Los hermanos Castro dejaron morir a Orlando Zapata ( ver en este foro "Cuba la dictadura sangrienta"). De hecho lo mataron puesto que le negaron el agua los ùltimos 19 dìas de su huelga del hambre.
Tras la condena explìcita de Estados Unidos y la Uniòn Europea, Raùl Castro ha respondido en un discurso en el congreso de jòvenes comunistas cubanos. Su respuesta es la esperada en el sentido de ratificar que se pasan por el arco del triunfo a la opiniòn pùblica mundial, pero hay una manifestaciòn añadida todavìa màs reveladora de la catadura moral de estos mal nacidos y es la afirmaciòn de que antes de ceder a la opiniòn pùblica mundial "prefieren destruirse". El hermano mayor, Fidel, lo habìa dicho de manera màs explicativa al afirmar que "antes de que Cuba sea capitalista preferimos que la isla se hunda en el mar".
No hay que creer en absoluto que esta clase de expresiones son simples excesos verbales. Cuando alguien ha substituido el ego de los demàs hasta el extremo de que el intento de ser, simplemente de ser, por parte de la vìctima se considere el peor de los crìmenes, el verdugo efectivamente se considera en el derecho a la total destrucciòn de esa persona o de ese pueblo o de esa naciòn o del planeta entero si estuviera a su alcance. Es la suma de todas las patologìas llevada al extremo paroxismo y lo peor es que esta clase de mònstruos realmente realizan sus dichos en la medida en que eso estè a su alcance. Aquì es donde el ejemplo de Hitler es demostrativo porque, en la ùltima etapa de su derrota, fue evidente hasta para sus ìntimos que su propòsito era, hasta donde se pudiera, la total destrucciòn del pueblo aleman y este personaje argumentaba que ese pueblo no habìa estado a su altura, a la altura puès de su ego, y que merecìa, por lo tanto, ser destruido. Despuès de haber llevado a Alemania a la hecatombe que todos conocemos, la ùltima orden del mònstruo antes de suicidarse fue la de inundar los tùneles del bùnker donde habìa mil quinientos soldados alemanes heridos.
El règimen cubano es la maldad, la misma que nos amenaza a Amèrica Latina entera si nos sabemos caracterizarla y prevenirla a tiempo.
EN DEFENSA DE LA MÀS ELEMENTAL JUSTICIA Y EN DEFENSA PROPIA NO ABANDONEMOS AL PUEBLO CUBANO. AUNQUE SEA POR PRIMERA VEZ EN MÀS DE MEDIO SIGLO, TOMEMOS PARTIDO POR ÈL Y NO POR SUS TIRANOS.
Atte
Mariano
Tras la condena explìcita de Estados Unidos y la Uniòn Europea, Raùl Castro ha respondido en un discurso en el congreso de jòvenes comunistas cubanos. Su respuesta es la esperada en el sentido de ratificar que se pasan por el arco del triunfo a la opiniòn pùblica mundial, pero hay una manifestaciòn añadida todavìa màs reveladora de la catadura moral de estos mal nacidos y es la afirmaciòn de que antes de ceder a la opiniòn pùblica mundial "prefieren destruirse". El hermano mayor, Fidel, lo habìa dicho de manera màs explicativa al afirmar que "antes de que Cuba sea capitalista preferimos que la isla se hunda en el mar".
No hay que creer en absoluto que esta clase de expresiones son simples excesos verbales. Cuando alguien ha substituido el ego de los demàs hasta el extremo de que el intento de ser, simplemente de ser, por parte de la vìctima se considere el peor de los crìmenes, el verdugo efectivamente se considera en el derecho a la total destrucciòn de esa persona o de ese pueblo o de esa naciòn o del planeta entero si estuviera a su alcance. Es la suma de todas las patologìas llevada al extremo paroxismo y lo peor es que esta clase de mònstruos realmente realizan sus dichos en la medida en que eso estè a su alcance. Aquì es donde el ejemplo de Hitler es demostrativo porque, en la ùltima etapa de su derrota, fue evidente hasta para sus ìntimos que su propòsito era, hasta donde se pudiera, la total destrucciòn del pueblo aleman y este personaje argumentaba que ese pueblo no habìa estado a su altura, a la altura puès de su ego, y que merecìa, por lo tanto, ser destruido. Despuès de haber llevado a Alemania a la hecatombe que todos conocemos, la ùltima orden del mònstruo antes de suicidarse fue la de inundar los tùneles del bùnker donde habìa mil quinientos soldados alemanes heridos.
El règimen cubano es la maldad, la misma que nos amenaza a Amèrica Latina entera si nos sabemos caracterizarla y prevenirla a tiempo.
EN DEFENSA DE LA MÀS ELEMENTAL JUSTICIA Y EN DEFENSA PROPIA NO ABANDONEMOS AL PUEBLO CUBANO. AUNQUE SEA POR PRIMERA VEZ EN MÀS DE MEDIO SIGLO, TOMEMOS PARTIDO POR ÈL Y NO POR SUS TIRANOS.
Atte
Mariano
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