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A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.
Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.
Una persona a la que le tengo especial afecto me pidió que agregara aquí alguna información sobre el embalsamamiento de Maximiliano. Así que, con gusto, le cumplo su solicitud.
EMBALSAMAMIENTO DEL CUERPO DE MAXIMILIANO DE HABSBURGO
Con muy justa razón se ha dicho que una necropsia mal hecha no se rehace y lo mismo puede decirse del embalsamamiento; para demostrarlo podemos relatar un caso histórico, el del embalsamamiento del cuerpo de Maximiliano de Habsburgo. Samuel Basch en "Recuerdos de México, memorias del medico ordinario del emperador Maximiliano" (N. Chávez a cargo de J. Moreno, 1970, pág. 479), escribe: "Dirigíme a la iglesia en donde estaba el cadáver del emperador, tendido en una mesa y cubierto con una sábana. Para nada se descompusieron sus facciones, la cabeza quedó ilesa y tenía el pecho atravesado por seis balas.
Dije ya que la cabeza no tuvo lesión; de lasseis heridas que le atravesaron el tronco, tres estaban en el vientre bajo, y tres en el pecho, casi en la misma línea. Los soldados que componían el piquete encargado de la ejecución, habían recibido del general Díaz de León, que mandaba el Cerro de las Campanas, la orden expresa de no apuntar a la cabeza, sino solo al pecho.
Hicieron fuego a muy corta distancia, de tal manera que en la autopsia no se halló ninguna de las seis balas que atravesaron el cuerpo. Las tres heridas del pecho eran mortales por esencia: la primera bala atravesó el corazón de derecha a izquierda; la segunda, al atravesar el ventrículo, hirió vasos gruesos; la tercera, por fin, atravesó el pulmón derecho.
La naturaleza de estas tres heridas induce, pues, a creer que la lucha del
emperador con la muerte hubo de ser brevísima; y que aquellos movimientos de la mano, que una cruel fantasía interpretó como orden de repetir los tiros, no fueron sino movimientos convulsivos, de aquellos que según las leyes fisiológicas son consecuencia natural de toda muerte violenta."
Agustín Rivera y Sanroman en Anales Mexicanos, La Reforma y II Imperio
(México, Talleres Gráficos de la Nación, 1363, págs. 345 y siguientes), escribe:
"Embalsamamiento del cadáver de Maximiliano en el templo de las Capuchinas por el doctor Basch, el doctor Licea, el. doctor Rivadeneira, medico del ejército republicano, y un doctor austriaco que estaba en México, a quien llamó el Barón de Magnus y que llego a Querétaro el día 18, llevando las sustancias necesarias para el embalsamamiento. Después de esto, Escobedo, conforme a la orden de Juárez, recibida el día 18, hizo que se colocara el cadáver en dos cajas muy decentes, una de cinc y otra de madera; que se celebraran exequias en el mismo templo conforme al culto católico, y depositó el cadáver en lugar seguro sin entregarlo a nadie. El cadáver
de Miramón y el de Mejía los entregó a las esposas de ellos, también fueron
embalsamados, se les hicieron exequias y reposan en el cementerio de San Fernando."
Mas adelante (Pág. 353), expresa: "Octubre, segunda mitad. Visita de Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada al cadáver de Maximiliano. Es bien sabido que el
embalsamamiento del cadáver de Maximiliano en Querétaro, a pesar de haber sido hecho por cuatro médicos, resulto mal ejecutado, por lo cual fue necesario un nuevo embalsamamiento, el cual se practico en la capital de México, en la iglesia del. hospital de San Andrés. Esta era una iglesia mediana que cerraba el callejón de Betlemitas; después fue derribada, y el lugar donde estaba es hoy la calle de Xicoténcatl. . .
" En Juárez Benito, Documentos, discursos y correspondencia, selección y notas de Jorge L. Tamayo, T. XII, México, Secretaría del Patrimonio Nacional, 1967, en la pagina 281 se lee: "Lo que si es lamentable es la conducta del Dr. Licea, quien comerció con algunas de las prendas y objetos de use personal de Maximiliano, los que vendió a algunos amigos del fusilado, aprovechándose del estado de ánimo de ellos y el deseo de conservar un recuerdo. Pronto se hizo público este repugnante trafico, habiendo
intervenido el. Gral. Escobedo para castigar al médico abusivo y, mas tarde, -el ministro Sebastián Lerdo de Tejada se empeño en precisar lo acontecido y castigar a Licea. . ."
Preocupado tal vez por los rumores callejeros, el Gobierno, por conducto del ministro Sebastián Lerdo de Tejada, designo una comisión formada por los Drs. Rafael Montaño Ramiro, Ignacio Alvarado y Agustín Andrade, para que reconocieran el cadáver y "hacer en caso necesario lo que sea conveniente para que quede en buen estado de conservación". Según el informe suscrito por los tres médicos, el 13 de septiembre se iniciaron las maniobras correspondientes y fue hasta el 8 de noviembre cuando se terminaron los trabajos que los médicos consideraron adecuados. Según José Maria
Marroquí, las operaciones que se realizaron fueron las siguientes: "Se había usado en Querétaro el método de inyección, como más expedito, pero considerando estos facultativos que no bastaba conservar incorrupto un cadáver como el de este personaje, que acaso tendría que estar visible o al menos habría que descubrirlo algunas veces, no insistieron en este método ni en el de baño y optaron por un procedimiento de vía seca, semejante al egipcio. Con el fin, pues, de que los líquidos escurriesen bien, dejando
enjuto el cuerpo para poder vendarlo y barnizarlo fácilmente, sin estarlo volviendo de una parte a la otra y maltratándolo y, por ultimo, para que el sastre tuviese libertad bastante para vestirle la ropa, determinaron suspenderle y así lo tuvieron por algunos días."
Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.
Les paso el tip de una página donde se pueden ver algunas fotos antiguas del df, están clasificadas por delegación política, creo que le falta mucho a la página pero por algo se empieza:
Les paso el tip de una página donde se pueden ver algunas fotos antiguas del df, están clasificadas por delegación política, creo que le falta mucho a la página pero por algo se empieza:
Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.
CONTINUACIÓN...
Según el Dr. Agustín Rivera:
"Se desnudo completamente el cadáver, se ató en posición vertical a una escalerilla y ésta se colgó de la cadena que pendía de la linternilla y hasta que escurrió todo el bálsamo que se había inyectado en Querétaro, se practicó el segundo embalsamamiento." Por el primer embalsamamiento del cadáver de Maximiliano se pago al Dr. Ignacio Rivadeneira, del Cuerpo Medico Militar, la cantidad de mil pesos, y a los Drs. Ignacio Alvarado, Rafael Montano Ramiro y Agustín Andrade dos mil pesos a cada uno, más $ 715.78 al Dr. Ignacio Alvarado por gastos verificados en el embalsamamiento realizado en esta ciudad.
"El Universal" del 26 de noviembre de 1893 publico, en relación con estos sucesos, una poesía de Juan de Dios Peza titulada "La Calle de Xicoténcatl", que dice así:
Y allí estaba aquel cadáver,
Limpia la faz, roto el pecho,
Como una lección terrible,
Como un inmortal ejemplo.
El sabio a quien encargóse
El nuevo embalsamamiento,
Era del ilustre Juárez
Al par que amigo, su médico.
No bien con expertas manos
Ligó los inertes miembros,
Dejó, por secar las vendas,
Suspendido al aire el cuerpo.
Pendiente de los dos hombros
En un arco de aquel templo,
Y con los ojos de esmalte
Retando al abismo negro.
Solo quedo el soberano,
Rígido como el acero,
Con olorosos barnices
Mojando a sus pies el suelo.
Y cuentan que en una noche A
Juárez dijo su médico,
Más bien que en tono de súplica,
En son de dulce consejo:
"No quiero encerrar al príncipe
Para siempre en otro féretro Antes
de que de mi brazo
Vayáis vos a conocerlo."
Y Juárez cedió a la oferta,
Y esa noche en el silencio
Llego al misterioso sitio
Conversando a Paso lento.
Dos lámparas encendidas
Mal alumbraban el templo,
Y en la penumbra del fondo
Se destacaba aquel muerto.
Aviváronse las luces
Y baño un fulgor intenso
El rostro color de cera
Con ojos color de cielo.
Juárez se acercó impasible
En holgada capa envuelto,
Sin dar señales ningunas
De angustia o desasosiego.
Y de pie frente al cadáver
Clavo en el sus Ojos negros,
Y se lo quedó mirando
Con un semblante de hierro.
Y después de haber estado
Contemplándolo en silencio,
“Ya lo ví, dijo en voz baja,
El vendaje aún no está seco."
Y tomando por el brazo
Cual de costumbre a su medico,
Sin hablar de aquella escena
Salió de allí a paso lento.
Re: A propósito del bicentenario: Flashazos de nuestra historia.
CONTINUACIÓN...
Publicamos copia fiel del documento médico-forense de los Drs. Rafael Montaño Ramiro, Ignacio Alvarado y Agustín Andrade, el brillantísimo maestro de medicina forense de México, sucesor en la cátedra de. don Luis Hidalgo y Carpio.
"En cumplimiento de la comunicación que con fecha 12 del pp° setiembre se sirvió V. Dirijírnos, en la que nos previene que nos encarguemos de reconocer el cadáver del Archiduque MaximiIiano, que fue embalsamado en Querétaro, y de hacer, en caso necesario, la que sea conveniente para que quede en buen estado de conservación, pasamos el día 13 del mismo mes a la Iglesia del Hospital de San Andrés, en donde estaba depositado dicho cadáver, acompañados del Sr. inspector general de Policía y de tres de los oficiales, y en presencia suya, después de extraído el cadáver de las cajas de Zinc y madera en que fué colocado en Querétaro, procedimos a desvendarlo y desnudarlo, colocándolo después en la mesa de Gaude.
Desde ese día hasta el 8 del presente, teniendo siempre el cadáver en la referida mesa, estuvimos practicando todas aquellas operaciones, parciales y generales, que nos parecieron mas propias para su buena conservación.
Extraídas las vísceras de las dos cajas de plomo en que venían colocadas, las pusimos en un baño conservador, entretanto concluíamos nuestras operaciones en el cadáver.
Una vez terminadas, convenimos colocar dichas vísceras en sus cavidades naturales, a cuyo fin llenamos estas con hilas mezcladas con el polvo recomendado por Sonbeiran, y pusimos en la cavidad del cráneo por la abertura que traía practicada, todas las fracciones grandes y pequeñas en que venía cortado el cerebro, el cerebelo, la protuberancia y una parte de la médula oblongada. Colocamos del mismo modo en el abdomen y en el tórax, el corazón, los pulmones, el esófago, la aorta toráxica, el hígado, el estómago, los intestinos, el bazo y los riñones.
Después de vendado convenientemente con un lienzo blanco, fino y barnizado, y otro de guttapercha, lo vestimos con la ropa que entrego el Sr. Davidson, excepto dos piezas de la interior, que se compraron por no haberlas en el equipaje que tenia dicho Señor.
El cadáver se colocó después en una doble caja de cedro y granadillo, barnizadas en forma de una de 2.m 20 de largo, 0m 60 de alto y 0 m 75 de ancho, teniendo una cerradura sólida y quedando el cadáver amoldado en el interior de aquella, de modo que no pudiera dislocarse en sentido alguno, ni aún volteando la caja completamente. Esta quedo colocada en otra de Zinc, la que una vez cerrada herméticamente por medio de la soldadura, se forró con otra caja de madera común pintada de negro, para impedir que la de Zinc se perfore por cualquier accidente.
En la mañana del día de hoy fueron quemados en el Panteón de Sta. Paula, todos los objetos que sirvieron para nuestras operaciones, e igualmente lo fueron las cajas, ropa, vendas [...] que trajo de Querétaro.
Todas estas operaciones fueron practicadas en presencia del Señor Inspector de Policía, y de los oficiales ya citados, y concluidas hoy a las diez de la noche hemos entregado el cadáver a dicho Señor Inspector.
Mexico Nov. Il del 1867.
(Firmado) Rafael Montaño Ramiro (firmado) Ignacio Alvarado (firmado) A. Andrade. C Ministro de Relaciones y Gobernación. Presente.
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