert y lo hará interrumpiéndose, creando suspense, haciendo que la narradora se transforme en la oyente perfecta, seducida por el relato y sus digresiones.

          Asistimos a la puesta en abismo del estilo narrativo de Marías, y hay palabras que se dicen sobre Díez-Varela que bien podrían decirse sobre el mismo Marías: “tenía una fuerte tendencia a disertar y a discursear y a la digresión […] mientras peroraba no podía apartar los ojos de él y me deleitaban su voz grave y como hacia adentro, su sintaxis de encadenamientos a menudo arbitrarios...”.

          ¿Qué es lo que nos enseña ese laboratorio de exploración de la conducta que es la novela de Marías?
          Lo que implica el enamoramiento (“verdadera debilidad por alguien... [e]so es lo determinante, que nos impida ser objetivos y nos desarme a perpetuidad y nos haga rendirnos en todos los pleitos”), la relación compleja que los vivos tienen con los muertos (la necesidad que tenemos de librarnos de ellos), la fuerza de los hechos y cómo nos sobreponemos a las desgracias a pesar de nosotros mismos (con la muerte de su esposo, a Luisa “le han destrozado la vida que tenía ahora, pero no la futura”), la difuminación de todas las cosas y, especialmente, la seducción que una historia puede tener sobre el que la escucha o lee.
          En eso, Los enamoramientos practica lo que predica: una vez más, aunque al principio cueste “suspender la incredulidad”, terminamos fascinados por la prosa de Javier Marías. ~
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          • Re: Opíname de libros y de autores

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            LOS ENAMORAMIENTOS


            Mostrando comentarios.

            Mag (no verificado) - Junio 17, 2013.

            Pues yo soy mujer y no entiendo a qué viene la referencia al género que hacen por ahí en algú comentario... Personalmente la novela me fascinó y no me tomo tan literal el hecho de pensar mil cosas en un instante, digamos que yo lo percibo como la sistematización de una avalancha de ideas que se te vienen a la mente cuando estás viviendo una situación determinada o teniendo un diálogo con alguien... A mí la protagonista me mata y en lo que puedo estar de acuerdo es que el perfil psicológico de Desverne y Díaz-Varela se me hace tan igual en la medida en cómo expresan sus diálogos... Aunque recordemos que el primer diálogo que establecen es sólo producto de las suposiciones y anticipaciones de María Dolz, con ello queda sobreentendido que la conciencia de ese encuentro imaginario es la protagonista: ella determina las ideas, los diálogos y las intenciones de esa charla. Bueno, no es tema contar todos los pasajes de la historia, pero sin más estoy satisfecha de esta novela..


            Juan Carlos (no verificado) - Septiembre 4, 2012.

            Curioso: Puede que una novela, una película, etc. no te guste, es más, te disguste.
            Pero de eso a sentirte ofendido...en fin.
            Creo que han idealizado a Marías más como hombre que como escritor.No creo que Marías inaugure este tipo de novela. Me viene a la memoria El espíritu de Córdoba de Ikram Antaki, por ejemplo.

            Aurora (no verificado) - Febrero 23, 2012.

            Es curiosa tu crítica, porque a mi parecer aciertas en muchas de tus observaciones sobre la novela, aunque por lo que veo, a tí te parecen virtudes cuando a mí, graves defectos. Por ejemplo, cuando dices que todos los personajes son iguales. Comparto tu opinión: todos hablan igual (en monólogo constante). Todos son un reflejo más o menos deformado de lo que el autor piensa o es. Para mí, eso es un grave defecto. No le veo la virtud por ningún lado.

            Las novelas de Marías -que me las he leído todas- me van gustando en relación inversa al año en que fueron escritas. Es decir: mis favoritas son "los dominios del lobo" y sobre todo, "travesía del horizonte". Más adelante, tampoco está mal, por ejemplo, "Corazón tan blanco"... la trilogía casi me mata, y esta última me ha disgustado enormemente. El autor está ya insoportablemente pesado; divaga más que nunca; sus digresiones (que algún crítico pelota califica de "ralentización de la acción") te duermen directamente. Ni en tiempo real y con una mente más rápida que el caballo del bueno se pueden pensar tantas tonterías. Y claro, una se cansa de que el autor le tome el pelo. Porque una vez, vale. Dos, bastan. Por favor, no más. No para ensartar frases que al ir leyendo, te alejan cada vez más de cualquier atisbo de empatía hacia los personajes, la boba de la protagonista.

            Ese tan suyo uso abusivo de sinónimos -y por el medio algún antónimo- unidos por íes y oes llega ya a un límite insoportable... supongo que tiene siempre a mano el diccionario de Casares por si le falla la memoria...

            Pero eso no es lo peor. Lo peor es que yo no sé qué tipo de experiencias vitales habrá tenido Marías, pero su "enamoramiento" es una pura bazofia. Los sentimientos que transcribe, y que supuestamente nos hacen enfrentarnos con nuestras propias contradicciones y bla bla (como también ha dicho por ahí algún crítico) son rebuscados y retorcidos. La protagonista no tiene una personalidad ni definida ni siquiera existente. "La mujer prudente", le dicen. Juas. Una trastornada.

            Marías debe de estar necesitado de cariño y amigos verdaderos. Eso es lo que creo. Algo que le devuelva un poquito la fe en el ser humano. Esta es la única reflexión a la que llego después de leer el libro. Yo, cuando pasa una ambulancia, sólo pienso "ojalá se ponga bien". Pero eso es menos truculento que lo que Marías cree que pensamos todos, claro. ¿Seré yo la rara?

            Marías, tómate un descanso, visita un lugar bonito, regálate una mariscada, deja de frecuentar ambientes snob y mézclate con el pueblo, no sé, haz algo. Lo estás necesitando.




            María A. (no verificado) - Mayo 27, 2012.

            Uff.., no puedo con el libro, de sus 395 páginas, me sobran 365, diox..., se lo voy a devolver a quien me lo regaló y le voy a dejar de hablar durante esa cantidad de tiempo: 365 días.

            Totalmente de acuerdo contigo, Aurora.
            .


            JAJAJA me encantaron los comentarios. La estoy leyendo. veré qué tal...
            Tatiana
            Forista Opalo
            Last edited by Tatiana; 04-enero-2014, 11:24.

            Comment


            • Re: Opíname de libros y de autores

              Nota

              La reseña y comentarios son de "Letras Libres"

              Comment


              • Re: Opíname de libros y de autores

                Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                .
                LOS ENAMORAMIENTOS


                Mostrando comentarios.

                Mag (no verificado) - Junio 17, 2013.

                Pues yo soy mujer y no entiendo a qué viene la referencia al género que hacen por ahí en algú comentario... Personalmente la novela me fascinó y no me tomo tan literal el hecho de pensar mil cosas en un instante, digamos que yo lo percibo como la sistematización de una avalancha de ideas que se te vienen a la mente cuando estás viviendo una situación determinada o teniendo un diálogo con alguien... A mí la protagonista me mata y en lo que puedo estar de acuerdo es que el perfil psicológico de Desverne y Díaz-Varela se me hace tan igual en la medida en cómo expresan sus diálogos... Aunque recordemos que el primer diálogo que establecen es sólo producto de las suposiciones y anticipaciones de María Dolz, con ello queda sobreentendido que la conciencia de ese encuentro imaginario es la protagonista: ella determina las ideas, los diálogos y las intenciones de esa charla. Bueno, no es tema contar todos los pasajes de la historia, pero sin más estoy satisfecha de esta novela..


                Juan Carlos (no verificado) - Septiembre 4, 2012.

                Curioso: Puede que una novela, una película, etc. no te guste, es más, te disguste.
                Pero de eso a sentirte ofendido...en fin.
                Creo que han idealizado a Marías más como hombre que como escritor.No creo que Marías inaugure este tipo de novela. Me viene a la memoria El espíritu de Córdoba de Ikram Antaki, por ejemplo.

                Aurora (no verificado) - Febrero 23, 2012.

                Es curiosa tu crítica, porque a mi parecer aciertas en muchas de tus observaciones sobre la novela, aunque por lo que veo, a tí te parecen virtudes cuando a mí, graves defectos. Por ejemplo, cuando dices que todos los personajes son iguales. Comparto tu opinión: todos hablan igual (en monólogo constante). Todos son un reflejo más o menos deformado de lo que el autor piensa o es. Para mí, eso es un grave defecto. No le veo la virtud por ningún lado.

                Las novelas de Marías -que me las he leído todas- me van gustando en relación inversa al año en que fueron escritas. Es decir: mis favoritas son "los dominios del lobo" y sobre todo, "travesía del horizonte". Más adelante, tampoco está mal, por ejemplo, "Corazón tan blanco"... la trilogía casi me mata, y esta última me ha disgustado enormemente. El autor está ya insoportablemente pesado; divaga más que nunca; sus digresiones (que algún crítico pelota califica de "ralentización de la acción") te duermen directamente. Ni en tiempo real y con una mente más rápida que el caballo del bueno se pueden pensar tantas tonterías. Y claro, una se cansa de que el autor le tome el pelo. Porque una vez, vale. Dos, bastan. Por favor, no más. No para ensartar frases que al ir leyendo, te alejan cada vez más de cualquier atisbo de empatía hacia los personajes, la boba de la protagonista.

                Ese tan suyo uso abusivo de sinónimos -y por el medio algún antónimo- unidos por íes y oes llega ya a un límite insoportable... supongo que tiene siempre a mano el diccionario de Casares por si le falla la memoria...

                Pero eso no es lo peor. Lo peor es que yo no sé qué tipo de experiencias vitales habrá tenido Marías, pero su "enamoramiento" es una pura bazofia. Los sentimientos que transcribe, y que supuestamente nos hacen enfrentarnos con nuestras propias contradicciones y bla bla (como también ha dicho por ahí algún crítico) son rebuscados y retorcidos. La protagonista no tiene una personalidad ni definida ni siquiera existente. "La mujer prudente", le dicen. Juas. Una trastornada.

                Marías debe de estar necesitado de cariño y amigos verdaderos. Eso es lo que creo. Algo que le devuelva un poquito la fe en el ser humano. Esta es la única reflexión a la que llego después de leer el libro. Yo, cuando pasa una ambulancia, sólo pienso "ojalá se ponga bien". Pero eso es menos truculento que lo que Marías cree que pensamos todos, claro. ¿Seré yo la rara?

                Marías, tómate un descanso, visita un lugar bonito, regálate una mariscada, deja de frecuentar ambientes snob y mézclate con el pueblo, no sé, haz algo. Lo estás necesitando.




                María A. (no verificado) - Mayo 27, 2012.

                Uff.., no puedo con el libro, de sus 395 páginas, me sobran 365, diox..., se lo voy a devolver a quien me lo regaló y le voy a dejar de hablar durante esa cantidad de tiempo: 365 días.

                Totalmente de acuerdo contigo, Aurora.
                .


                JAJAJA me encantaron los comentarios. La estoy leyendo. veré qué tal...

                Bueno, la terminé de leer.
                Es curioso como llega a veces un libro a la mira de uno.

                Mi hermana pertenece a un grupo de lectura y siempre nos comentamos acerca de los libros que estamos leyendo.
                Ellos lo hacen en grupo, mejor dicho todos leen el mismo libro y se reúnen y opinan etc.

                Algunas veces me pide le averigue de alguno y asi hemos intercambiado opiniones y/o tips.
                Bueno el asunto es que me dice que estaba leyendio "INFATUATION" de Javier De María un autor español.

                Yo jamas lo había oído mencionar. pero me fui a averiguar y resulta que es considerado el mejor escritor español de estos momentos; al margen de los booms literarios que son Perez Reverte, Ruiz Zafon, Matilde Ascensi etc etc.
                Lei algunas críticas y se las mandé a mi hermana.
                Todo era nebuloso, porque por un lado lo alababan como un escritor super y por otro cuando opinaban acerca de sus novelas me dejaban a obscuras.
                Y por ahí lei también unas críticas fatales que era un payaso etc etc.

                Me olvide del asunto esperando que me diga mi hermana qué tal.
                La semana pasada fui a intercambiar libros y me encuentro "Los Enamoramientos" de Javier De Maria.
                Me dije " a mi juego me llamaron" y la saqué.

                Para esto mi hermana me dijo que estaba leyendo "Los enamoramientos" y no le estaba gustando...
                Terminé "La Fiesta del Chivo" empecé "Si el águila hablara" y como no me estaba interesando mayormente, decidí empezar los "Enamoramientos".
                Ahí va...

                Si yo hubiese esperado leer un Ensayo, sobre los paseos de la mente, las deducciones a que llega una persona en un hecho concreto; y como por asociación de ideas recorre un Universo de posibilidades y nos da un enorme abanico de situaciones que no existen, pero que inventamos, imaginamos o presentimos, posiblemente me hubiese encantado; me hubiese parecido que pese a ser totalmente "científico" en cuanto al ejercicio de nuestro cerebro, lo hubiese encontrado con la magia de lo que no es pero pudo ser, o que tal vez es.
                Y lo hubiese disfrutado, porque sabía lo que iba a encontrar.

                Como he disfrutado años há a André Maurois en su "Arte de Vivir" porque es fácil y ameno, no como Fromm que siendo excelente es confuso (para mi) y hay que releerlo porque uno se pierde; como me estoy perdiendo yo en este momento...

                Pero esta es una "novela" y como novela se me hace fatal.
                Ochocientas mil páginas lo que en cuatro se podía haber explicado todo (y eso, son muchas) el argumento de principio a fin.

                Como novela no me gustó.
                Sus elucubraciones, o caracoleos de la mente como dice en algún momento el crítico de Letras Libres, es excesivo y se lanza en diez páginas para decir lo mismo lo que ya dijo en un párrafo.
                Consecuencia, brincarse mucho,regresar con arrepentimiento y reafirmarse en el brinco.
                Un gran ejercicio de Salto Alto esta Novela.

                En "Climas" André Maurois nos cuenta una historia de amores y desamores aunque los personajes sean cuatro, tal vez cinco si tomamos en cuenta a Solange que aparece al final pero que es importante porque a su manera hace las veces de Odile para Phillipe.
                Bueno decía en medio de esta excepcional y clásica novela, nos da todo un estudio de la mente humana y los juegos en éso que es más definitivo que el amor, como dice De maría, "El Enamoramiento" ;esa debilidad por otro que nos hace depender de ese sujeto al que idealizamos y del que no podemos prescindir de su "Clima" que es lo que nos atrapa.

                Será que los Enamoramientos es "Infatuation" la novela que me dijo mi hermana?
                Ire a averiguar.

                No puedo poner este libro en "El libro que no me ha gustado" porque tiene cosas que me han interesado, las elucubraciones.
                Sólo que exageradísimas en sus descripciones y/o deducciones por el espacio no por el fondo.

                Es tan innovador como autores que me gustan como son Fernando Del Paso (Notiicias del Imperio) y Sara Sefchovivh en Demasiado Amor y lo fue -en su momento- en la única novela de él que me gustó Garcia Marquez en "100 años de Soledad".
                No me refiero al realismo mágico ni nada de éso me refiero a la forma de escribir un libro y dárnoslo.Diferente.

                Lo recomendaría para leer por partes las cosas que dice, afirmaciones, suposiciones, paradojas etc etc.

                Como Novela nada que ver!!

                Tiene razón Aurora.

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                • Re: Opíname de libros y de autores

                  EL PINTOR DE BATALLAS Arturo Perez Reverte

                  ¡¡Buenos días, viajeros espaciales!!

                  Aprovechando el verano y robando minutos por aquí y por allá, al fin he conseguido leerme El Pintor de Batallas, de Arturo Pérez-Reverte; un libro al que le tenía ganas desde hace tiempo. ¿Que por qué? Pues por esa especie de fascinación mórbida que siempre he sentido hacia los conflictos armados y sus más ilustres moradores: los reporteros de guerra. ¿Que qué tiene que ver El Pintor de Batallas con los reporteros de guerra? Pues al margen de lo obvio de su título, todo. Para una explicación ampliada, deberéis seguir leyendo.



                  Muchas son las entrevistas que he leído de Arturo Pérez-Reverte, y en todas he estado siempre ojo avizor a ver si conseguía cazar algún detalle de su época de reportero de guerra, pero apenas había suerte. Y es que este escritor paisano mío siempre contesta de la misma manera: no tengo nada más que decir de aquella época. Todo lo que tenía que decir(me) está en El Pintor de Batallas. No son palabras exactas, pero se acercan a la idea general. Con esta respuesta, pocas salidas más había que la de leer este tomo que nos ocupa y que sirve como punto y final (de cara al público) a una etapa tan conocida de este escritor y tan plagada de muerte.

                  El Pintor de Batallas es, ante todo, un libro personal. Está editado, se puede comprar y las tapas se abren, por lo que se pueden leer sus entrañas, pero no te equivoques, querido viajero; El Pintor de Batallas está escrito por Arturo Pérez-Reverte para él. Supongo que incluso no le hubiera importado que no se editase, funcionando así a modo de fábula moteada de realidad transformada en válvula de escape a las, seguro, cientos de horas de meditación entre morteros y disparos que éste (y cualquier) reportero de guerra debe sufrir alejado de todo lo que los “decentes” consideramos “normal”.

                  Entonces, ¿carece de historia, Poneletras? ¿Es un libro de pensamientos? No y sí. Hay una historia que sirve como base, relacionada además con la época de Arturo Pérez-Reverte en el terrible conflicto de los Balcanes, pero que tampoco deja de estar al servicio de la válvula de escape. El resto, desde nuestro punto de vista, es una mezcolanza de recuerdos y reflexiones profundas acerca de la guerra y del ser humano desde el punto de vista del reportero gráfico. Dicho así puede sonar como “denso”, pero es que en el fondo lo es. Como he dicho antes, Arturo Pérez-Reverte se escribió este libro, por lo que aunque para él tenga la estructura que debería tener, para el resto del público puede resultar caótico, enrevesado y profundo (no necesariamente en el buen sentido). Pero hay que apreciar el libro como lo que es: un vistazo al alma castigada de un reportero de guerra que de tanto ver a la muerte la ha considerado como un elemento más al que fotografiar y que, con la frialdad de haber sobrevivido a todo, reflexiona sobre las guerras de ahora y siempre.

                  ¿Quiere decir todo esto que el libro es un tostón caótico que no se entiende? Alguno habrá que lo pensará, no lo dudo, e incluso muchos habrá que lo tilden con adjetivos parecidos, pero para el Poneletras, vuestro servidor, El Pintor de Batallas es una excelente novela que convierte al lector en un privilegiado, ya que le deja echar un vistazo a rincones de la memoria y del pensamiento velados como norma (excepto para psicólogos, familiares y botellas vacías de alcohol). Como he dicho antes, es posible que este libro haya que afrontarlo con una pasión en cierto modo enfermiza hacia los conflictos y los reporteros de guerra, no siendo alimento para cualquier paladar literario. Por ejemplo, una de las primeras imágenes televisivas que recuerdo es la de Arturo, con sus gafas, su camisa y sus tejanos, tirado en una zanja, haciendo una crónica como si hablase de los sombreros de una boda, con guerrilleros a su espalda disparando y balas trazadoras pasando a escasos centímetros del imperturbable reportero. Por eso, en mi caso, El Pintor de Batallas es un privilegio que Arturo Pérez-Reverte ha tenido a bien de regalar al público interesado y que muestra la permeabilidad de la guerra en el ser humano de un modo mucho más profundo y sincero que obras como Territorio Comanche.

                  Y nada más, queridos viajeros. El Pintor de Batallas, de Arturo Pérez-Reverte es un libro denso, caótico y profundo. Pero es como tiene que ser, pues no es nada más que el vistazo al alma de un reportero de guerra deseoso de cerrar, en cierta medida, aquella etapa de su vida donde tanta muerte vio, grabó y fotografió, y donde las reglas de lo que creemos humano se quitan el velo de lo establecido y se muestran tal y como son: ásperas, crueles y ávidas. Un libro, este El Pintor de Batallas, que más debería ser un escrito privado, y que su lectura puede estar condicionada por una predisposición muy concreta, siendo así un privilegio para algunos o una tortura sin sentido para otros. Poco le debe importar esto a Arturo Pérez-Reverte, si vende o no vende, si gusta o no gusta, porque El Pintor de Batallas está editado, sí, pero no está escrito para nadie más que para él mismo. Después no digáis que no lo avisé…

                  Saludos veraniegos y feliz lectura, viajeros espaciales de la nave Tierra.

                  Comment


                  • Re: Opíname de libros y de autores

                    (reseña: Juanje Lopez Poneletras)

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                    • Re: SOLARIS/Novela y/o film d'ciencia ficción de Stanislaw Lem!!

                      Super Interesante.
                      Como para tenerlo en mente.
                      Yo lei de Isaac Asimov (la única hasta el momento) "El Sol desnudo" donde se habla del Planeta Solaria.

                      Era una especie de Thriller donde los robots forman una parte medular, pero no son los autores del crimen; éso antes, hoy y después supongo que es un monopolio de los humanos.

                      Este argumento me paerece mucho más interesante.
                      Voy a buscar esa novela
                      .

                      Comment


                      • Re: Opíname de libros y de autores

                        Originalmente publicado por Tatiana Ver post
                        EL PINTOR DE BATALLAS Arturo Perez Reverte

                        ¡¡Buenos días, viajeros espaciales!!

                        Aprovechando el verano y robando minutos por aquí y por allá, al fin he conseguido leerme El Pintor de Batallas, de Arturo Pérez-Reverte; un libro al que le tenía ganas desde hace tiempo. ¿Que por qué? Pues por esa especie de fascinación mórbida que siempre he sentido hacia los conflictos armados y sus más ilustres moradores: los reporteros de guerra. ¿Que qué tiene que ver El Pintor de Batallas con los reporteros de guerra? Pues al margen de lo obvio de su título, todo. Para una explicación ampliada, deberéis seguir leyendo.



                        Muchas son las entrevistas que he leído de Arturo Pérez-Reverte, y en todas he estado siempre ojo avizor a ver si conseguía cazar algún detalle de su época de reportero de guerra, pero apenas había suerte. Y es que este escritor paisano mío siempre contesta de la misma manera: no tengo nada más que decir de aquella época. Todo lo que tenía que decir(me) está en El Pintor de Batallas. No son palabras exactas, pero se acercan a la idea general. Con esta respuesta, pocas salidas más había que la de leer este tomo que nos ocupa y que sirve como punto y final (de cara al público) a una etapa tan conocida de este escritor y tan plagada de muerte.

                        El Pintor de Batallas es, ante todo, un libro personal. Está editado, se puede comprar y las tapas se abren, por lo que se pueden leer sus entrañas, pero no te equivoques, querido viajero; El Pintor de Batallas está escrito por Arturo Pérez-Reverte para él. Supongo que incluso no le hubiera importado que no se editase, funcionando así a modo de fábula moteada de realidad transformada en válvula de escape a las, seguro, cientos de horas de meditación entre morteros y disparos que éste (y cualquier) reportero de guerra debe sufrir alejado de todo lo que los “decentes” consideramos “normal”.

                        Entonces, ¿carece de historia, Poneletras? ¿Es un libro de pensamientos? No y sí. Hay una historia que sirve como base, relacionada además con la época de Arturo Pérez-Reverte en el terrible conflicto de los Balcanes, pero que tampoco deja de estar al servicio de la válvula de escape. El resto, desde nuestro punto de vista, es una mezcolanza de recuerdos y reflexiones profundas acerca de la guerra y del ser humano desde el punto de vista del reportero gráfico. Dicho así puede sonar como “denso”, pero es que en el fondo lo es. Como he dicho antes, Arturo Pérez-Reverte se escribió este libro, por lo que aunque para él tenga la estructura que debería tener, para el resto del público puede resultar caótico, enrevesado y profundo (no necesariamente en el buen sentido). Pero hay que apreciar el libro como lo que es: un vistazo al alma castigada de un reportero de guerra que de tanto ver a la muerte la ha considerado como un elemento más al que fotografiar y que, con la frialdad de haber sobrevivido a todo, reflexiona sobre las guerras de ahora y siempre.

                        ¿Quiere decir todo esto que el libro es un tostón caótico que no se entiende? Alguno habrá que lo pensará, no lo dudo, e incluso muchos habrá que lo tilden con adjetivos parecidos, pero para el Poneletras, vuestro servidor, El Pintor de Batallas es una excelente novela que convierte al lector en un privilegiado, ya que le deja echar un vistazo a rincones de la memoria y del pensamiento velados como norma (excepto para psicólogos, familiares y botellas vacías de alcohol). Como he dicho antes, es posible que este libro haya que afrontarlo con una pasión en cierto modo enfermiza hacia los conflictos y los reporteros de guerra, no siendo alimento para cualquier paladar literario. Por ejemplo, una de las primeras imágenes televisivas que recuerdo es la de Arturo, con sus gafas, su camisa y sus tejanos, tirado en una zanja, haciendo una crónica como si hablase de los sombreros de una boda, con guerrilleros a su espalda disparando y balas trazadoras pasando a escasos centímetros del imperturbable reportero. Por eso, en mi caso, El Pintor de Batallas es un privilegio que Arturo Pérez-Reverte ha tenido a bien de regalar al público interesado y que muestra la permeabilidad de la guerra en el ser humano de un modo mucho más profundo y sincero que obras como Territorio Comanche.

                        Y nada más, queridos viajeros. El Pintor de Batallas, de Arturo Pérez-Reverte es un libro denso, caótico y profundo. Pero es como tiene que ser, pues no es nada más que el vistazo al alma de un reportero de guerra deseoso de cerrar, en cierta medida, aquella etapa de su vida donde tanta muerte vio, grabó y fotografió, y donde las reglas de lo que creemos humano se quitan el velo de lo establecido y se muestran tal y como son: ásperas, crueles y ávidas. Un libro, este El Pintor de Batallas, que más debería ser un escrito privado, y que su lectura puede estar condicionada por una predisposición muy concreta, siendo así un privilegio para algunos o una tortura sin sentido para otros. Poco le debe importar esto a Arturo Pérez-Reverte, si vende o no vende, si gusta o no gusta, porque El Pintor de Batallas está editado, sí, pero no está escrito para nadie más que para él mismo. Después no digáis que no lo avisé…

                        Saludos veraniegos y feliz lectura, viajeros espaciales de la nave Tierra.

                        EL PINTOR DE BATALLAS
                        Arturo Perez Reverte
                        La termine de leer esta madrugada.
                        Me gustó mucho.
                        Es una novela tremenda, horrorizante porque cómo se deshumaniza alguien que está concentrado no sólo en su trabajo sino en el hecho de la creación a base de la destrucción, con tal de conseguir una buena toma como objetivo aunque pase como un espectador -de hecho- de la muerte de sus modelos a los que la vida y la muerte los ha colocado en su mira.

                        En este caso es un fotógrafo de guerra (de Guerras diría yo) que se retira después de 30 años de trabajo , se recluye en un pueblo de la costa de España y vive en la torre de un faro, dedicado a pintar un mural enorme en sus paredes acerca de la historia de las guerras, como el las ve y como han influido de una manera u otra las personas fugaces y las personas, o más bien la persona que el amó y perdió hace diez años.

                        Como bien dicen, en la Reseña es su vida como corresponsal lo que estamos leyendo en medio de la novela, que es bastante simple en su estructura pero tremenda en el fondo; y sobre todo en "El pintor de las batallas" nos muestra imágenes tremendas de la guerra y como el protagonista dice en algún momento, eso de que una imagen vale más que mil palabras se perdió hace mucho tiempo con los adelantos en cuanto a material fotográfico, se pueden hacer maravillas con una cámara pero se pierde la esencia la espontaneidad. Hay cosas que el lente es incapaz de captar, son las vivencias que sí se pueden contar y la imagen mental simplemente hace "honor" a las palabras.

                        Me gusto mucho, me aterró la indiferencia y el egoísmo del ser humano y cómo , los personajes,hacen referencia a las paradojas y las leyes del caos, que nada sucede sin que tenga consecuencias y además ya todo estaba previsto como en un juego macabro.

                        Como siempre Perez Reverte a la vez que nos regala una novela y una trama excelente, comparte reflexiones y nos deja pensando un poco más allá de lo que vemos todos los días.
                        Tatiana
                        Forista Opalo
                        Last edited by Tatiana; 13-enero-2014, 11:43.

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                        • Re: Opíname de libros y de autores

                          ANGELES Y DEMONIOS Dan Brown



                          Novela de suspense escrita por Dan Brown y protagonizada por el profesor de simbología religiosa Robert Langdon, protagonista del Código Da Vinci.

                          Realmente, la novela que nos ocupa fue anterior al famoso código da vinci, pero en general ha sido leída a continuación del citado código, ya que ésta fue la novela que catapultó a la fama a Dan Brown.

                          Yo tengo que reconocer que, de todas las novelas que he leído de Brown, ésta ha sido la que más me ha gustado.

                          Está ambientada entre Roma y la ciudad del Vaticano.

                          Comienza con el descubrimiento del director del CERN del cadáver de uno de sus físicos más respetados, Leonardo Vetra.
                          Presenta en el pecho, marcado a fuego con un hierro al rojo, la palabra Iluminati.
                          Los Iluminati constituyeron una sociedad secreta, representante del poder de la ciencia contra la iglesia.
                          Robert Langdon se ve embarcado en la búsqueda de los Iluminati junto con la hija del asesinado Vettra, Vittoria.
                          La sociedad ha robado un contenedor con antimateria del CERN y lo ha ocultado en algún lugar del Vaticano, justo en el momento en que se está celebrando el cónclave para la elección del nuevo Papa.
                          A su vez, 4 cardenales han sido secuestrados por los Iluminati, con lo que Langdon y Vittoria protagonizan una carrera contra reloj por distintos lugares emblemáticos de Roma y el Vaticano, para encontrar a los cardenales y la antimateria antes de que ésta explote.

                          El estilo de este libro es muy similar al del código Da Vinci: altas dosis de suspense, códigos ocultos, acertijos a resolver, diálogos cortos y directos, acción, misterio y persecuciones.

                          La novela no aburre en ningún momento y desde el inicio engancha al lector. Es aún más dinámica que el código, ya que toda la acción se desarrolla en un sólo día.
                          Por tanto, no deja respiro al lector.
                          Por otro lado, la descripción de distintas iglesias y lugares señalados de Roma y el Vaticano es muy interesante y traslada al lector a este bello lugar, así como los entresijos de la corte papal, el cónclave y las intrigas cardenalicias.

                          En contra, decir que este libro peca de los mismos defectos que la restante bibliografía de Brown:

                          - Inexactitudes históricas, científicas y religiosas presentadas como hechos reales.
                          - Estilo literario poco cuidado, basándose en el diálogo fácil y las conversaciones impactantes como único recurso para llamar la atención del lector.
                          - Final terrible.
                          Made in Hollywood total.
                          Para mí, es lo peor del libro y lo que me hace clasificarlo como meramente entretenido, cuando su frenético desarrollo me hubiera llevado a calificarlo algo mejor.

                          En resumen, historia sumamente entretenida, contada con un ritmo envidiable y sobre un tema muy interesante.
                          Con varios gazapos de todo tipo (al igual que otros muchos escritores…no sé por qué se machaca tanto a este escritor cuando las inconsistencias históricas y de todo tipo son aplicables a muchos otros escritores), un estilo pobre pero eficaz y, eso sí, un final para matar a Dan Brown.
                          Aún así, recomendable cuando te apetezca pasar un rato ameno, sin más pretensiones literarias.

                          Por qué decidí leerlo: Él código Da Vinci me entretuvo mucho, así que no dudé en leerme otro libro del autor.

                          Lo mejor: Entretenimiento asegurado. Muy interesante la parte relacionada con el Vaticano, el Papa y la hermandad de los Iluminati.

                          Lo peor: Sin duda, el final. A mí me pareció malísimo.

                          ¿Volvería a leerlo?: Pues creo que lo he leído un par de veces…no descarto una tercera.

                          ¿Lo recomendaría?: Sí, como libro de verano, estupendo. Eso sí, siendo consciente de que no vas a encontrar una obra maestra de la literatura.

                          (Reseña : Por malosa de "Un libro para esta noche")


                          .
                          Tatiana
                          Forista Opalo
                          Last edited by Tatiana; 13-enero-2014, 20:32.

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                          • Re: Opíname de libros y de autores

                            Las Huellas De Dios
                            Greg Iles
                            Atlasbooks Dist Serv, 01/05/2006 - 512 páginas

                            Navegando habilmente por las turbulentas aguas que separan ciencia y espiritualidad, Las huellas de Dios es mi tipo de novela favorito.
                            El argumento queda resonando en nuestro interior mucho despues de pasar la pagina final.?
                            Dan Brown, autor de El codigo da Vinci?Una lectura incendiaria.?

                            "Me llamo David Tennant. Soy medico. Doy clases de etica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, y si alguien ve esta cinta es que estoy muerto."
                            Tennant trabaja para el Proyecto Trinity, una secreta organizacion gubernamental que intenta lograr el santo grial del siglo veintiuno: un superordenador que supere el poder de la mente humana.

                            Claves ocultas sobre los antiguos misterios del mundo y las enigmaticas prioridades del gobierno se esconden detras del clandestino proyecto.
                            Pero cuales son las reglas? Cuan humana es la maquina?
                            Puede un hombre alterar el curso de la historia?
                            Cual es el significado oculto tras las extranas visiones sobre la vida de Jesus que experimenta su mente?
                            Comienza la cuenta atras para la raza humana en una devastadora batalla entre tecnologia y espiritualidad.
                            La resolucion esta en manos de un solo hombre.
                            Necesitara todo su conocimiento para descifrar las claves ocultas que Jesus ha dejado a traves de los siglos en manuscritos y templos.
                            Para el doctor David Tennant, solo hay una cosa mas horripilante que estas recurrentes imagenes sobre la Crucifixion y su sentido dentro del enigmatico Proyecto, haber descubierto los secretos de Trinity

                            (Google Books)

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                            • Re: Opíname de libros y de autores

                              Lo estoy leyendo y me está gustando, aunque el argumento me parece demasiado SC, me gusta la trama que hace Greg Iles; te despierta el interés, lo mantiene y es más te hace "vivir" las emociones que tiene cada uno de sus personajes, maneja los términos de tal manera precisa que te hace recrear in mente lo que quiere transmitir a través de sus personajes.
                              Yo sólo lo he leído en "El prisionero de Spandau" y me gustó mucho.
                              Luego comento...

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                              • Re: Opíname de libros y de autores

                                "Inocente",
                                de Scott Turow

                                Inocente, de Scott TurrowHan transcurrido 23 años desde que Scott Turow publicara Presunto inocente, uno de los thrillers legales que definió la década de los 80 y brindó un salto cualitativo en cuanto a las posibilidades narrativas del género.
                                Entonces dejamos al abogado Rusty Sabich exonerado de los cargos de violación y asesinato de una compañera de trabajo y amante, Carolyn Polhemus, para infinita frustración del fiscal Tommy Molto.
                                Hoy se ha convertido en un juez que aspira a llegar al Tribunal Supremo, pero antes tendrá que justificar ante la ley por qué tardó 24 horas en notificar la muerte de su esposa.
                                ¿Se saldrá de nuevo de rositas o tendrá Molto la oportunidad de vengarse? Para saberlo deberá leer Inocente, una secuela que devuelve a Turow al banquillo de los astros del suspense judicial.
                                Conversamos con él sobre su trayectoria y su última novela


                                No empezó a escribir novelas hasta que dejó de ejercer como fiscal, ¿fue este el plan desde el principio, pasar de un terreno a otro, sin interferencias?

                                Desde que era un niño mi sueño fue convertirme en escritor. Al acabar el instituto, empecé a tomar clases de escritura creativa en la Universidad de Stanford, donde me pasé cinco años antes de dar el salto a estudiar Derecho en Harvard. Este cambio, así como el hecho que acabara optando por ejercer la abogacía, jamás borró de mi cabeza mi aspiración de siempre.

                                En mis años como fiscal aprovechaba cualquier momento libre del día, ya fuera en el tren camino del trabajo, para escribir algo, a veces no más de un párrafo, pero lo suficiente como para mantener la llama ardiendo.

                                El argumento de Presunto inocente lo fui desarrollando a lo largo de varios años y partió de una serie de experiencias que tuve mientras realizaba unas clases prácticas en el condado de Suffolk. Estas, sin embargo, no me condujeron más allá de unas 120 páginas, de manera que me cogí dos años de excedencia durante los que fui encontrando la manera de ir tirando del hilo, al tiempo que me dedicaba a escribir también otras cosas.

                                El reglamentado mundo del derecho parece en conflicto con el literario, especialmente en lo que concierne al lenguaje, que resulta árido, factual, intrincado…¿cómo consiguió reconciliar ambos?

                                En un sentido muy genérico, la práctica del derecho consiste en escribir, ya sean informes, contratos, cartas, memorándums… las voces son diferentes, pero la judicatura es un ámbito profundamente verbal. Si vamos al meollo de lo que es la ley, encontramos que está básicamente hecha de palabras. Los dos mundos pueden ser enormemente divertidos y también un auténtico coñazo.

                                Es cierto que escribir ficción implica mayores dosis de júbilo, en comparación con la monotonía de hacerlo en términos legales, pero una y otra tienen su ración de ambas cosas.

                                ¿Qué aprendió acerca de las personas durante su etapa consagrada a investigar casos de corrupción en las altas esferas que en el futuro le resultaría muy útil al crear sus personajes de ficción?

                                Debo decir que mis años como fiscal siempre están conmigo cuando me encuentro frente al teclado, fueron como un posgrado muy educativo en torno a la naturaleza humana. En especial sobre lo ruin que puede llegar a ser la gente.

                                Asimismo, descubrí que muchos de los sujetos que procesé era en realidad personas decentes pero intensamente vulnerables. Aprendí una barbaridad acerca de la complejidad de la vida y de los juicios morales.

                                ¿Siempre había tenido el propósito de escribir una secuela de Presunto inocente?
                                Si he de ser sincero, durante muchos años pensé que jamás lo haría. Por un lado, consideraba que auto imitarse era algo inherentemente limitador para un escritor.

                                Por otro lado, temía que intentar igualar una novela cuyo éxito dependió en su momento de abrir nuevos caminos iba a suponer un reto insuperable.

                                Sin embargo, llegó un momento en mi carrera profesional en el que, habiendo escrito varias novelas que habían funcionado muy bien comercialmente y que versaban sobre diversas temáticas, ya no me importaba si estaba siendo restrictivo conmigo mismo o no.

                                Además, habían transcurrido tantos años que imaginé que habría muchos lectores que sentirían curiosidad sobre qué había sido de Rusty, siendo yo obviamente el primero de ellos.

                                En su momento no supe entender qué me impulsaba a llevar acabo algo a lo que me había resistido tanto. Ahora, no obstante, veo que detrás había un buen puñado de motivos personales que me empujaban de regreso a mis inicios y a trazar nuevas sendas a partir de ellos.

                                ¿Cuál es el lado más traicionero de una secuela? Mientras escribía Inocente, ¿le salieron al paso una serie de desafíos que no había previsto?
                                Bueno... sólo te confesaré que me sentía muy intimidado. En todo momento fue como si estuviera escribiendo con un buitre sobre mis hombros.

                                ¿Qué convierte a un buen thriller legal en un thriller legal soberbio?
                                La elegancia en la manera en que te expresas y en la que desarrollas a los personajes y la trama.

                                ¿Hasta qué extremo piensa que un thriller legal debe tener verosimilitud? En otras palabras, ¿hasta qué punto puede uno forzar el hilo narrativo antes de que se rompa?

                                La suspensión deliberada de la credibilidad es un requisito indispensable en la ficción. Ahora bien, contra más inverosímil es la trama, menos satisfactoria va a resultar la novela. Dicho esto, una caracterización soberbia del personaje te permite tomarte ciertas licencias hasta traspasar de forma generosa las fronteras del realismo.

                                Con sus tres líneas temporales en la primera parte, sus diferentes narradores y multitud de giros Inocente debió de exigirle un plan muy elaborado. ¿Tiene, por principio, la trama y la estructura de sus libros esbozada al milímetro antes de sentarse a escribir?

                                No puedo ponerme con un primer borrador si no sé en qué dirección me voy a mover y esto, por lo general, significa saber por dónde va a ir el final. De forma que empiezo por dedicarme durante un año a ir tomando notas, perfilando diálogos cortos y escenas pequeñas. Sólo entonces, cuando tengo claro qué va a ocurrir, puedo dedicarme a asaltar el primer borrador.

                                Inocente rebosa documentación sobre toxicología, técnicas forenses, informática… ¿Disfruta con esta parte de su trabajo?

                                A medida que pasa el tiempo, echo mano de forma creciente de la ayuda de expertos. Quiero ser preciso y ceñirme a las fronteras de la realidad en los que se refiere a conocimientos especializados.

                                Lo cierto es que personalmente no investigo de una forma desaforada, diría que lo justo para saber de qué estoy escribiendo. Recuerdo que en cierta ocasión coincidí con Robert Parker en una charla y, cuando alguien del público le felicitó por su trabajo de documentación, sólo se le ocurrió responder: “¡Soy un mecanógrafo de primera!!”. Pues eso mismo.

                                ¿Hasta qué punto se ha implicado en las adaptaciones que se han hecho de sus libros tanto para el cine como para al televisión?
                                Siempre me he sentido tratado con cortesía pero, francamente, también conozco mi lugar… Cualquier novelista que creyese que iba a poder tener cierto control frente a un gran estudio, que invierte unas cantidades masivas de dinero, demostraría una ingenuidad suprema. Doy mi impresión sobre los borradores de guión y visito el plató, pero nunca he esperado que mi palabra fuera a prevalecer.

                                ¿Qué convierte a su Chicago natal (si bien bajo el nombre de Kindle en sus libros) en un lugar tan especial a la hora de ambientar en él thrillers legales?
                                Es una ciudad cargada de intensidad, gigante, heterogéneo y nada pretenciosa. Una ciudad que pelea a puño limpio y cuyos afilados bordes dan para una ficción estupenda.

                                Dedicó un libro al tema de la pena de muerte, Ultimate Punishment. ¿contribuir a profundizar en el debate sobre un tema tan sensible es algo de lo que se siente particularmente orgulloso?

                                Recibir numerosas felicitaciones por mi estudio del tema, tanto desde mi faceta de abogado como de escritor, supuso una enorme satisfacción pero, en el fondo de mi corazón, considero que mis mayores logros se encuentran en mis novelas, al menos en mi humilde opinión…

                                Junto a escritores como Stephen King o Amy Tan participa en los conciertos que organiza la banda Rock Bottom Remainders, que tiene fama de ser bastante estrepitosa… Si no fuera porque les mueven fines benéficos, ¿deberían ser llevados frente a un tribunal?

                                Si nos consideráramos músicos sin duda que nos podrían acusar de fraude con toda justicia.

                                Sinopsis editorial


                                Tras el éxito de Presunto inocente, Scott Turow regresa con Inocente, su apasionante secuela.

                                Una mañana Rusty Sabich, sexagenario y presidente del tribunal de apelación del condado de Kindle, descubre el cadáver de su mujer Barbara junto a él en la cama que ambos comparten. Sin embargo, espera casi un día entero antes de avisar a la policía y a los servicios de emergencias. Ni siquiera avisa a su hijo Nat. ¿Por qué?

                                Veinte años antes el mismo hombre, entonces ayudante del fiscal del condado, fue procesado por el homicidio de su colega Carolyn Polhemus, y durante la investigación se descubrió que tenían una aventura.

                                Tommy Molto, fiscal del distrito, se convirtió desde ese instante en su más enconado enemigo. Finalmente Rusty fue absuelto, pero veinte años después, la rivalidad entre los dos hombres sigue intacta.


                                Copyright de texto e imágenes © 2010 Antonio Lozano, Random House Mondadori. Reservados todos los derechos.

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