Taller del Alquimista...

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Re: Taller del Alquimista...

Qué lindo Elixir, cuánta ternura se descubre detrás y mucha alegría de vivir... Gracias por compartirlo.

Oye Bug... No la amueles. Si lo que está diciendo es que se la está cargando la chifosca aunque aparente mucha buena onda. Si le vuelves a decir algo así a Elixir, se va a retirar. Va a pensar que está errando la afición y que cuando quiere transmitir resignación los demás ven mucha ternura y alegría de vivir.

Ya se que estás entusiasmada y todo en estos momentos te parece muy very good, pero no la jodas. jejejeje

Elixir. Una vez más demostrando gran oficio y yo me siento absolutamente emocionado de que elijas este espacio para compartirnos tus creaciones.

Un sincero abrazo.

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Re: Taller del Alquimista...

Oye Bug... No la amueles. Si lo que está diciendo es que se la está cargando la chifosca aunque aparente mucha buena onda. Si le vuelves a decir algo así a Elixir, se va a retirar. Va a pensar que está errando la afición y que cuando quiere transmitir resignación los demás ven mucha ternura y alegría de vivir.

Ya se que estás entusiasmada y todo en estos momentos te parece muy very good, pero no la jodas. jejejeje

Elixir. Una vez más demostrando gran oficio y yo me siento absolutamente emocionado de que elijas este espacio para compartirnos tus creaciones.

Un sincero abrazo.

Oye malvado, si yo adivino a una Elixir tierna, linda, que aunque cargue sus penas siempre tiene una sonrisa y una palabra linda para los demás, a eso me refiero.

Un abrazote para Elixir y un besote pa mi Alqui querido.

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Re: Taller del Alquimista...

Muchas gracias a los dos :)
La verdad es que ambos tienen razón, yo al mal tiempo buena cara.

Me encanta compartir letras con ustedes, su textos son estupendos y hablando de eso, Alqui nos tienes picados con el cuento de Klar, ¿para cuando la continuación?

Un abrazo a los dos y buenos vientos.

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Re: Taller del Alquimista...

Muchas gracias a los dos :)
La verdad es que ambos tienen razón, yo al mal tiempo buena cara.

Me encanta compartir letras con ustedes, su textos son estupendos y hablando de eso, Alqui nos tienes picados con el cuento de Klar, ¿para cuando la continuación?

Un abrazo a los dos y buenos vientos.

Hola!!! Fíjate que esperaba que Klar reaccionara o se diera una vuelta o dijera algo o mostrara aunque sea un poquis de interés, pero ni pela!!!!! He andado apuradón. Obviamente ya se pa donde va el cuento, pero no he tenido tiempo de ponerlo en tinta.... Ta.... bueno... Y así que si no es todo, hoy sale otro cachito.

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Re: Taller del Alquimista...

Sho??????????? Alquimi, y orá que hice? tu siempre hablandome a medias.

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Re: Taller del Alquimista...

Hola Klar...Llegando de vacación y viendo como mi Tema se va al sótano. Dirán, pus el que tenga tienda que la atienda... y pus tendrán razón. Y como te lo platiqué, aquí va primera parte del cuento que te dije: Espero que te vaya pescando. No va a ser muy largo, tal vez un par más de entregas, pero puede ir creciendo o muriendo con un poco de interacción. Tu dirás... Mientras ahí queda el saque, para que le eches un ojito y me digas que onda.

Como de costumbre, todos pueden opinar y opiniones bienvenidas. El nombre... chin, no tengo el nombre todavía. Acostumbro ponerle el nombre al final de todo lo que hago. Creo que así se debe. Así que sugerencias se toman en consideración. Así que en lo que le ponemos nombre, le voy a llamar Cuento de Klar.


Un abrazo.

Cuento de Klar.

Sin duda, el archivero de un abogado es como un cementerio. En uno hay lápidas, en otro, expedientes que relatan siempre historias de cierto grado de terror. Las lápidas son frías, mudas y si bien, su sola presencia remite a la reflexión y a la ceremonia, más allá del epitafio, no revelan nada de la tragedia que esconden bajo sus lomos. En cambio, los columpios de un archivero de abogado narran con detalle y pormenor, desde la causa de la tragedia hasta la última de sus consecuencias, ahondando con asquerosa insensibilidad sobre los detalles más bizarros. Es más, los detalles bizarros son en los que hay que hacer hincapié, porque en ellos, se anclan las explicaciones de los hechos en aparente sinsentido que culminan con una fortuna, con una vida… con una familia.
Y exactamente, en lo general, eso hay en un archivero de abogado. La narrativa “pseudocientífica” de una tragedia. Un trato malogrado por circunstancias adversas; una fortuna atomizada entre familiares ansiosos tras la muerte del patriarca o la matriarca; una deuda mustia que se convirtió en impagable y en la fractura irremediable de la familia que apenas comenzaba; una agresión entre vecinos o entre hermanos que terminó en hospital después de unas copas; un choque de quinceañeros consentidos que acabó con la vida de la novia y/o amigos bajo la pesada, filosa e inesperada caja de un tráiler; el asesino de ocasión que por unos pesos desnucó a la octogenaria. Algunos casos tan cotidianos que no alcanzan ni para el chisme, otros que mueven ese hueso sensible del juzgar a los demás para sentirnos seguros en nuestro entorno “controlado” y otros definitivamente tan indignos del ser humano que merecen ser contados con detalle y no para el escarnio sino para la reflexión profunda.
El expediente al que me referiré, está bajo la letra “N” de "nadie" o de "ninguno" o “no conocido”, aunque todo mundo supo que el tal se llamaba Carlos, Carlos Orozco Rendón, para más datos. Pero se puso bajo esa letra, para que nadie fuese a dar con él por equivocación o por morbo.
Tras la cubierta tamaño oficio en la que se puede observar claramente un águila devorando una serpiente, rodeada con un círculo de letras que dice Poder Judicial del Estado, se topa uno en la primera página con una serie de fotografías. Para el ojo no entrenado y sensible de intestinos, la impresión será mayúscula. No repararé mucho en detalles, pero baste decir que se trata de las fotografías de un denominado Peritaje de Mecánica de Lesiones. En este tipo de documentos, se fotografía en primer plano cada lesión que presenta un cuerpo en un caso de homicidio.
Para el ojo acostumbrado, éstas imágenes dejan de dar información macabra y se convierten en una herramienta de conocimiento, pero en el caso de Carlos, -alias El Charly- ningún ojo por más acostumbrado que estuviese podría dejar pasar lo que de las fotografías se desprendía. Se intuía tras las frías impresiones fotográficas, una saña feroz, una rabia irrefrenada, una cólera proyectada sin piedad. A la vista, los cuerpos eran casi indistinguibles. Como en esas fotos de revista de ovnis y supuestas grabaciones de extraterrestres o el monstruo del lago Ness, los cuerpos sobre las planchas del forense no parecían humanos. Imagen, tras imagen, los rasgos fisonómicos de los cuerpos seguro parecía que pertenecían a antropoides, pero muy lejos de ser humanos. El interior del expediente, revelaría una verdad que resulta difícil de tragar y mucho más difícil de digerir. De hecho han pasado años desde que a ese expediente le recayó sobre la carátula el Sello de “CONCLUÍDO”, pero en mi fuero interno, a veces pienso que esas imágenes seguirán a cualquiera que las haya visto hasta el final de sus días. Como una mancha en la cara que sólo uno se puede ver a si mismo. Como una perversión ajena que se tiene que cargar por el sólo hecho de conocerla. Como si el sólo contacto con esa realidad lastimosa lo hiciera a uno menos humano que antes de haberla conocido. Y así es.

Alquimi, PERDONAMEEEEEEEE!!!! No había visto, no pensé que hicieras caso a mi petición. Muchas Gracias.

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Re: Taller del Alquimista...

Después del post anterior que puse, sentí remordimiento y escribí sin parar lo siguiente en una hoja de word. no revisé nada, no lo releí, porque de todos modos no sabría como mejorarlo. Quise recordar el mayor detalle de mi cuento y hacer un resumen. A ver qué les parece.

Escribiré lo que recuerdo de mi cuento, no lo encuentro, recuerdo que eran como 50 hojas a mano y letrita con pluma morada, negra, azul de muchos colores, la que tenía a la mano en ese momento. Y hasta hacia bocetos de la escena jajajaja! En cuadritos a la mitad del texto.
No escribo bien, ni siquiera sé escribir y no sé de ortografía y redacción, pero escribía lo que sentía en ese momento, es que si vivía lo que escribía. Bueno, más o menos. Jejeje!

El dolor en mi cabeza era insoportable, tenía frio y sentía ese temblor en las manos y terminaba en la quijada. Todos los exámenes finales me habían dejado así, y para no variar el trabajo. Todos esos pensamientos, me rodeaban cuando aun no terminaba mis ejercicios de estadística, sin ellos no tenía derecho a examén. Ni Cálculo se me complicaba tanto como Estadística, creo que la menosprecié y ahora todo caía por su propio peso.
Viernes por la tarde. Guardaba hojas y hojas, borradores, calculadora, lápices, al menos dos tres bloques de libros. El examen es hoy, es mejor salir temprano y terminar de acomodar todo en la biblioteca, el examen es a las 20:00 y ese profesor tan impasible, recuerdo el primer día de clase, no hablo absolutamente nada, ni el saludo, ni la despedida… sólo nos miró tres veces y todo lo escribió en el pizarrón, no fue digamos una clase, sólo las reglas del juego. Proyectaba una flojera mental en darnos clase, de esa que alguien muy poco complaciente en compartir su experiencia.
Tan pronto como llegaba a la puerta, alguien toco a la puerta. –quién será, no podré atender a nadie y mi familia ya anda de vacaciones...
Salí, era una antigua vecina que se había mudado a otra ciudad y se le veían serias intenciones de pasar a ver a mi madre. No está mi madre, puede regresar otro día porque voy de prisa! Creo que ni siquiera escuche su respuesta, cerré la puerta y sólo dije perdón con la mirada.
Caminé a prisa en busca de un taxi, llovía y el panorama aparte de mi seguridad era simplemente desalentadora, sentía ese vacio en el estomago que sólo podía pensar no sé nada, pero no reprobaré. Me las arreglaré en ese momento, siempre pasa algo, siempre se me ilumina mi mente y encuentro el camino correcto para salir de laberintos. He enfrentado mucho más. Con estos pensamientos iba en el transporte público; de mi paraguas me escurría el agua acumulada y me caía en mis pies, sentía frio, pero no tenía energía en mover ni un milímetro mi dedo pequeño, es más mis ojos clavados en el horizonte me dolían y me ardían porque no podía ni cerrarlos ni moverlos. Para qué , esos detalles no ayudan en nada. Baje en automático, gastando la menor energía posible. En el campus, había transporte local de la escuela. Estaba vacio todo, mi profesor rey de la apatía, hizo sus exámenes fuera de tiempo y todos ya estaban de vacaciones. Algún investigador incauto se veía por ahí caminando y metiéndose a los laboratorios, seguramente son “científicos” pensaba yo o empleados de mantenimiento. Porqué tengo estos pensamientos tan tontos ni al caso. Después de tanta concentración y ahora sólo siento a mi cerebro congelado y pasmado en el momento.

En el autobús,
Ningún pasajero, bueno… era obvio, todos los compañeros de mi grupo llegarán después de las 7. Apenas son las 18:00. Aun me falta un par de ejercicios y no tengo ni idea. Hayaré la manera, la forma, oh mi dios, me ayudarás verdad??? No me dejes sola con ese maestro; muchos abdicaron desde hace semanas y no regresarán, si bien me va estaremos como diez en clase, qué estará peor estar frente a ese maestro o el examén? El pavor de ese profesor apático podía más que la estadística?
Parada Facultad de Ciencias.
Compenetrada en mi estoicismo. Paralizada más como una momia que como una estatua griega, a punto de caer hecha polvo, llegamos a la parada, ni voltear a ver, pensé. Sin embargo, algo sentí que me hizo voltear, algo en mi me hizo reaccionar, como una especie de paranoia. Voltee era un hombre, con una gabardina y ropa de color obscura, volteo de lado contrario y no vi su cara, se sentó en los asientos de atrás. Podría voltear, pero no me atrevía casi ni a respirar, y sería tan obvia mi curiosidad que no necesito distraerme. Ahorita no pienso, pero no me distraigo. Asi que me deje caer, pero mi mirada hacia el vidrio y rededor buscando reflejos que me dieran más información de ese hombre extraño. Había sentido mucha adrenalina con su presencia y ni siquiera vi su rostro.
Biblioteca.
Mi cerebro y mi mente ha conseguido el letargo de todo el camino, aunque terminará porque se acerca mi parada. Reacciono y pienso, cuando baje, miraré hacia atrás y veré al extraño compañero de viaje. Me levantó y siento claramente como mis piernas se doblan. Hago un esfuerzo y empiezo a caminar, sintiendo el minimo detalle que choca con las llantas del autobús. Volteo disimuladamente y el hombre solo puedo ver que es joven y viene mirando hacia abajo, seguramente leyendo algo. Me bajo.
La facultad vacia. Una mujer cruza el pasillo principal con una bolsa, me mira y sigue su camino. Ha parado de llover un poco, hace menos frio, creo que estoy sintiendo más confianza, camino poco a poco y en cada paso gano energía.
La biblioteca vacia, pero hay servicio, las personas que atienden seguro duermen, ni siquiera se ven cerca. Hasta el final entregaré los libros que hoy cargo, mientras a intentar de nuevo. Está a punto de obscurecer totalmente. Las lámparas de los jardines ya se habían encendido. No hay nadie, ya debería andar por aquí algún incauto. En fin, me siento todo está frente a mi, todas las herramientas para dejar de ser una perdedora en esa clase, siempre he sacado buenas notas, sin mucho esfuerzo, empiezo a creer que me predispuse desde el principio, o encuentro respuestas ahora o mejor ya empiezo.
Primer intento y no salió pero creo encontrar un detalle en mi ejercicio. Eso lo explicó en algún momento, mi apunte de la clase se resumía a diez hojas y tenían datos ambiguos pero anoté en pequeñito un par de palabras y lo subrayé, la clase se resumía seguro a encontrar ese tema…
En el libro tal, dice que la variable constante …. Es codependiente del resultado de… es por ahí, lo dije siempre algo sucede, estoy segura que es por ahí el asunto. Meto números a mi calculadora, mis manos tiemblan cuando anoto cantidades en mis hojas, sé que lo tengo, pero aun no lo terminó. Eres tan inteligente! Podrías vencer ese examen del profesor?, tengo dos horas para contestar ejercicios que tarde días… no no pienses eso. Ya sabes cómo, sólo es escribír rápido y no alzar la mirada a ver la cara del profesor ni ver la desesperación de los demás, si escribes tan rápido, además todos esos truquillos en la calculadora ayudan a ahorrar tiempo.
Metida en todos estos pensamientos, no me doy cuenta pero ha transcurrido media hora, caray! Empiezo a experimentar un temblor de nuevo que va aumentando, el cuerpo se me paraliza, si no paso esta materia me quedaré un año, un año! No. Siempre he terminado lo que empiezo. Falta un ejercicio y faltan 25 minutos para el examen. Y del segundo ejercicio no tengo idea!
Concéntrate, concéntrate. Me decía a mi misma. Y si le hablo a Alfredo? Y si el pudo encontrar la solución? No traigo monedas, mi celular no tiene batería. Busco en mi mochila en el fondo. Una moneda. Las tiendas están cerradas. Bajo corriendo escaleras, marco, no contesta. Regrésame la moneda maldita máquina. De nuevo, está llamando. Un segundo más. –Bueno? Ahí estás, vendrás al examen de estadística??? – No. Estoy enfermo y haré extraordinario.
Regreso a mi lugar y quiero correr a mi casa. Nadie irá al examen. Como pudiste dejar todo hasta al final, pero quien toma clase los viernes a las 20:00, no le diste el peso que se requería. Alfredo me dio tips que recordaba, es empezar de nuevo faltan 15 minutos.
Respiro profundo, y me dejo caer en la silla. Aun falta regresar los libros. Mi mente estaba en una montaña rusa, sólo escuchaba mi respiración. De repente, sentí un sobresalto, sentía la mirada de alguien, mi mente viajo a la planta baja de cuando baje a hablar por teléfono no había nadie. Sentía la pesadez de una mirada atravez de los estantes repletas de libros, volteo y no alcanzo a ver nada. Me levanto a punto de caminar y pienso faltan diez minutos.
Empiezo con los primeros pasos del último ejercicio, al menos que vea que lo intenté. Vuelvo a leer el texto como de dos párrafos, que no es lo mismo que el primero pero con más datos basura???, si sólo pregunta cual es el promedio de la producción de un año, para que me sirven todos estos datos… Son las ocho. Creo que di con el clavo pero no cuadra. Algo poquito tan poquito me falta. Concéntrate. El ruido de unos libros caídos me hace voltear estrepitosamente.

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Re: Taller del Alquimista...

Son las ocho uno, tengo 5 minutos. Va adelantado por cinco minutos, bueno cuatro. Es mejor que entre al salón o ya no me dejará. Mi angustia y mi miedo se apoderan de mi. Quiero ir a ver que sucede del otro extremo. Pero es mejor correr, yo no ví a nadie ahí y no ví que pasará alguien. Entrego los libros, un señor que no había visto antes me atiende… los sellos, mi credencial, dese prisa! Camino con menos carga y cruzo los jardines a toda velocidad. Subo escaleras, corro por todo el pasillo, veo por los ventanales hacia abajo no veo a nadie, el salón está cerrado.
Veo através de la ventanita y ahí está él sentado leyendo sus hojas. Toco, no hace ningún ademán, abro la puerta, lo siento pero si me quedo esperando no haré nada. No alza la mirada y veo a cuatro de mis compañeros regados por todo el salón. Subo un escalon y digo –puedo? El profesor sólo mira el pizarrón y baja la mirada a sus hojas.
Eso qué quiere decir, volteo a ver a mis compañeros con cara de derrota. Saco hojas, y empiezo a anotar el examen, son seis ejercicios.
El uno y el tres están fáciles, el cuatro es como mi descubrimiento a ultima hora, el seis es imposible ni siquiera recuerdo algo que me lleve a si quiera empezarlo. Y la tarea? Es mejor contestar el examen y los que pueda lo mejor posible e intentar el último de la tarea, si no todo será en vano.
Son las ocho cuarenta y apenas llevo dos. El profesor se levanta y camina hacia mi, y con su voz fuerte me dice- tú. Llegaste tarde. Una cubetada de agua fría cayo sobre mi, espero a que terminará dos ejercicios para correrme? Se hizo un silencio enorme. Lo mire disimulando menos terror del que sentía. Lo miré. Toma estas hojas con el logotipo, porque en hojas de cuaderno no me gustan. Maldito, pero no importa. Escribía tan rápido como podía. Mis dedos morados. No debo equivocarme, si me falta un signo está mal.
Eran las nueve y media había contestado 4 segura de tres que estaban bien. Me pelearé con el quinto pero me hace falta la tarea. Tenía media hora que habían salido dos de mis compañeros. Ni siquiera pensar que podían estar bien. La mueca de burla del profesor lo decía todo. Quedabamos tres, sin embargo , paso algo que nos puso el corazón al límite, cuando el profesor veía su reloj cansado y a punto de decir hasta aquí, un estruendo, enorme con eco en todo el pasillo se hizo escuchar, salté en mi banca tiré mi calculadora, algo estaba pasando allá afuera, nos volteamos a ver y solo vi caras de sorpresa, qué sucedia??? El profesor, dijo saben qué es eso? Todos hubiésemos corrido para ir a ver que sucedia pero ante tal situación nos tragamos nuestro asombro y lo ahogamos en el interior de nuestro no menos miedo. El profesor abré la puerta sale.
Todos nos mirábamos al salir el profesor que fue eso??? Quién sabe, parece como un golpe a una puerta en combinación con una bomba casera. Entra el profesor con cara impávida, con absoluto silencio nos mira y toma asiento, se le ve un poco de preocupación y algo de ansiedad. Escuchamos sus pasos recorrer parte del pasillo, ante tan absoluto silencio podíamos captar el ritmo de sus pasos.
Encuentro el problema de mi tarea pero en diez minutos lo saco ya se cual dato si es una variable a considerar en alguna formula.

Diez para las diez.
Casi calmados ante el extraño estruendo y oleaje del ruido vibrando en las ventanas y puertas. El profesor… -tienen diez minutos, se acercan con su tarea. Si no la traen olvídenlo. Uno de mis compañeros –pero profesor, es que se me olvidó en mi casa deme oportunidad…. No. Y no hay nada más que decir. Debe estar completa. Mis manos sudaban mi dedo índice era carne molida con marcas del lápiz. Tan pronto como dijo ya basta. Me levanté pero casi me vuelvo a caer, el estruendo más alejado otra vez, más alejado, pero más fuerte. Nos quedamos parados sin movernos. El profesor – Dense prisa que hoy el ambiente es calculador. Caminé con menos ganas hacia afuera. El alumno que no llevaba la tarea se había salido. Y el otro ni siquiera lo conocía y creo que nunca se presento a clase. Sólo un esbozo de sonrisa me salió hacia él. El profesor sólo dijo sabrás si pasas cuando se publiquen las calificaciones.
Sentí un alivio terminar con tal tormento, pero caminaba sola por el pasillo hacia donde se había escuchado tal azote en forma de ráfaga y mi nerviosismo y ansiedad era diferente.

Continuará…

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Re: Taller del Alquimista...

Xilitla, la casa de Asterión.

He visto al minotauro. Durante dos días -¿o dos lunas?-, he fatigado un laberinto donde la roca y el musgo perpetraban húmedas complicidades...

2004.

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Re: Taller del Alquimista...

Hola Cubo!
¿Escribes en la Casa de Asterión?

Hay unos poetas maravillosos ahí; por favor diime si es asi para visitar tu casa.

Saludos!

[cubo Forista Amatista Find all posts Ver perfil Close cubo]

Re: Taller del Alquimista...

Hola Elixir. :)

No, no escribo ahí. El título es sólo una evocación del cuento de Jorge Luis Borges.

http://www.mundolatino.org/cultura/borges/borges_6.htm

[cubo Forista Amatista Find all posts Ver perfil Close cubo]

Re: Taller del Alquimista...

Xilitla:

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Re: Taller del Alquimista...

Xilitla:

Se ve interesante.

[Bug Bicho forista Find all posts Ver perfil Close Bug]

Re: Taller del Alquimista...

Más que interesante, atrayente.... evoca a un laberinto, a rincones disimulados, puertas escondidas y secretos guardados.

[Klar Forista Oro Find all posts Ver perfil Close Klar]

Re: Taller del Alquimista...

Más que interesante, atrayente.... evoca a un laberinto, a rincones disimulados, puertas escondidas y secretos guardados.

Si, me había quedado corta, pero es todo lo que dices.