Todos ustedes, chavos y rucos pertenecientes al vulgo, la mediocridad o la borregada (escoja cada uno el calificativo que considere más idóneo para salvaguardar su autoestima), deben alejarse del twitter, el facebook y otras pseudo tribunas llamadas pomposamente “redes sociales”. ¿Por qué? Porque en el mejor de los casos esos artilugios les hacen perder el tiempo miserablemente y ponerse en ridículo ante quienes se enteran de su nuevo oficio; y, en el peor, sufrir el embotamiento de sus cerebros (ya de por sí bastante dañados de tanto pegarle al chat y al posteo en los foros).
Esto viene a cuento porque, como a todos ustedes les consta, he sido un tenaz defensor de la inteligencia de los usuarios del internet. Dije de los usuarios del internet, es decir, de ustedes, de la masa cibernética, no de los usufructuarios del internet. Éstos se defienden solos. Forman parte de aquel sector que en mis primeras lecciones les revelé como el sector históricamente hegemónico de la humanidad, ¿lo recuerdan? El otro sector es el oprimido, ustedes lo conocen muy bien, el que está lleno de mediocres en todas las áreas de la actividad humana, las masas pues, incluyendo las virtuales con el permiso de ustedes.
Pero, volvamos al tema principal: la necesidad de que ese afán de notoriedad que nunca han alcanzado ni siquiera ante sus familiares, no se pierda. Que no acaben el twitter o el facebook con sus esperanzas de sobresalir. No muerdan el anzuelo. Quédense mejor aquí, en los foros. Aunque nadie ajeno a ustedes lee sus… trabajos, no se desanimen. Cuando menos aquí ya se hicieron cuates del grupo hegemónico del foro. Nadie los acarrea con propósitos electorales, políticos ni religiosos. En cambio, si se van al twitter los van a pastorear pelafustanes de mucha envergadura que sacan bastante provecho de todos los tarugos que los siguen. No alcanzarán la ansiada libertad de manifestar sus ideas. Encontrarán sólo restricciones, limitaciones a la brillantez de sus pensamientos, burlas, desprecio y anonimato. Y no me vayan a salir con que algunos de ustedes se pegarán mañana al twitter: “Abusados con el voto” (o algo así) que anda mareando cabecitas calenturientas. ¿Se acuerdan de mis primeras lecciones sobre la condición humana? ¡Trabajen, actúen, participen! Pero no sentados frente a la computadora. Hagan algo por México. Bueno, aunque sea por ustedes. Ya con eso aliviarían un poco las enormes preocupaciones que nos embargan a las clases dirigentes.
Esto viene a cuento porque, como a todos ustedes les consta, he sido un tenaz defensor de la inteligencia de los usuarios del internet. Dije de los usuarios del internet, es decir, de ustedes, de la masa cibernética, no de los usufructuarios del internet. Éstos se defienden solos. Forman parte de aquel sector que en mis primeras lecciones les revelé como el sector históricamente hegemónico de la humanidad, ¿lo recuerdan? El otro sector es el oprimido, ustedes lo conocen muy bien, el que está lleno de mediocres en todas las áreas de la actividad humana, las masas pues, incluyendo las virtuales con el permiso de ustedes.
Pero, volvamos al tema principal: la necesidad de que ese afán de notoriedad que nunca han alcanzado ni siquiera ante sus familiares, no se pierda. Que no acaben el twitter o el facebook con sus esperanzas de sobresalir. No muerdan el anzuelo. Quédense mejor aquí, en los foros. Aunque nadie ajeno a ustedes lee sus… trabajos, no se desanimen. Cuando menos aquí ya se hicieron cuates del grupo hegemónico del foro. Nadie los acarrea con propósitos electorales, políticos ni religiosos. En cambio, si se van al twitter los van a pastorear pelafustanes de mucha envergadura que sacan bastante provecho de todos los tarugos que los siguen. No alcanzarán la ansiada libertad de manifestar sus ideas. Encontrarán sólo restricciones, limitaciones a la brillantez de sus pensamientos, burlas, desprecio y anonimato. Y no me vayan a salir con que algunos de ustedes se pegarán mañana al twitter: “Abusados con el voto” (o algo así) que anda mareando cabecitas calenturientas. ¿Se acuerdan de mis primeras lecciones sobre la condición humana? ¡Trabajen, actúen, participen! Pero no sentados frente a la computadora. Hagan algo por México. Bueno, aunque sea por ustedes. Ya con eso aliviarían un poco las enormes preocupaciones que nos embargan a las clases dirigentes.
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